Ruta del Ron

«Gitana», la tradición desde siglos aplicada a la era moderna

No es solo un equipo, es una familia con más de cien años de tradición en la vela

Pedro Sardina

Hablamos con las dos piezas fundamentales del equipo, Cyril Dardashti, «alma mater» del equipo y Sebastien Josse, uno de los patrones oceánicos más prestigiosos de Francia que tendrá que hacer volar al «Gitana»

Gitana no es un equipo de regatas al uso. Es mucho más que una familia con el objetivo de navegar cada día mejor. Cyril Dardashti, Team Director del proyecto nos lo cuenta. «En primer lugar, Gitana es una historia de familia que dura desde 1876 y el equipo fue creado en 2001 por el Barón Benjamín de Rothschild, que competía y que se dio cuenta de que la vela se dirigía hacia una profesionalización y que esto se tenía que hacer montando una “ecurie” como se hace en la fórmula uno ».

Dardashti es el miembro del equipo que más claro lo tiene, no en vano es el alma mater de los «Gitanos». «Se ha creado esta escudería para regatear, pero igualmente se ha hecho para transmitir conocimiento y darle una perennidad. Tenemos una trayectoria y un plan, y justamente la filosofía es de crear algo que perdure en la historia. Los Rothschild fueron y son unos apasionados de los barcos y la navegación».

No tiene que ser nada fácil elegir a los tripulantes en un equipo así. «Por un lado, los elegimos no tanto de forma individual, es decir que no necesariamente elegimos el mejor en cada rol, sino que la harmonía del grupo es muy importante para nosotros. A veces no vamos a coger el mejor para cada especialidad, pero más bien el que entre en la mejor alquimia del equipo. Es parecido a un equipo de fútbol; no necesariamente coges el mejor para cada puesto sino que intentas de buscar el perfil, y allí nos toca buscar el mejor, para obtener una harmonía que también corresponda a la imagen que tenemos tanto en el Grupo como en la familia. Es de hecho la alquimia del equipo la que te permite ganar».

Los objetivos son claros para los hombres y mujeres de Rothschild. «Poder dominar todo lo que hemos hecho a bordo de este barco, es decir hoy somos el primer equipo con un barco para competir y volar en alta mar y la mejor recompensa que podríamos dar al Grupo, a nuestro armador y al equipo completo sería ganar la próxima Ruta del Ron. Uno no se da cuenta, pero ha sido un trabajo enorme el que ha hecho el equipo desde hace ya casi 5 años, ya que empezamos a trabajar con los barcos voladores en 2013 y hoy creo que justamente poder ganar esta próxima edición de la Ruta del Ron que sale en octubre, sería la mejor recompensa» .

En la larga historia del equipo Gitana ha habido de todo. Son muchos años navegando. «En realidad, hay muchos buenos momentos, hay momentos de compartir cuando consigues hacer algo bien. Para nosotros el momento fue la botadura del barco, cuando lo metimos en el agua. Los últimos buenos momentos siempre son los que uno recuerda, pero dentro de los grandes momentos de Gitana y miramos los últimos, sería cuando el barco voló por primera vez. Fue una locura tras tantos planos y verlo en el papel, y cinco años más tarde ves en realidad que despega y vuela, fue emocionante para todo el equipo. Antes, hubo la botadura que también fue momento importante para el equipo que ha invertido más de 170.000 horas de trabajo. Luego hay momentos como la victoria en la Ruta del Ron en 2006. De hecho, hay muchos momentos que te conmueven. Es un trabajo de pasión en el que te inviertes. No cuentas las horas de trabajo. Hay mil momentos mágicos y no tiene que ser justamente en el momento de una victoria. Son los momentos que consigues y que te dices que todo lo que has hecho mereció la pena. El momento de poder hacer volar este barco fue increíble».

Gran desafío

Dominar un trimarán de 33 metros de eslora con dos foils se antoja complicado. «Es que es justamente todo el desafío que enfrentamos hoy. Aparte del hecho de que pesa 16 toneladas, estamos buscando formas para que Sebastién lo pueda llevar solo. Hoy sabemos que podemos hacer volar un barco con tripulación en una regata «offshore» pero ahora todo el trabajo se enfoca en buscar formas para que Sebastién lo pueda hacer solo. Pusimos el barco en el agua hace dos semanas y realmente estamos en las fases de preparación. Sebastién ahora hace las maniobras solo y el equipo técnico mira y busca formas de simplificar el sistema para que justamente lo pueda mejorar. Miramos como puede mover las velas, subirlas, hacer las maniobras».

Este barco también se utiliza como herramienta de marketing. «Habría que preguntarlo al banco, pero de forma objetiva, a mi me parece que cuando uno ve todo lo que hay a bordo a nivel de tecnología e innovación y ver esta gran y bella maquina volar no puede ser mas que una muy buena herramienta» .

Sebastien Josse

Sebastien Josse es el Skipper del Maxi «Edmond de Rothschild». Pertenece a una generación única de solitarios y quiere seguir haciendo historia. «Gracias a Eric Tabarly que empezó a competir en las regatas inglesas y a ganarles, los franceses vimos en esto muna forma de vida. Se convirtió en un héroe en Francia y una referencia por que era un francés que exportaba la victoria al extranjero. El mundo de la vela de altura en Francia ha evolucionado mucho desde de a época de Tabarly, Arthaud, Peyron, Bourgnon. La anterior generación se profesionalizó bastante, pero fue muy amateur también. Ahora la generación que llega después de la mía es para los que es realmente un deporte completamente profesional. Esta mucho más estructurado con centros de entrenamiento como Port la Foret y hay muchos mas conocimientos acumulados que se les ofrece a la generación que entra ahora» .

Sebastien Josse lo tiene muy claro desde pequeño y sabe como hay que llegar a ganar una Vendée Globe, o al menos a participar. «Primero hay pasar por lo menos 5 o 6 temporadas navegando en Figaro. Es imprescindible para aprender a navegar en solitario. Hay que ser buen marinero para poder navegar en la Vendée Globe y puedes, por ejemplo, haber sido tripulante en la Volvo Ocean Race. Hay gente que no tiene mucha experiencia, pero para poder hacerlo hay que ponerlo todo. Hay gente que se preparan 15 años y que no piensan más que en formarse para ello y otros que se preparan más bien para una gran aventura» .

Flipa cuando le preguntamos ¿cómo es posible que una sola persona pueda dominar este barco? «¡No lo sé todavía! Hay que hacerse con una base de mucho conocimiento de multicascos y luego con muchísima anticipación y tiempo pasado en el mar para conocer lo que uno es capaz de hacer. Con un barco de este tamaño el parte meteorológico pasa tan rápido que hay que anticiparse y por ejemplo cualquier maniobra tarda media hora o sea que hay que anticipar todo».

Y apostilla que, «Uno no puede realmente planificar casi nada. Es realmente el parte meteorológico y la salida de la regata con el Canal Inglés, el Golfo de Vizcaya, el trafico marítimo, que lo decide que vamos a hacer durante el resto de la regata. Luego, si hay mal tiempo tienes que estar arriba. A lo mejor al pasar la zona del trafico marítimo llegas a los Alisios y puedes descansar un poco. Pero primero hay salir de las zonas de riesgo».

¿Una vez que tenemos los foils en los barcos que va a ser de la vela tradicional? «He navegado mucho en Les Voiles de St. Tropez, antiguamente la Nioulargue, y los barcos de madera son una belleza, los Maxis, esa vela no va a cambiar. Los foils tardaran muchos años en ser democratizados».

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