Real Madrid

La arriesgada apuesta por los niños prodigio

Vinicius y Rodrygo son dos ejemplos de cómo los grandes clubes buscan al crack del futuro a una edad temprana, obligados por la inflación del mercado

Rodrygo y Vinicius, el pasado miércoles en el Bernabéu EFE
Rubén Cañizares

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La noche del miércoles, millones de madridistas durmieron a pierna suelta, viendo a su equipo líder en solitario de la Liga, algo que no sucedía desde hacía dos años y medio. También sus jugadores, Zidane, y los directivos del club blanco, con una felicidad especial en el presidente de la entidad. La atrevida apuesta que inició hace ya unos años Florentino Pérez , poniendo el foco en el talento inferior a los 18 años por culpa de un mercado inflacionado, no parece generar ilusión en un sector de la afición, pero ello no provoca ni una mínima grieta de duda en el mandatario ni en la dirección deportiva. Ante el Osasuna, el Madrid se acostó en lo más alto de la tabla gracias a los goles de Vinicius y Rodrygo, dos de los grandes talentos del fútbol brasileño y mundial. Ambos fueron fichados cuando aún eran menores de edad, con la esperanza de que marquen el paso durante la próxima década.

«En un mercado donde se mueve tanto dinero y se pagan elevadas cantidades en los traspasos, los grandes clubes han decidido apostar por pagar cifras importantes por promesas que apuntan a ser estrellas. Es una decisión arriesgada, claro, pero entra dentro de la lógica del mercado actual, porque si además no eres tú el que ficha a ese jugador emergente será uno de tus grandes rivales, nacional o internacional, quien lo haga», explica a ABC Ginés Carvajal , uno de los agentes españoles con mayor pedigrí.

Top mundiales inaccesibles

La apuesta del Madrid por jugadores jóvenes ha sido absoluta desde que el precio de los galácticos se disparase a cantidades fuera de lugar. Odegaard, Asensio, Ceballos, Kubo, los propios Rodrygo y Vinicius... El club blanco entiende que no se puede competir con clubes que tienen detrás de sí países que actúan como colchón financiero. Así, es materialmente imposible repetir la fórmula de la primera era de Florentino como presidente, en la que el mejor jugador del mercado no pasaba de lo 70-75 millones (véase Zidane), cantidad fácilmente amortizada. Los 300 que cuestan hoy los Mbappé, Neymar o Kane de turno son operaciones que pueden llegar a poner en peligro la estabilidad económica de un club, por mucho que se llame Real Madrid.

Dentro de esta política, el abanico de precios también muestra las vicisitudes del mercado. El talento joven nacional suele ser el más accesible y con las mejores condiciones -Asensio (4), Brahim (15), Ceballos (16,5)-, mientras que el sudamericano, con especial mención al brasileño -Vinicius (45) y Rodrygo (45)-, suele conllevar el mayor gasto y riesgo. Si no explotan a crack, quizás la inversión no haya sido tal. Por en medio, hay gangas como las de Kubo (2) u Odegaard (4) trabajadas en silencio y con exitoso final, que pueden compensar fichajes fallidos, pero este patrón no siempre es así ni asegura réditos a corto plazo, urgencia de la mayoría de los trasatlánticos de Europa, como el Real Madrid . De todos ellos, solo hoy Asensio ha explotado como figura, pero entre el bajón deportivo del pasado curso y la lesión grave de este, el balear lleva año y medio lejos de lo que llegó o aspiraba a ser.

La idea del Real Madrid de salir al mercado a fichar jugadores que aún no tienen ni el carnet de conducir ha hecho escuela entre sus grandes competidores. Manchester City, PSG, United, Atlético o Barcelona empiezan a destinar partidas de su presupuesto a esos futuros Messis y Cristianos: «Está claro que sale más rentable fabricarlo que comprarlos hechos, pero no todas las adquisiciones de jugadores jóvenes salen cara. Esto no son matemáticas», explica Ginés.

Ahí están los 127 millones que ha pagado el Atlético por Joao Félix, la cifra más elevada de la historia del fútbol por una promesa de 19 años, y aunque la operación tiene buena pinta, lo elevado del precio no deja resquicio ninguno al error. Si no sale crack absoluto, la inversión generará pérdidas no solo en lo deportivo, sino también en lo económico. Fichar futuro a precio de realidad también tiene sus consecuencias cuando no das con la tecla adecuada.

Por eso, esta tendencia del mercado en los clubes más poderosos genera tanta división. Muchos hinchas creen que sería mejor no pagar esas pequeñas y medias cantidades por promesas o jugadores a medio hacer, y poner el dinero en un top mundial como hacía a principios de siglo el Real Madrid . Pero es que hoy no se trata solo de evaluar el impactante precio de traspaso de una estrella mundial. Los sueldos tampoco son los de hace veinte años. Zidane o Figo, los dos emblemas del Madrid galáctico, ganaban seis millones de euros. Hoy, las figuras no bajan de los 25-30 millones anuales. Así está un mercado donde ahora las promesas, incluso a ciegas, son las piezas más codiciadas.

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