El hombre que marcó aquel penalti a lo Panenka frente a Italia en aquellos cuartos de final de la Eurocopa de 2008 que rompió el gafe de España, erró una pena máxima en Burdeos, condenó a la selección, a la postre, a emprender el camino más difícil; el más extremo, hacia la final del próximo 10 de julio en París. Cuando el árbitro holandés señaló el punto que dista once metros de la línea de gol, Sergio Ramos, el capitán, atrapó el balón y se dispuso a disparar. En la portería, Subasic, el meta croata. Antes de que lanzara el central del Real Madrid, el cancerbero del Mónaco se adelantó -algo prohibido-, y el andaluz erró la oportunidad, el momento que hubiera puesto a La Roja por delante en el marcador. Decepción. Se trataba, en este sentido, de la octava pena máxima fallada por la defensora del título continental de las últimas 16 ejecutadas. Vamos, que el grupo de Vicente del Bosque padece una maldición en esta faceta del juego. Con el técnico salmantino, en total, se han desechado el 45% de estos disparos (13 de 29).

Lejos de esconderse, eso sí, Ramos atendió el primero a los medios de comunicación. Dio la cara. Y lamentó, por supuesto, ese error, además de calificar el encuentro como «extraño». «Ha sido un partido un poco raro. Al principio hemos dominado, hemos tenido ocasiones, nos hemos adelantado en el marcador y después hemos perdonado. Yo también he tenido la ocasión con el penalti de adelantar al equipo, pero no ha sido así. Ha sido una pena, pero es lo que tiene el fútbol», se dolió el futbolista del Real Madrid, después del duelo, tras fallar por segunda vez un penalti con La Roja. De hecho, en una fase final de la Eurocopa, España ha desaprovechado un disparo desde los once metros en cinco oportunidades: Dani, 'Lobo' Carrasco, Míchel, Raúl González y Sergio Ramos. Eso le convierte en el grupo que más penaltis ha tirado a la basura en el torneo continental.

Árbitro de mal agüero

Si España tiene mala suerte desde ese punto que se coloca a once metros de la portería, tampoco es que ande mejor con el árbitro que dirigió el encuentro de en Burdeos contra Croacia: el holandés Björn Kuipers, multimillonario, con un patrimonio cercano a los nueve millones de euros. Tres encuentros, tres derrotas. Garantía de lloro para una España que ahora tendrá que escalar una montaña. Aunque eso le da igual a Sergio Ramos. No le importa. «Ahora te toca bailar con la que a priori son favoritas -en primer lugar Italia el próximo lunes en París-, pero yo siempre lo digo para ser campeón hay que ganar a los mejores y en esta Eurocopa se ha demostrado que cualquier equipo, a pesar de no ser favorito, te puede ganar y dejar fuera», analizó el futbolista de Camas.

Por cierto, defendió el estado de forma de España, a pesar de que se le observó con un punto menos de chispa que en los duelos precedentes. «Creo que el equipo en líneas generales ha estado bien, a diferencia del marcador. No hemos sabido aprovechar la diferencia cuando íbamos por delante, pero el cansancio no es excusa, ha sido un partido muy raro. Ahora hay, porque podríamos habernos ido con un buen resultado haber pasado que pasar página y aprender de este partido para que no se vuelva repetir en octavos», pidió.