El ministro griego de Finanzas, Eucleid Tsakalotos
El ministro griego de Finanzas, Eucleid Tsakalotos - EFE
RESCATE

El problema griego sigue ahí

Expertos financieros de la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo (BCE) se reunieron ayer con el ministro de Finanzas griego, Euclid Tsakalotos en una reunión que terminó «bastante mal»

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Aunque haya desaparecido de las portadas, el problema griego sigue ahí, más vivo que nunca. Expertos financieros de la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo (BCE) se reunieron ayer con el ministro de Finanzas griego, Euclid Tsakalotos, con el objetivo de negociar nuevos recortes de gastos sociales, incluido el programa de pensiones, por valor de unos 5.000 millones de euros. La gama total de recortes que pide la troika asciende a tres puntos del PIB. Pero la reunión terminó «bastante mal», según fuentes de Frankfurt, y los acreedores deben ahora ponerse de acuerdo nuevamente en qué hacer con Grecia para evitar la insistente amenaza de insolvencia. A eso es a lo que vienen esta tarde a Berlín la presidenta del FMI, Chirstine Lagarde, y el presidente de la OCDE, Ángel Gurría, que tratarán el asunto con la canciller Merkel.

La situación de partida, sin embargo, no vaticina grandes avances.

Tal como consta en una carta enviada por el FMI al primer ministro griego, Lagarde considera que las negociaciones con Grecia todavía están «bastante lejos» de un plan «coherente» que pueda ser aceptado por este organismo. Desde este planteamiento, su deseo es que la UE acepte una quita parcial de la deuda griega, pero pincha en hueso. «Por el momento no está previsto un recorte», ha expresado, lacónico, el portavoz del ministerio de Finanzas de Alemania, Martin Jaeger. Sus colaboradores, en los pasillos, dan alguna explicación más: «si la canciller Angela Merkel no aceptó la posibilidad de una quita cuando se encontraba en su mejor momento político, resulta imposible pensar que acepte ahora, bastante más debilitada y con menos apoyo dentro de la gran coalición».

Desde Berlín la perspectiva es la contraria. El gobierno Merkel desea que el FMI se implique más con fondos para sostener a Grecia y está dispuesto a argumentar el papel de clave de bóveda que juega este país en la crisis de los refugiados. Y ahí es donde entra la OCDE con posibles aportaciones para la gestión de la crisis que pueden considerarse estrictamente ajenos a la crisis de la deuda pero que podrían ayudar a balancear la situación de cara a lograr un acuerdo de mínimos.

La reunión de esta tarde tendrá intencionadamente lugar antes de que los ministros de Finanzas de la zona euro empiecen a discutir una quita de deuda para Grecia a mediados de abril, si para entonces Atenas llega a un acuerdo con los prestamistas sobre un paquete de reformas. Las medidas propuestas por la troika están destinadas a que Grecia alcance un superávit primario aceptable en 2018, cuando los prestamistas esperan que el país sea capaz de manejar sus propias finanzas y acceder a fondos en el mercado formal de bonos a tasas sostenibles. Pero sin un acuerdo sobre las medidas, Atenas no podrá acceder al próximo tramo de préstamos del programa de rescate concedido por la zona euro. Nos encontramos con una nueva fecha tope crítica a la vuelta de la esquina. Atenas necesita dinero para devolver en julio 3.500 millones de euros al FMI y al BCE.

Ver los comentarios