Aleix Espargaró vuela hasta la pole

Pedía más gritos en esa zona del circuito de Barcelona que se llama Estadio. Golpeaba amistosamente el carenado. Se levantó sobre su moto y voló por encima del asfalto. Aleix Espargaró celebraba como una victoria la primera pole del año. Un sueño con el que se fue a dormir ayer, con los mejores tiempos del viernes, y con el que se despierta hoy en el Gran Premio de Cataluña, en el circuito que casi se puede considerar su patio de recreo, tan solo a cinco kilómetros lo separan de Granollers, su casa.

Había avisado, pero no quería enseñar todos los dientes en su alegre sonrisa. Quería apaciguar los ánimos aunque la Suzuki hubiera dado un paso de gigante al arañar esos tres kilómetros más por hora que los han impulsado hasta las posiciones de arriba.

Los, en plural, porque detrás de Espargaró se sitúa con madurez y calidad Maverick Viñales. Las dos Suzuki se unen a la fiesta. «Ha sido increíble. Tenemos una gran oportunidad para mostrar nuestra potencia y nuestras mejoras. Daremos todo lo que tengamos», confesaba el de Figueres.

Después de una sesión en la que se fueron sucediendo los líderes desde que Lorenzo, como siempre, puso la rueda en el asfalto libre de circulación de Montmeló. Fue el balear quien logró la primera posición en su primera oportunidad con su 1.41.008. «Hemos hecho un gran trabajo en estos dos días. Lástima en esa última parte del trazado que hemos tenido algunos problemas, pero es la primera línea».

Pero se iba a vender cara la «pole». Por debajo del 1.41 llegó poco después Espargaró, pero sabía que no iba a ser suficiente. No lo fue porque acudió Marc Márquez a corroborar su mejoría, una vez que parece haber encontrado cierta estabilidad en su indomable Honda.

Con neumáticos frescos, de nuevo fue Lorenzo, que no quiere ceder ni un milímetro de su estado de gracia, quien volvió a circular en casco rojo (es decir, mejorando en cada tramo los registros del que va primero en esos momentos), hasta pasar la línea con un 1.40.646 que le daba la pole. El balear no estaba convencido de ese resultado, a pesar de ser muy bueno, porque sabía que las Suzuki todavía tenían una pizca más de energía con los neumáticos nuevos. Así fue, primero fue Espargaró quien, brillante con su 1.40.546, celebró con rabia una «pole» virtual. Todavía quedaba por llegar su compañero de equipo, que no pudo superar su tiempo, pero sí el de Lorenzo (1.40.629), para auparse hasta la segunda posición y rubricar una mañana fantástica que había comenzado con su #25gang en lo más alto de la clasificación de los terceros entrenamientos libres.

Pero todavía aguantaron la respiración los tres primeros, satisfechos con su trabajo. También mejorando sus respectivos registros se deslizaba Marc Márquez, que siempre apura hasta el último suspiro, pero el vuelo se le quedó a medias en el último tramo y terminó cuarto. Quinto fue Dovizioso, la sexta posición para Pedrosa y Rossi terminó séptimo.

«Todo o nada. Fui a por todas y casi me caigo en la última curva. Pero finalmente lo hizo. Gracias al equipo por estar trabajando en estos dos últimos meses en los que hemos conseguido este regalo. Mañana haré lo posible por luchar por el podio», explicaba un exultante Espargaró que tiene más cerca el sueño con el que se alimentaba de pequeño en este mismo circuito, su patio de recreo.

En Moto2, Johann Zarco se encargó de dejar claro a sus rivales que no va a ceder ni un milímetro en la lucha por el título mundial. Superó a Jonas Folger y Tito Rabat y saldrá primero el domingo. Y en Moto3, Enea Bastianini logró la primera pole de su carrera, por delante de Danny Kent y Jorge Navarro.