Las bonificaciones para el campo, propuestas por Trabajo, chocan contra el escepticismo del sector

Desde Asaja ven «imposible» que los temporeros pasen a ser fijos-discontinuos, mientras COAG considera que llegan «en el peor momento desde el punto de vista económico para el sector agrario»

EFE

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El Gobierno busca fórmulas para compensar el impacto de la subida del salario mínimo en el campo, aunque irán ligadas a aumentar la estabilidad laboral en el sector. Así lo anunció ayer la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, a su salida del pleno en el Congreso de los Diputados. Una sesión en la que aseguró que, en línea con las reclamaciones de las patronales agrarias, habrá bonificaciones por el impacto del alza salarial pero condicionadas a «cambiar el modelo de trabajo del campo».

Una de las líneas de trabajo del ministerio y que, según la ministra, cuenta con la coincidencia de las patronales, es transformar los contratos de los temporeros en fijos-discontinuos. De esta forma se devengarían prestaciones, «dotando de más derechos a estos trabajadores» . Díaz aseguró que «ya estamos trabajando en estas medidas» e insistió en que perseguirá «reducir el impacto de género» en el sector. También se pronunció la ministra sobre la PAC, que consideró el problema de fondo, y cuyo destino se jugará en la cumbre extraordinaria de hoy en Bruselas.

«Imposible»

Las organizaciones agrarias acogieron el anuncio de Díaz con escepticismo. En concreto, desde Asaja, su presidente Pedro Barato consideró «imposible» la conversión de los contratos de los temporeros a fijos-discontinuos. Según Barato, el tamaño relativamente modesto de la mayoría de las explotaciones agrícolas en España y la «falta de trazabilidad y estacionalidad» del campo, impide acometer esta medida. Por este motivo, pidió que las medidas anunciadas sean estudiadas y analizadas previamente. Para Montse Cortiñas, vicesecretaria general de UPA, estas bonificaciones no afectarán al modelo de explotación, «sino a las grandes, que contratan más tiempo».

Dispuesto a «estudiarlo» se mostró el responsable de Relaciones laborales de COAG, Eduardo López, quien advirtió contra el «sobrecoste» que podría representar la conversión a fijos-discontinuos de los temporeros. Sin embargo, López apuntó que la propuesta de la ministra llega « el peor momento desde el punto de vista económico para el sector agrario». De todas formas, la iniciativa de Díaz sigue la senda del Real Decreto Ley 8/2019, que en su artículo 7 disponía la conversión de los contratos eventuales de trabajadores agrarios a indefinidos o fijos-discontinuos. Para Florentino Felgueroso (Fedea) «los contratos fijos-discontinuos han tenido bastante poco éxito en este país». En su opinión, suponen «un coste adicional en el momento del despido».

Sigue la protesta

Por otra parte, ayer continuaron las movilizaciones de los agricultores y ganaderos en la provincia de Granada y Navarra ; donde cientos de tractores colapsaron el centro de la capital granadina, así como la ciudad de Pamplona. De igual modo, también se produjeron concentraciones frente a la Delegación del Gobierno en La Coruña (Galicia) .

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