Aunque su palmarés en cuanto a títulos es más bien reducido, el veterano seleccionador portugués Fernando Santos puede presumir de ser el primer técnico luso que ha dirigido al Oporto, el Sporting y el Benfica, los tres grandes de su país, aunque él se declara seguidor y socio del club de Da Luz, donde llegó para reemplazar a Ronald Koeman y en 2007 fue sustituido por el murciano José Antonio Camacho.

Serio y reflexivo, habla con un hilo de voz bajo y cuesta sacarle alguna sonrisa en las conferencias de prensa. A sus 61 años y en víspera de una semifinal de la Eurocopa, parece hasta triste. Pero es un tipo pragmático, metódico, que desoye las críticas, no se ve afectado por el foco mediático y va a lo suyo, sin meterse tampoco en grandes conflictos. Se encuentra ante la oportunidad de su vida. Tras conducir a Grecia hasta los cuartos de final de la Eurocopa de 2012, donde cayó frente a Alemania, y clasificarla también para la Copa del Mundo de Brasil, donde los helenos fueron apartados en octavos, por penaltis, ante la Costa Rica de Keylor Navas, acudió al rescate de su país.

Cuando su carrera ya parecía agotada, Portugal se acordó de él en septiembre de 2014. La etapa de Paulo Bento se había agotado tras un desastroso Mundial y, la considerada por los medios locales «vergonzosa» derrota ante Albania, en el primer partido de clasificación para el torneo francés. Santos aceptó el reto de devolver al grupo el carácter competitivo y la unión de la que carecía.

Aunque las 'Quinas' están a un paso de alcanzar la segunda semifinal de la historia, Santos recibe encendidas críticas por el juego rácano de un equipo con un elenco de buenos jugadores, pero incapaz de vencer antes de la pórroga (Croacia) o los penaltis (Polonia) en esta Eurocopa. «Nos gustaría ofrecer espectáculo, pero no siempre así se ganan los torneos», resumió este lisboeta con tono conciliador, como buen diplomático, pero con las ideas firmes. «Esas críticas no me preocupan, ni tampoco a mis jugadores. No estamos aquí para ser bonitos o feos. No me importa ser el patito feo; lo que quiero es llegar a la final. Si me preguntan ¿prefiere ser bonito y estar en casa o ser feo y estar en semifinales de la Eurocopa?, prefiero ser feo», afirmó.

Todo por y para Cristiano Ronaldo. A sabiendas de contar con uno de los mejores jugadores del planeta, Santos ha armado un equipo poderoso atrás y alrededor de su estrella hacia adelante. Pese a que el astro del Real Madrid desempeña un papel gris hasta ahora, con sólo dos goles anotados en su doblete ante Hungría, le defiende en cuanto tiene ocasión y cree que puede decidir la cita de este miércoles en Lyon.

«No se puede comparar el Ronaldo del Real y el nuestro. Ronaldo ha estado fantástico con Portugal y estamos muy satisfechos con él. Es un ejemplo para el equipo. Su altruismo como capitán es un referente para la selección», ha insistido en sus últimas comparecencias. Y Santos puso como ejemplo su actitud cuando fue a buscar a Joao Moutinho para animarle a que tirase el penalti en la tanda ante Polonia. «Los mejores del mundo y, en ese caso el mejor, siempre marcan. Tengo la convicción de que Cristiano lo hará en el próximo partido», añadió, confiado.

El técnico portugués no avanzó si podrá contar con Pepe, a quien horas antes definió como un «líder, la extensión del entrenador en el campo». «No voy a responder si va a jugar o no. Voy a dormir tranquilo porque hay dos buenos centrales que podrían sustituirlo. Es un partido difícil y hay que estar al cien por cien para disputarlo. Tomaré la decisión a última hora», subrayó el seleccionador de las 'Quinas', al que no le gusta que el partido contra Gales se presente como un enfrentamiento directo entre Cristiano Ronaldo y Gareth Bale.