Manuel Pimentel
Manuel Pimentel - Óscar del pozo
Entrevista con manuel pimentel

«España sólo será competitiva si sus empresas lo son y compiten de forma razonable»

El exministro de Trabajo representa a Coca-Cola Iberian Partners en la negociación con los sindicatos

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Con fama de moderado y propensión al diálogo. A Manuel Pimentel se le ubicaba en el ala más centrista del Partido Popular. En ese espacio desempeñó durante 13 meses su labor como ministro de Trabajo en la primera legislatura de José María Aznar. Dimitió tres semanas antes de las elecciones generales del año 2000.Antes de ello logró un acuerdo para mejorar la retribución de las pensiones más bajas, y se las vio con Rodrigo Rato, por entonces ministro de Economía, en su fallido intento de elevar el salario mínimo por encima de la inflación. Los conflictos laborales que ha traído la crisis le han devuelto al primer plano de la actualidad en la vertiente en la que ya destacó en su etapa política: el diálogo y la negociación.

Tras mediar en el conflicto entre Aena y los controladores, representa ahora a Coca-Cola Iberian Partners en las negociaciones con los sindicatos tras el ERE que presentó el embotellador. La compañía anunció el pasado viernes que readmitirá en el próximo mes a los 351 trabajadores despedidos por el ERE, en cumplimiento con el auto de la Audiencia Nacional, que no obliga a reabrir las plantas cerradas

-¿Son necesarias e inevitables todas estas reestructuraciones?

-España será competitiva si sus empresas lo son y si son empresas que puedan competir con las empresas de otros países en unas condiciones razonables. Creo que tiene mucho sentido que las empresas tengan capacidad de reorganización. Si al final hay mucha rigidez, si al final cada planta que se abre o cada puesto que se crea no se puede cambiar nunca, pues al final no se va a abrir ninguna, porque se irán a otros países del entorno europeo. Las empresas tienen que adaptarse. En este caso estamos ante una fusión muy compleja, de muchas plantas, hay que potenciar algunas y otras dejan de tener sentido.

-¿No ha llegado demasiado lejos la reforma laboral en la negociación colectiva?

-Yo creo que la reforma laboral es positiva. Ha aportado claramente elementos de flexibilidad. Una empresa no reorganiza porque tenga ganas de despedir. Lo hace por garantizar su futuro.

-¿Cómo se va a articular el proceso de readmisión?

-La compañía estuvo totalmente de acuerdo con la decisión de la Audiencia Nacional. Y se va a dar trabajo a todas las personas que lo deseen. Nosotros empezamos una negociación y las partes decidieron, ante la complejidad jurídica, esperar a que la Audiencia Nacional dictara el auto de ejecución para que se clarificara y en su caso volver a negociar. Yo creo que las partes están contentas. Se va a dar una oportunidad de empleo a todas las personas y a partir de ahí si lo desean se volverá a negociar.

-¿Se prevén conflictos por el modo de la readmisión?

-Es una circunstancia de complejidad jurídica. Es muy importante y de valorar que se garantice un puesto de trabajo a todos. Conozco muchos casos en que esto no es así. Desconozco la reacción de las partes, lo que sí conozco es la firme decisión de la empresa de dar ese puesto de trabajo.

-¿Pero qué criterios se van a seguir en la recolocación?

-La compañía también coincidió en que lo mejor era ejecutar provisionalmente la sentencia para clarificar. En virtud de esa ejecución garantiza un puesto de trabajo. Y lógicamente va a procurar que sea dónde tenga sentido y acogiéndose a las capacitaciones del personal. Lo más importante es que se van a mantener las condiciones salariales que tenían y los traslados se harán con los complementos previstos para que no suponga un perjuicio económico para el trabajador.

-En un caso así, ¿qué sucede con las indemnizaciones ya desembolsadas?

-Existen multitud de supuestos. En este caso los tribunales van a hacer un poco de jurisprudencia en el Supremo al respecto. No me compete a mí entrar en la parte jurídica, pero lógicamente la compañía va a cumplir todos y cada uno de los requisitos legales con el ánimo de garantizar todos los derechos a los trabajadores.

-¿Mantienen la propuesta de dejar Fuenlabrada (en Madrid) como pequeño centro logístico de la firma?

-Aquí lo que tenemos es una empresa, un grupo de empresas, que se quieren fusionar, hacen un plan de negocio ambicioso de futuro, y lógicamente cuando hay más plantas de las que son precisas para abastecer y garantizar la viabilidad pues se decide hacer un plan industrial. Hay una sentencia que declara nulo ese ERE y a partir de ahí tenemos dos vías: o seguimos la vía judicial o se intenta negociar. Yo creo que las partes con buen criterio decidieron mantener la vía judicial para que ninguna parte pierda ningún derecho y en paralelo vamos a intentar negociar. Yo fui como negociador por parte de la compañía. Y una de las cosas que planteo es, si llegamos a un acuerdo podemos crear un pequeño centro logístico en Fuenlabrada. Pero son propuestas parte de un acuerdo, y cuando se busca un acuerdo las dos partes tienen que poner algo. Eso hubiera sido lo razonable. Pero decidimos parar la negociación hasta ver la claridad jurídica. Por tanto, en el momento en que se suspende la negociación se suspende todo el contenido. Si las partes retomaran esa negociación volverían a ponerse en la mesa esas medidas.

-¿Demanda más voluntad de acuerdo a los sindicatos?

-Yo le tengo mucho respeto a la postura de los sindicatos. Veo normal que tenga determinados intereses cada persona y como organización pero en este caso realmente cuando se acomete un plan industrial se debe mirar por la mayoría inmensa de los trabajadores y claro el plan industrial, para garantizar la viabilidad de la empresa y que tenga futuro y así velar fehacientemente por los 4.500 puestos de trabajo, realmente hay que hacerlo. Es verdad que la parte de Fuenlabrada ha manifestado que deseaba seguir con la planta abierta. Al final el auto eso sí que no lo obliga, y la empresa va a seguir cumpliendo su plan industrial. En cualquier caso esa propuesta del centro logístico se planteó en el seno de una negociación que ahora está suspendida. Si volviera a retomarse veríamos si eso es una solución viable.

-¿Hay voluntad de volver a retomar las negociaciones?

-Ahora mismo no está previsto el inicio de la negociación porque se va a ir ejecutando la decisión provisional de la sentencia de la Audiencia. Pero por parte de la compañía siempre estará abierta la puerta de la negociación, pero para esto hacen falta dos partes. Si los sindicatos desean plantear una negociación la compañía estará abierta. No tengo ninguna duda en que este es un caso de libro en el que un acuerdo es lo mejor para las dos partes. Pero lo que hay que dejar claro es que se garantiza un puesto de trabajo a todas las personas. Yo creo que eso ha sido ejemplar y eso no ocurre en la mayoría de las reorganizaciones.

-¿Cuándo esperan que resuelva el Supremo?

-Suponemos que la sentencia podría estar a mitad del año que viene.

-¿Cuál es la alternativa de la compañía si resuelve del mismo modo?

-No puedo hacer pronósticos sobre el futuro porque tampoco soy portavoz de la compañía. Pero aquí hay que aplicar el sentido común. La compañía seguro que va a cumplir lo que digan los jueces. Pero estamos ante una empresa que presenta un plan industrial, porque lo que plantea es algo muy lógico y razonable. Tiene que seguir siendo viable para el futuro. Y de ello dependen 4.500 familias.

-¿Va a ceder en más cuestiones la compañía?

-Cuando empecemos la negociación ya se verá. Pero ya voy conociendo la compañía y es una empresa en la que las condiciones son muy razonables. Están muy por encima de la media de cualquier otro sector. Y tengo la sensación de que, en busca de un acuerdo, igual que puso una cuantía económica, pues volvería a hacerlo. Pero se verá en el momento de la negociación.

-Sobre la situación económica general, ¿le sorprendió el dato de paro de noviembre?

-Ha sido el dato más positivo de los últimos tiempos. Porque noviembre no es un mes tradicionalmente bueno. Para mí algo muy destacado, porque es estructural, es que estamos creando empleo creciendo poco más de un 1%. Eso nunca había pasado en la economía española. Eso quiere decir que las medidas de flexibilidad, la reforma laboral, están sirviendo. Antes necesitábamos casi un 2,5% para crear empleo. Es verdad que hay mucho empleo temporal y ojalá se pueda ir estabilizando. Pero en las dinámicas de las crisis siempre ocurre igual. El primer empleo que se destruye es el temporal, y cuando se empieza a salir es también ese tipo de empleo el que empieza a crearse primero. Por tanto, ahora hay una normalidad en la curva. La recuperación todavía es débil y con riesgo, pero si se asienta vamos a ver como la estela de la estabilidad irá creciendo. Esto siempre ha ocurrido y volverá a ocurri en esta ocasión.

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