A la náutica española le asustan los rankings

En una sociedad tan competitiva, donde todo se mide y se analiza, siempre me ha sorprendido que en el mundo de la náutica española nunca aparezcan datos donde se verbalice el quien es quien.

No se si es que nadie se ha tomado la molestia de hacer esa labor de investigación o si el sector está tan atomizado que le da pavor dar a conocer algunos datos por si sale mal parado respecto al discurso que propaga por las tabernas o pantalanes…

Además, esta filosofía de meter la cabeza debajo de la tierra, cual avestruz, e inventar un discurso “creíble" creo que no lleva a ningún sitio bueno. No permite avanzar, no provoca confianza, y finalmente, el cliente final se siente atrapado en una falacia que genera una comunicación negativa sobre todo el sector.

A mi, por ejemplo, me gustaría saber cuales son las diez empresas de charter españolas que lo están haciendo mejor respecto a un baremo de calidad y de percepción del cliente. Pondría en valor a aquellos que lo están haciendo bien y serviría de acicate para aquellos buenos empresarios que no han salido tan bien parados en ese ranking, generando una meta sana u objetivo de cara al siguiente año.

Pero el charter náutico es un ejemplo. ¿Porqué no se sabe cuales son los medios de comunicación náutico con mayor aceptación por el lector? ¿Cuales son los que más se leen?

¿No te gustaría saber el ranking de las mejores escuelas de vela en España? ¿O de kitesurf?

Te vayas donde te vayas, no existen datos que pongan en valor a los que están haciendo las cosas óptima con los que no. Todos en el mismo saco y sale ganando el que sea más convincente con la medio verdad que tenga aprendida.

La opacidad que vive el sector náutico en España es otra de las espadas de Damocles que evita que los buenos empresarios den un paso al frente para liderar lo que sería la náutica del mañana. Ya lo comentaba en otro artículo respecto al nivel de asociacionismo que vive el tejido empresarial náutico, pero con estas reglas del juego, los mediocres se sienten muy cómodos y los buenos, prácticamente arrinconados.

Estamos envueltos en una maraña que crece y crece alimentada por los burócratas que mantienen caliente su sillón a base de la extendida ley del miedo… “No hagas esto que si sobresalen te apuntarán con el dedo”. ¡Basta ya de tanta barbaridad!

Apostemos por la transparencia y que destaquen lo buenos, no los mediocres.