Lorenzo no cede

La cara y la cruz en este 2015 sorprendente. Para Jorge Lorenzo la cara, exultante en su cuarta victoria consecutiva. Para Márquez la cruz, en un año que ya quiere que se termine después de sumar su tercer cero por una caída en la tercera vuelta en su intento por coger la primera posición de la carrera. Suerte, confianza, simplemente motociclismo. [Así hemos narrado la carrera]

No le quedaba otra, aceptaba, que arriesgar. Y en casa, además. Pero a Marc Márquez se le acabó muy pronto la carrera, y casi, casi el Mundial. Apenas tres vueltas, tres giros en los que se puso segundo, acosó a Jorge Lorenzo, perfecto en la salida, pero se quedó sin paciencia. Un desequilibrio lo obligó a ir largo en una curva para no chocar con la Yamaha y aterrizó en la grava.

El riesgo. Otro cero. Un año para olvidar. «Cuando no estás listo para estar delante y lo quieres hacer sí o sí pasan estas cosas. No estaba pilotando mal, pero estaba al límite. Estoy decepcionado porque creía que podría estar luchando por el podio hoy, pero...», mezcla de deportividad y pesar. Poco acostumbrado a esta situación tan adversa. Acumula en siete carreras más abandonos que en sus dos temporadas en MotoGP.

El riesgo dejó la pista libre para Lorenzo, que pasó de ver en su pizarra que Márquez estaba pegado a su rueda en la segunda vuelta, a tener una distancia de segundo y medio sobre Rossi en la tercera. Cambio de acosador, y de velocidad, porque el balear no quiso pasar apuros y se mantuvo firme con un ritmo endiablado que no pudo seguir el líder del Mundial durante buena parte de la carrera. Solo al final levantó un poco el acelerador Lorenzo. El calor del mediodía barcelonés hizo mella en el balear, que vio cómo Rossi circulaba unas milésimas más rápido en cada vuelta, intentando darle alcance. Nadie en la parrilla entiende el annus horribilis de Márquez, como tampoco pueden explicarse el magnífico trabajo de Rossi. «Yo solo lo entiendo porque ama las motos más que a nada. Pagaría por pilotar», trataba de dar una explicación Aleix Espargaró en los días previos a la carrera. Un Espargaró que, después de vestirse de héroe en el sábado de la clasificación, con la primera «pole» de Suzuki en ocho años, terminó con su sueño de luchar por el podio en la grava a seis vueltas para el final. Decepción en el piloto de Granollers, que no podrá celebrar su buen rendimiento ante los suyos. Su compañero, Maverick Viñales, sí pudo aumentar su alegría con una sexta plaza para el debutante en la categoría.

En Honda, al menos, pudieron celebrar algo en este domingo luminos en Montmeló. Oscurecido por una operación que lo sacó del Mundial durante tres grandes premios, Dani Pedrosa vuelve a su sitio, a luchar por las victorias y, al menos, subir al podio. Superó a Aleix Espargaró, presa de los nervios con una mala salida, y consiguió seguir la estela de las Yamaha. Poco más pudo hacer, pero más que suficiente para asegurar la tercera posición y estrenar un podio en este 2015. Las Ducati celebraron como un triunfo la cuarta posición de Iannone después de que Dovizioso encadenara su segundo abandono, por una caída.