SUPLEMENTO DE EMPRESA

El hobby que se destiló en un negocio floreciente

Dos ingenieros hacen de su afición una empresa que exporta ginebra y vodka a 34 países

Rubén Leivas (izquierda) y David Martínez (derecha), fundadores de Siderit
María José Pérez-Barco

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Convertir una afición en un negocio próspero. Es el sueño de la mayoría de los emprendedores, y de los que no lo son. Les ha ocurrido a David Martínez y Rubén Leivas, dos ingenieros (el primero agrónomo y el segundo de caminos) que un buen día decidieron transformar su hobby de hacer destilados en una empresa y «un proyecto de vida», afirma David. Siderit hoy es una destilería artesanal, ubicada en Puente Arce (Cantabria), de 1.500 metros cuadrados con un equipo de 18 personas que se dedican sobre todo a exportar a 34 países. Este año emprenden la aventura en México, y desde ahí esperan llegar a Estados Unidos.

«Empezamos con una destilería muy pequeña ahora la que tenemos es 50 veces mayor que la inicial», recuerda David. Hace cinco años comenzaron solos David y Rubén en una pequeña nave de 80 metros cuadrados, pelando ellos mismos mandarinas a mano y con un solo alambique para producir. Hoy cuentan con 8 y hacen 800 litros al día.

La destiladora de Siderit

Fuera de nuestras fronteras Siderit es conocida por su ginebras y por su vodka (elaborado a partir de leche). «En España solo vendemos el 15% de nuestra producción», cuenta. Pero si algo les hace únicos es el proceso de elaboración: «Nuestro producto es de calidad, único y distinto. Se hace de forma artesanal, en alambiques de vidrio, que limpiamos con un alcohol que fabricamos nosotros a partir de centeno, como lo hacían las primeras destilerías holandesas. En esto somos únicos. El resto de las destilerías utilizan alambiques de cobre que se limpian con sosa caústica».

Utilizan el agua de mineralización más débil de España, del manantial de Ortigosa de los Montes de Guadarrama. Y han incorporado lo que en los laboratorios se conoce como columna fraccionada con reflujo, una técnica poco explorada en las destilerías por su baja capacidad de producción pero que da destilados de altísima calidad. «Es un sistema de producción que elimina las impurezas, el etanol que es el alcohol malo», afirma David. Cada destilación en los equipos de Siderit equivale a cinco destilaciones en un alambique tradicional.

Sus ginebras y el vodka están en tiendas gourmet, en la alta restauración y en cadenas de alimentación de lujo. También se han fijado en el turismo: tienen la exposición de ginebras más grande del mundo (con botellas de los años 50 y 60, algunas ya desaparecidas, y procedentes de todos los rincones del mundo) y hacen visitas guiadas por su destilería.

Algunos de los destilados:

London Dry: parte de una doble destilación de una base de alcohol de centeno -el que se utilizaba en las antiguas ginebras holandesas- macerado con té del puerto, cascara de mandarina pelada a mano, enebro, cardamomo y otras ocho hierbas botánicas. De ahí nace una ginebra madre de 88 grados de alcohol que se rebaja a 43 grados con el agua de mineralización más débil de España, la del manantial de Ortigosa de los Montes en Guadarrama. El resultado se deja reposar en un depósito de aluminio entre 45 y 60 días para estabilizar el sabor Siderit. La London Dry es seca y neutra, con una retirada a enebro en boca y en nariz a cardamomo y mandarina.

La gama de ginebras Siderit: marca inspirada en el nombre científico del té del puerto una planta endémica de los Picos de Europa, se completa con la Siderit Hibiscus, floral y aromática, y la Siderit Gingerlime, muy fresca y cítrica. «Vamos ampliando productos según las necesidades del mercado. La Hibiscus fue una petición de nuestros distribuidores de centro Europa y está funcionando muy bien», dice David Martínez. Estas dos ginebras alcanzan la triple destilación para dar los tonos en boca de la flor de hibisco, el gengibre y la lima.

Vodka Siderit Lactée: es único en su especie porque está elaborado a partir de alcohol obtenido por la fermentación de los azúcares de la leche. El vodka normalmente se crea a partir de la fermentación de la patata. El sistema es tan novedoso que Leivas y Prieto lo han patentado. Este vodka ultra Premium se obtiene después de cinco destilaciones por el alambique de vidrio en columna fraccionada. Se rebaja de los 96 hasta los 40 grados con el agua del manantial de Ortigosa y se deja reposar durante seis meses. Justo antes del embotellado pasa por una cuádruple filtración de gravedad con materiales filtrantes naturales en un recorrido de más de 24 horas que elimina cualquier impureza. El vodka Siderit Lactée es muy suave en boca y su principal mercado es Rusia.

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