Las tres veces que el Real Madrid quiso fichar a Messi

La Cadena Cope desveló anoche en El partido de las 12 las tres ocasiones en las que el Real Madrid tanteó a Leo Messi para fichar por el equipo blanco.

Según la Cope en las tres ocasiones fue el Real Madrid quien llamó a Messi, y no al revés, y en todas ellas la respuesta fue la misma: «Gracias por el interés, pero mi club es el Barça. No hay dinero que compre mi felicidad en Barcelona». Así de tajante, sin dar la más mínima opción a los emisarios del conjunto blanco.

Se da la curiosa circunstancia que siempre las llamadas al astro argentino se han producido en momentos coyunturales que han tenido que ver con las situaciones contractuales de Cristiano Ronaldo y de Neymar.

La primera intentona del Real Madrid para fichar a Messi se produjo en el segundo trimestre de 2011. En el conjunto blanco se temía que Cristiano Ronaldo abandonara el club por una mareante oferta del Manchester City, y fue entonces cuando pusieron en marcha la maquinaria para sustituir a una estrella por otra. El Real Madrid utilizó como intermediario para fijar esa reunión a una persona que no estaba en el club, pero que era y es de la máxima confianza de Florentino Pérez. Y la respuesta fue rápida y contundente: «Gracias por el interés, pero Leo no se mueve».

Dos años más tarde, el Real Madrid volvería a la carga, en el verano de 2013. El futuro de Cristiano Ronaldo estaba en el aire; el jugador luso no terminaba de firmar la renovación y los grandes clubes ingleses estaban al acecho. Además, Florentino Pérez había sufrido un serio revés: el Barça le había arrebatado a Neymar. Esta vez fue un alto ejecutivo del Real Madrid quien forzó el encuentro y la reunión. Pero volvieron a pinchar en hueso; la respuesta fue la misma que hace 2 años: «Gracias, pero no».

Y hubo una tercera vez, una tercera reunión. Hace algo más de un año. El mismo alto ejecutivo del Real Madrid que llamó en 2013, volvió a llamar, ya sin tanta fe, a Leo Messi. Mismo procedimiento, mismos protagonistas, reunión protocolaria, y misma respuesta: «Gracias, pero no». Y hasta hoy.