Roland Garros
Verdasco se da otro homenaje y elimina a Dimitrov
El tenista español ya está en octavos de final de Roland Garros tras eliminar al búlgaro
El tenis español se mueve ágil en tierra; el espacio donde el deporte de la raqueta sobrevive a los bombardeos que amenazan en las pistas rápidas. En este tenis de antes, Fernando Verdasco firma unos octavos de final de etiqueta y clase. Abrumó a Grigor Dimitrov para sentenciar que la vieja guardia tiene un reducto en el que seguir floreciendo (7-6 (4), 6-2 y 6-4).
Con 34 años, Verdasco es el veterano de este cuadro de Roland Garros en plena batalla entre dos mundos: los defensores del tenis de estrategia y puntos masticados y los que empujan con pelotazos sin pausa . En la arena, donde no dañan tanto los golpes sin control, el madrileño luce un gran estado físico y mental en este 2018 en el que ya fue finalista en el torneo de Río.
Alcanza los octavos, su techo en París, por séptima vez en su larga carrera con quince ediciones consecutivas. Fue la experiencia, ese tenis de potencia y control que maneja con su zurda, y también un día gris de Dimitrov, que ni es joven ni veterano (27 años) y que no acaba de encontrar su lugar a pesar de ser la quinta mejor raqueta del planeta .
El búlgaro, desposeído por fin y con gusto de las comparaciones con Roger Federer, encauzó el rumbo hacia las alturas tras ganar en noviembre la Copa de Maestros , premio a una temporada con los títulos de Sofía, Brisbane y el Masters 1.000 de Cincinnati. Pero la tierra para él es otro mundo. Ayer no tuvo ni el acierto ni la concentración para presentar más batalla que la del primer set, engullido después por Verdasco, que remontó un 1-3 en el tie break.
Es el madrileño quien celebra una ronda más en París, unos octavos contra Novak Djokovic , cada día un pasito más cerca de lo que es, el campeón de doce Grand Slams. El serbio sudó con Roberto Bautista (6-4, 6-7 (6), 7-6 (4) y 6-2), celebrada su ronda de octavos en memoria de su madre, fallecida hace una semana, y a pesar de enfados fuera de tiempo, y una rotura de raqueta impropia de quien fue número 1 durante 223 semanas, supo reconstruirse para demostrar que ya no está nada lejos de quien fue, y que el camino por fin es el adecuado. Verdasco y Djokovic protagonizan el domingo un duelo de vieja escuela, para mantener a raya a los que vienen, sufridores de una superficie en la que los pelotazos se diluyen.
Alexander Zverev , número 3 del mundo, lo sufre en estas primeras rondas, obligado a remontadas de órdago -ayer contra Dzumhur- para darles la razón a quienes ya lo sitúan en el número 1. Por el momento, el real, Rafael Nadal, juega el sábado contra Richard Gasquet. Otro duelo con historia, pues son enemigos desde alevines.
