Nueva caída histórica del paro

España acaba de protagonizar un mes de abril récord en cuanto a creación de empleo y reducción del paro, certificando con ello la buena marcha de la recuperación económica, en general, y del mercado laboral, en particular, a lo largo de los últimos años. Por un lado, el número de parados registrados en el antiguo INEM bajó en más de 129.000 personas, el mayor descenso mensual de la historia, hasta un total de 3.573.036 desempleados, su nivel más bajo desde julio de 2009, según informó ayer el Ministerio de Empleo. Y, por otro, la Seguridad Social sumó más de 212.000 afiliados, su mejor dato en un mes de abril, con lo que el volumen de ocupados superó por primera vez la barrera de los 18 millones de personas desde el verano de 2009.

La Semana Santa contribuyó a impulsar el empleo, gracias al excelente comportamiento del turismo, pero esta mejora laboral no es fruto de un factor coyuntural, ya que, una vez descontado el efecto estacional, el paro también bajó en 71.000 personas y se crearon más de 100.000 empleos, cifras, igualmente, récord.

Asimismo, si se amplía la perspectiva a los últimos doce meses, se observa que tanto el descenso del paro, con 438.135 personas (-10,9 por ciento), como el aumento de la ocupación, con 658.387 afiliados (3,7 por ciento), también registraron datos históricos. Se trata, por tanto, de un avance muy positivo desde el punto de vista cuantitativo, pero también cualitativo, ya que mejoraron todos los indicadores laborales, desde el paro femenino y el juvenil hasta la contratación indefinida, reduciendo con ello la tasa de temporalidad, al tiempo que el desempleo bajó en todos los sectores y comunidades autónomas. España todavía tiene un largo y complejo camino por delante para acabar con el grave problema del paro, el más importante del país, ya que la tasa sigue siendo muy elevada y es necesario seguir combatiendo la precariedad, pero el radical cambio de rumbo que ha registrado el mercado de trabajo desde que España superó la recesión no solo ha permitido recuperar buena parte del empleo perdido, sino que abre un horizonte esperanzador a corto y medio plazo.

En concreto, la economía nacional ha generado casi dos millones de empleos desde principios de 2013, reparando así el 60 por ciento de la intensa destrucción laboral sufrida tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. De mantenerse el actual ritmo de crecimiento, España está en condiciones de crear otros dos millones de puestos de trabajo de aquí a 2020. Todo ello demuestra que la combinación de reformas y ajustes emprendida la pasada legislatura ha sido la receta correcta para impulsar el crecimiento, y que la mayor flexibilidad laboral se traduce en menos paro y más empleo.