La rodilla frena a Nadal

Cuesta encontrar un torneo en el que Nadal se haya bajado a mitad de camino . El respeto por el rival y la organización hace que el balear se lo piense mucho antes de no salir a la pista y por eso esperó ayer hasta última hora para comunicar que no iba a jugar su partido de cuartos de final del Masters 1.000 de París-Bercy ante Krajinovic. «Es un día triste para mí y para el torneo. Vine para dar el máximo, pero el jueves tenía mucho dolor. No quería parar y me dije que habría tiempo entre los dos partidos para seguir un tratamiento, pero hoy no me era posible jugar», reconocía triste Nadal.

Para encontrar un momento similar en la carrera del balear hay que remontarse un año y medio atrás, en Roland Garros 2016 , cuando no salió a la pista para enfrentarse a Marcel Granollers por un problema en la muñeca. Aquel fue un punto de inflexión para él antes de los Juegos de Río. Semanas que le sirvieron para poner a punto su cuerpo antes de la cita olímpica, pero sobre todo para recuperar la confianza perdida tras años de altibajos salpicados por lesiones. Nadal se despojó de la ansiedad y sentó las bases de un futuro brillante que le ha devuelto a lo más alto del ranking mundial en este 2017 plagado de éxitos y calculado al milímetro por el balear y todo su equipo.

Nada más acabar el Abierto de Australia, el español anunció su renuncia a la eliminatoria de Copa Davis ante Croacia y al torneo de Rotterdam, que justificó por el desgaste producido en la gira oceánica. Oxígeno para su cuerpo antes de encarar los primeros Masters de la temporada y el segundo Grand Slam. Un Roland Garros sobre el que giraba todo el año. Su gran objetivo. Para prepararlo a conciencia, y aunque tenía comprometida su presencia con Conchita Martínez , Nadal volvió a dar un paso al lado con el equipo nacional, ya que la eliminatoria ante Serbia no era en tierra batida. El éxito en París reforzó esa planificación sustentada en las alegrías, pero también en la idea de alargar al máximo su carrera. Jugar más y hacerlo con garantías de ganar.

«Esto no va sobre participar o no en Londres. Es sobre el largo plazo. Voy a tratarme porque creo que lo esencial es la salud y lo más importante es lograr seguir jugando al tenis el máximo tiempo posible», aseguraba ayer Nadal con el rostro preocupado tras anunciar su baja en el duelo ante Krajinovik . La Copa de Maestros es ahora su principal objetivo, aunque su entorno más cercano y los propios organizadores del torneo parisino ven improbable su presencia en el último envite del año. «Ahora mismo creo que tiene bastantes dudas acerca de jugar en Londres», señaló Guy Forget, director de París-Bercy , que durante toda la jornada de ayer estuvo muy cerca de Nadal.

En Londres, el tenista español tendría que forzar mucho su rodilla, ya que la superficie de cemento en la que se celebra el torneo no favorece su participación. Además, Nadal ya se ha asegurado acabar el año en el número uno , lo que le permitirá ser el tenista de mayor edad en conseguir ese hito. Un broche perfecto para terminar un 2017 en el que volvió a demostrar que es uno de los deportistas españoles más grandes de todos los tiempos y que aún le queda cuerda para seguir acumulando éxitos. Por eso, parar a tiempo y mirar hacia el futuro es su prioridad para tratar de alcanzar un nuevo título en Australia, el único grande que solo ha podido levantar en una ocasión.

El que no estará en la Copa de Maestros es el argentino Del Potro , que perdió ayer ante Isner en París-Bercy (6-4, 6-7 y 6-4) y se despidió de cualquier opción de clasificación para el último torneo del año en el que Federer aparece como principal favorito para alcanzar el título.