Antonio Hernando y Rafael Simancas, en el Congreso
Antonio Hernando y Rafael Simancas, en el Congreso - EFE
Economía

El PSOE busca apoyos para derogar la reforma laboral por partes

La primera prueba de fuego de esta estrategia tendrá lugar mañana cuando el Congreso debatirá mejorar las condiciones de los trabajadores subcontratados

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El PSOE quiere demostrar sin más dilación que su oposición al Gobierno de Mariano Rajoy es firme y va más allá de las declaraciones. Y, por contradictorio que parezca, para ello tienen que compatibilizar la negociación puntual de determinados asuntos de Estado con el intento de derogación de las reformas más insignes del primer Gobierno de Rajoy, como las leyes de Educación, Seguridad Ciudadana o la reforma laboral. Para poner en marcha su estrategia de acoso y derribo, el PSOE ha escogido precisamente ésta última legislación. Según el portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando, la «demolición» de la reforma laboral no se llevará a cabo de una manera global sino parte por parte. La explicación reside en las diferencias de criterio que separan al PSOE de potenciales aliados como Podemos y que podrían retrasar demasiado, e incluso frustrar, la redacción de un proyecto global.

Confiando en los nacionalistas

Al calor de las últimas movilizaciones convocadas por los sindicatos, y buscando el máximo rédito político, el PSOE busca apoyos para conseguir que mañana el Pleno del Congreso tome en consideración su proposición de ley para mejorar las condiciones de trabajo de los empleados subcontratados, corazón de las situaciones de explotación que se están produciendo en el mercado laboral español desde que se aprobó la reforma laboral, según Hernando. De momento, los socialistas cuentan ya con el apoyo de Podemos y confían en que tanto ERC, como el PDECat, la antigua Convergència, y el PNV apoyen esta iniciativa.

Posibilidad de enmiendas

Si el Pleno admite su toma en consideración, el texto sería objeto de una ponencia donde los distintos grupos parlamentarios podrían introducir sus enmiendas antes de volver a ser debatido en el Pleno.

La proposición de ley del PSOE establece que, en el caso de empleo subcontratado, los trabajadores deberán desempeñar su labor con las condiciones previstas en el convenio colectivo del sector de la empresa en la que se presta el servicio o las mismas que tendrían si fueran trabajadores contratados directamente por ésta. Su objetivo es que, en una misma empresa, todos los trabajadores cobren lo mismo aunque estén subcontratados. Actualmente, la reformal laboral del PP permite que este tipo de empleados presten sus servicios con las condiciones vigentes en la subcontrata. Según el portavoz socialista de Empleo, Rafael Simancas, esta reforma no destruirá empleo porque son las propias empresas de subcontratación las que demandan una nueva regulación que acabe con la inseguridad jurídica, ante las múltiples demandas de los trabajadores que están perdiendo en los tribunales. El PP, de momento, está estudiando la iniciativa y no ha revelado cuál será la posición que mantendrá en el Pleno pero esta proposición es una de las 16 que fueron vetadas por el Gobierno al entender que aumentaría el gasto de los Presupuestos Generales aprobados, ya que el Estado también cuenta con trabajadores subcontratados. De hecho, el Ejecutivo estudia plantear un nuevo conflicto de atribuciones ante el Tribunal Constitucional ya que la proposición socialista será debatida en el Pleno después de que la Mesa del Congreso levantara el veto del Gobierno en contra del criterio del PP.

Despido y tiempos de trabajo, después

Según Simancas, el ataque a la reforma laboral será así: «una línea de trabajo permanente» de los socialistas y en ella irán de la mano de los agentes sociales que, a su juicio, están «bastante decepcionados» con la falta de convicción del PP ante una mejora de las condiciones laborales.

El político socialista no ha elaborado aún un calendario de esas derogaciones parciales pero sí admite que tras la proposición de los trabajadores autónomos, los socialistas registrarán textos para atacar la actual negociación colectiva, las condiciones de despido, los tiempos de trabajo, la contratación a tiempo parcial, la cobertura de desempleo, las políticas activas de empleo, el contrato de emprendedores o la Ley de Sanciones e Infracciones, entre otros. La dirección del Grupo Parlamentario también tiene intención de debatir próximamente la posibilidad de complementar esta estrategia con algún tipo de ataque global pero aún no hay decisión. Lo que sí está claro es que la batalla por la reforma laboral será una de las grandes protagonistas de esta legislatura.

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