Las españolas no reaccionan ante el dominio de Nelly Korda

Las terceras rondas en los torneos de golf se suelen denominar las jornadas del movimiento. Son aquellas en las que, una vez superado el temido corte, los jugadores se lanzan en tromba a tomar posiciones para la última sesión, en la que quieren salir lo más arriba posible para optar a lo máximo. Sin embargo, ya sea porque en el exigente recorrido de Kasumigaseki no sopló una gota de viento que le diera picante a la cosa o porque en esta competición olímpica no se produce esa habitual criba, en esta ocasión se vivió una jornada bastante plácida, en la que las de arriba continuaron con su estatus y las de abajo no pudieron reaccionar.

Ese fue el caso de Nelly Korda, que después de su exhibición del jueves, en la que terminó con cuatro golpes de renta, supo guardar la ropa para acabar la de hoy con tres de ventaja; eso sí, sobre un grupo perseguidor que le pondrá las cosas difíciles de cara a su objetivo de lograr la medalla de oro para concluir en un mes mágico para ella, en el que ya ha logrado un triunfo en un grande (el KPMG) y el número uno del mundo. La estrategia, no obstante, le vino dada sobre la marcha, pues después de un buen comienzo de vuelta, en el que volvió a mostrarse su superior al campo (en el hoyo 6 ya marchaba tres abajo), un pinchazo el 8 le devolvió la seriedad al rostro y a partir de ahí firmó todo pares hasta la conclusión. De manera que con dos de menos dejó un (-15) en la casa club que fue inalcanzable para la india Aditi Ashok (-12), que cada vez está más confiada de sus posibilidades y del cuarteto formado por la neozelandesa Lydia Ko, la australiana Hanna Green, la danesa Emily Pedersen y la japonesa Mone Inami (-10). De todas ellas Ko es la favorita al asalto de las medallas, pues ya fue plata en Río y quiere volver a lo más alto después de su gran carrera de niña prodigio (debutó a los 14 años en el LPGA Tour) que este año ha recuperado con su victoria en abril en el Lotte Champinship.

Por lo que respecta a las españolas, vivieron un día extraño en el que apenas pudieron moverse de la parte media de la tabla. Carlota Ciganda, que en medio de una vuelta agitada tuvo un brillante momento de inspiración entre los hoyos 5 y 7 (dos birdies y un eagle), acabó con bogeys en los dos finales para un total de uno abajo que le hizo concluir con (-1) en el total en el puesto 29. Azahara Muñoz, por su lado, ya pasó los agujeros de ida con uno de más y el tropezón en el 18 le llevó a una tarjeta de más dos, para ese mismo acumulado total (-2), con el que bajó dos plazas hasta la 48.

Ahora bien, la conclusión del torneo está pendiente de la evolución de las previsiones climáticas. Para mañana está prevista la llegada de un tifón a la isla y, en caso de no poder concluirse los 18 hoyos previstos, habría que trasladar el cierre hasta el domingo, donde los augurios tampoco son muy prometedores. Por eso, no cabe descartar que los resultados que ahora mismo están en vigor sean los definitivos. Sólo habría que determinar qué hacer con la hipotética medalla de bronce, si buscar un hueco bajo la tormenta para que el cuarteto perseguidor citado se lo decida en un desempate o compartirla entre todas ellas si es imposible realizarlo. En cualquier caso, Korda y Ashok ya han hecho sus deberes y no deben de estar muy preocupadas por las tormentas.