La economía británica acelera en el segundo trimestre tras frenar en el primero

El primer trimestre de este año sorprendió con una ralentización de la economía británica, que creció 0,4%, una cifra respetable, pero por debajo de lo esperado. Las nubes se han disipado en el segundo trimestre, con una subida del PIB del 0,7% entre abril y junio, un 2,6% más que en el mismo período del año pasado.

El ministro de Economía, George Osborne, ha celebrado la noticia con un tuit, en el que destaca que el país “está acelerando” y señala que “nunca la producción per cápita había sido tan alta”. El Reino Unido está ya en los niveles de crecimiento previos a la crisis del 2008, que lo sumió en una grave recesión, con nacionalizaciones de bancos incluidas.

El Reino Unido acumula ya diez trimestres seguidos con el PIB en negro y las nubes de la crisis van quedando atrás. Los suelos suben y los datos del paro son magníficos, con la menor tasa en siete años, y acreditan por qué los británicos confiaron en David Cameron en las urnas en mayo. Hay 1,8 millones de desempleados frente a 31,1 millones de personas trabajando. La reducción respecto al trimestre anterior es de 35.000. La tasa de empleo, del 73,5%, es la mayor desde el lejano 1971.

Este año se cree que el PIB crecerá el 2,6%, lo que será una de las mayores cifras de la UE junto a la de España. La aceleración del segundo trimestre se ha visto favorecida por el hecho de que la producción de gas y petróleo en el Mar del Norte ha subido un 1%, en su primer aumento en cinco años.

Los tipos de interés en el Reino Unido están en el 0,5%, un mínimo histórico, y el gobernador del Banco de Inglaterra ha comentado que podrían subir el próximo año.