Un gigante en un país gigante
La oferta conjunta de Telefónica, Grupo TIM y Claro (Slim) por Oi agita al sector de las telecos en Brasil
La presentación ayer de una oferta vinculante de Telefónica y Telecom Italia (Grupo TIM), con la incorporación a última hora de Claro (filial de América Móvil de Carlos Slim), para la adquisición conjunta del negocio móvil de la brasileña Oi -en concurso de acreedores desde hace meses- removió las aguas del sector de las telecomunicaciones en el gigante latinoamericano. Según la nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la cuantía final de la oferta - de al menos 2.538 millones de euros- se distribuirá entre los tres compradores y «cada una de las partes interesadas recibirá una parte de dicho negocio . Los compradores también confían en que este movimiento contribuirá al desarrollo del país.
Brasil es un mercado de dimensiones continentales, con más de 209 millones de potenciales consumidores, y donde la teleco española es líder, a través de Vivo . En concreto, representa su mayor mercado por número de clientes con 93,2 millones de accesos totales (de ellos 74,7 millones móviles) y una cuota de mercado superior al 30%. Le siguen Claro , de América Móvil, y propiedad del mexicano Carlos Slim (FCC) que posee el 25% del mercado; así como la aliada de Telefónica - Telecom Italia - con un 24% y, finalmente, Oi que es el cuarto operador del país, con una cuota de mercado del 16%. La compañía, asesorada por Bank of America Merrill Lynch, puso en venta hace unos meses su negocio móvil por un precio mínimo de 2.538 millones de euros y otros activos como torres y los centros de datos UPI. Con este movimiento, Oi quiere captar hasta un total de 23.000 millones de reales (más de 4.290 millones de dólares) para enjuagar su abultada deuda e impulsar todo lo relacionado con la fibra óptica, donde sus responsables ven posibilidades de crecimiento futuro.
Pero, ¿por qué es tan importante Brasil para Telefónica? No solo se trata de seguir siendo el primer operador sino de impulsar la digitalización , en la nueva era que se abre tras el impacto de la pandemia. Además, desde el giro estratégico de la multinacional española en noviembre del año, el gigante latinoamericano ha pasado a ser uno de los cuatro mercados estratégicos de la compañía junto a España, Reino Unido y Alemania. Solo en el primer trimestre de este año ha representado ya el 20% de los ingresos de la multinacional ( 2.215 millones de euros) y más del 25% del OIBDA (20.952 millones). Telefónica aterrizó en Brasil en 1998 junto a Portugal Telecom , en pleno proceso de desmembración y privatización de la pública Telebrás (el antiguo monopolio creado durante la dictadura militar).
A partir de 2003, ambas telecos, comenzaron a operar en el país bajo la marca Vivo en un proceso de crecimiento e integración, que ha tenido en la adquisición en 2015 de GVT su principal hito hasta ahora. Telefónica y Telecom Italia mostraron interés por el negocio móvil de Oi el pasado mes de marzo y no fue hasta ayer, cuando ambas operadoras junto a América Móvil, concretaron su oferta.
Lo que coincide con un año en el que la teleco española está protagonizando importantes movimientos: El principal de ellos, la fusión de O2 -su filial británica- con Virgin Media (Liberty Global) para formar una nueva sociedad controlada al 50% valorada en 35.900 millones de euros, y que plante cara a British Telecom. Un movimiento cerrado el pasado 7 de mayo, en pleno confinamiento, y que pasa por ser la mayor operación corporativa en la historia de Telefónica hasta la fecha. Un mes después, la compañía dirigida por Álvarez-Pallete vendía 10.100 emplazamientos de Telefonica Deutschland a la participada (junto a KKR y Pontegadea) Telxius por 1.500 millones de euros. Una compañía que, según Bloomberg, la teleco española se estaría planteando intentar sacarla a Bolsa por segunda vez. Una decisión que coincidiría con la luna de miel de los mercados hacia este tipo de operadores.
Desde el aterrizaje de la multinacional española lleva invertidos en Brasil de 400.000 millones de reales (unos 74.615 millones de dólares), para infraestructuras de telecomunicaciones. Solo el año pasado dedicó a este capítulo 9.000 millones de reales (unos 1.679 millones de dólares) y, en este 2020, continúa trabajando en la expansión de la fibra y el 4,5G. Solo en el primer trimestre de este año destinó 1.600 millones de reales (298,45 millones de dólares), el 15% de sus ingresos netos para este fin.
Pacto entre caballeros
La incorporación de última hora de Claro (Carlos Slim), refuerza el liderazgo de Telefónica en suelo brasileño y aleja el fantasma de una cotraoferta del propietario de América Móvil. Su CEO, Daniel Hajj, confirmó en febrero el interés por Oi en el diario brasileño Valor Económico.
En el país latinoamericano, Claro cuenta con una cuota de mercado del 25% tras la adquisición de Nextel en diciembre por 905 millones de dólares. Para América Móvil, Brasil es ya su segundo mayor mercado tras México, con 58,5 millones de suscriptores a cierre del segundo trimestre y unos ingreso, en este mismo periodo, de 9.500 millones de reales (1.543,68 millones de euros).
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