Pedro García Cuartango

El genio maligno

El duende cartesiano pareció distraer a una selección francesa, que pasó serios apuros contra Australia. El equipo carece del talento del que ganó la Eurocopa con Platini en 1984 gracias a un fallo de Arconada

Francia es una de las grandes incógnitas en este Mundial. Tiene un equipo que le permite aspirar a todo, pero no inspira ninguna confianza. Ayer ganó con muchos apuros a Australia, un conjunto con oficio que puso en evidencia sus debilidades.

Los «blues» poseen posiblemente el mejor ataque de la competición con Griezmann, sustituido en el segundo tiempo, Mbappé y Dembelé. Pero carecen de la creatividad de aquella selección de los años 80, en la que brillaban Platini, Giresse, Tigana y Rocheteau. Esa generación ganó ante España la Eurocopa de 1984 gracias al fallo de Arconada, lo que demuestra que el mejor escribano echa un borrón. Recuerdo que vi aquel partido en un hotel de Milán por razones de trabajo. Estaba solo y mi frustración fue enorme. Acabé la tarde paseando por el castillo de los Sforza, maldiciendo la eterna mala suerte de La Roja.

Pero España no tenía un jugador como Platini, que obtuvo el Balón de Oro por tres veces consecutivas y jugaba con tiralíneas. Era el arquitecto de una formación que encarnaba la racionalidad cartesiana que impregna la cultura francesa. Aquel equipo combinaba el orden con la inspiración. Platini tenía un toque de balón excelso, mejor incluso que el de Zidane.

Francia es un país que rinde culto a la razón y la simetría, como se puede ver en sus jardines y en sus ciudades. No en vano Descartes fue el primer pensador que defendió la autonomía de la ciencia frente a la fe. Pero también introdujo la sospecha de que nuestras sensaciones podrían ser el engaño producido por un genio maligno. Ese duende perturbador pareció ayer afectar a los jugadores de Deschamps. Estuvieron dubitativos e inseguros, sin saber dar réplica al bien organizado conjunto australiano.

Lo que sí sabemos con certeza cartesiana es que la Francia de Griezmann y Varane carece del talento que poseía aquella selección de Platini y del que exhibió el conjunto liderado por Zidane que ganó en Paris en 1998. El filósofo de La Haye señalaba que el talento es la cualidad mejor repartida porque todo el mundo cree tener suficiente. A este equipo francés le falta un poco para llegar lejos en el Mundial de Rusia.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación