La Federación navega hacia su autodestrucción

Jerez (Cádiz) Actualizado: Guardar
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La Real Federación Española de Vela ha entrado en un círculo vicioso del que difícilmente va a salir. Económicamente está hecha un auténtico desastre, pero lo cierto es que los actuales gestores no están haciendo mucho para arreglar la situación, sino más bien al contrario. Están siguiendo una política en la que primero soy yo y luego los demás. Es cierto que José Ángel Rodríguez heredó una federación en números rojos, pero no puede decir que no sabía dónde se metía, cuando él mismo fue vicepresidente nada más y nada menos que económico durante once años y hasta ocho meses antes de las elecciones.

Y la deuda monstruosa del ente federativo que podría rondar el millón de euros y con varias pólizas de crédito con bancos que difícilmente se renovarán, provocando que la situación de aquí a final de año pueda ser de concurso de acreedores. Pero para solucionar esto lo primero que ha hecho el nuevo presidente es seguir con la estela del anterior y se ha puesto un sueldecito, por si las moscas. Hasta la llegada de Gerardo Pombo la presidencia de la RFEV había sido altruista, al menos nominalmente hablando, pero ahora si no se cobra, no se trabaja. Es lo que nos han venido acostumbrando la mayoría de los actuales dirigentes del deporte federado español. Un modus vivendi en el que haya o no dinero en caja, haya o no dinero en recursos propios, lo primero es el sueldo del presi y de sus adláteres, y luego los deportistas y clubes –organizadores de los eventos- que se pongan a la cola de las migajas.

Y claro, como no hay donde repartir para todos, el primero en  caer ha sido el propio Pombo, que permitió que durante el proceso electoral el ahora presidente, no tuviera muchos problemas para llegar al trono. Supongo que Pombo esperaría la prebenda del Mundial 2014, pero el tiro le salió por la culata y su autocontratación, así determinada también por el juez, ha sido invalidada. Ahí Rodríguez Santos se ha cobrado alguna que otra deuda pendiente, y además si quiere cobrar él no puede pagar 60.000 euros anuales más gastos que se había puesto Pombo. O uno u otro. Y lo cierto es que no ha tenido muchas dudas a la  hora de elegir. Lo cierto es que visto lo visto en la última asamblea, donde la mayoría votó a favor del Balance de 2012 y al Presupuesto de 2013, la federación navega hacia su propia autodestrucción.

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