Eurocopa 2016

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Alemania-Italia Así fue la agónica tanda de penaltis

Hasta 18 penaltis fueron necesarios para deshacer el empate entre Alemania e Italia

Zaza falla ante Neuer
Zaza falla ante Neuer - REUTERS

Anoche en Burdeos se vivió una de las tanda de penaltis más erráticas de la historia de la Eurocopa y, lo que es seguro, la más larga. Solo en el Italia-Checoslovaquia (nueve a ocho a favor de los centroeuropeos), del tercer y cuarto puesto del campeonato celebrado en 1980, también hubo dieciocho lanzamientos entre ambos equipos.

Como anoche en el Matmut Atlantique. Nueve lanzamientos cada uno tuvieron que acometer Alemania e Italia para decidir el tercer semifinalista del torneo, tras una ronda inicial de cinco que acabó en un sorprendente empate a dos. Buffon y Neuer pararon los penaltis de Muller y Bonucci, respectivamente. La tragicomedia fue obra de Zaza y Pellè en el bando transalpino y de Ozil y, sobre todo, Schweinsteiger en el lado germano. La pena máxima del mediapunta del Arsenal se marchó al palo, y por ahí tiene una disculpa, pero los otros tres disparos están más cerca de una pachanga de solteros contra casados que de unos cuartos de una Eurocopa

Mención especial al penalti de Simone Zaza. El delantero de la Juventus saltó al terreno de juego en la prolongación de la segunda parte de la prórroga, un cambio inocuo para el marcador final. El único objetivo de Conte era mandar al ariete a los once metros para su minuto de gloria. Mala elección del seleccionador italiano. Zaza, en un ridículo camino hacia el punto de penalti, mitad baile de adolescente en plena fiesta de fin de curso, mitad pisaúvas en un lagar, mandó el penalti a un lugar de la estratosfera que aún está por determinar. Chiquito de la Calzada seguro que se habrá levantado hoy orgulloso de la genial imitación del humorista español por parte del ariete italiano.

Tampoco estuvo fino Pellè, que pareció sufrir un calambre repentino al golpear con el interior de su bota derecha el cuarto penalti de Italia. La pierna se le agarrotó y el balón salió mordido y alejado un par de metros del palo derecho de Neuer, el gran triunfador de la tanda de penaltis junto a Hector.

Low sale reforzado

El seleccionador germano se la jugó con su cambio de esquema. ¿Cómo contrarrestar ese infalible 3-5-2 de Italia lleno de sudor y eficacia? Dándole de su propia medicina. Eso debió pensar Joachim Low y así planteó el partido. Draxler al banquillo, Hector al campo, y un cambio de sistema en los germanos. El mítico 4-4-2 que le llevó a la gloria en Brasil hace dos años, enterrado. La decisión de Low evidenciaba que el miedo le había ganado al talento en las horas previas al choque, y cuando esto sucede, el fútbol normalmente suele premiar al que ha sido fiel con sus ideas. Pero, sin que sirva de precedente, en esta ocasión, la osadía de Joachim Low le salió de cara.

El lateral izquierdo del Colonia dio la asistencia en el tanto de Ozil y acabó llevándose la gloria, a caballo con Neuer (dos penaltis parados; Buffon solo detuvo uno), anotando el noveno y decisivo lanzamiento que clasificaba a Alemania para las semifinales de la Eurocopa

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