José Luis Suevos Barrero - Ganando barlovento

Volviendo a los orígines

Llegó un momento con el nacimiento de la División IMS que la Copa acogió a dos ganadores

José Luis Suevos Barrero
Madrid Actualizado: Guardar
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Comenzó la 35 Copa del Rey Mapfre. Una nueva edición llena de novedades y, con una, que llama poderosamente la atención: vamos a tener solo dos ganadores. Mi primera incursión en la Copa del Rey Mapfre fue allá por el año 1986 con un «one tonner» que compre a mi amigo Manolo Fernández, que había alcanzado la gloria bajo el nombre de «Vento». Eran los tiempos de la División IOR. Tiempos en los que había que sudar sangre y rascarse muy bien el bolsillo para subir a lo más alto de podio. Tiempos en los que, como no puede ser de otra manera, hacíamos una regata larga de 120 millas, lo que realzaba más a aquella Copa del Rey Agua Brava.

Este va a ser un sistema con el que no todo el mundo va a estar de acuerdo, pero que para mí, si se hace bien con unos parámetros coherentes, es lo mejor que le podía pasar a la Copa del Rey Mapfre

Todo aquello pasó y llegó un momento con el nacimiento de la División IMS que la Copa acogió a dos ganadores, uno para los regata y otro para los cruceros. Ahí fue donde mi amigo Pelayo de la Mata se hizo dueño y señor de la categoría B de la vela internacional con el Cutty Sark. Luego llegaron otros tiempos en los que errores organizativos comenzaron a hacer temblar los cimientos de la era Puig y comenzaron a aflorar campeones de la Copa del Rey. El máximo de ganadores en un mismo año han sido ocho, lo que quitaba importancia a lo que había sido la mejor regata del Mediterráneo.

Ahora, este año, volvemos al sistema antiguo en el que solo habrá dos ganadores, uno en tiempo real y otro en tiempo compensado. Este va a ser un sistema con el que no todo el mundo va a estar de acuerdo, pero que para mí, si se hace bien con unos parámetros coherentes, es lo mejor que le podía pasar a la Copa del Rey Mapfre. Ahora se va a volver a la ilusión que hacía decir: «Yo soy campeón de la Copa del Rey». Un 10 para la mente que haya tomado esta decisión y espero que algún día volvamos a la primitiva formula de tener un solo ganador de la regata más importante que tiene España.

No quiero acabar sin pronunciarme sobre la frivolidad de incluir en el programa a una clase de catamaranes. Los GC 32, que tienen un circuito mundial y que quieren probar Palma como campo de regatas. No es por echar por tierra nada, pero en ninguna regata de crucero importante de Europa navegan catamaranes. Estos aparatos sirven para correr, pero tácticamente tienen muy poco. Dan espectáculo, sí, pero tal y como están colocados los campos de regatas en la bahía de Palma no creo que vaya a verlos ni el tato. No digamos si a la bahía le da por despertar y nos manda esas incómodas olas, que hasta a los monocascos les cuesta surcar. La Copa del Rey Mapfre no es para correr.

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