María pry, entrenadora del Betis
María pry, entrenadora del Betis - Real betis Balompié
Liga Iberdrola

Solo dos mujeres jefas de mujeres

María Pry y Mila Martínez, las dos únicas mujeres entrenadoras de la Liga Iberdrola, quieren dejar de ser la excepción

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Son las excepción a la regla. Son Mila Martínez, en el Albacete, y María Pry, en el Betis, todavía una rara avis en los banquillos españoles de la Liga Iberdrola. Las únicas mujeres que dirigen a mujeres. Fueron jugadoras antes que frailes y conocen como pocos los avatares del vestuario, del campo, de los despachos. En el césped, las dos trabajan hacia el mismo objetivo para sus equipos: sumar el mayor número de puntos posibles antes de Navidad para dar un respiro a los nervios de esta primera parte de la temporada. Más allá de los estadios, tanto Martínez como Pry buscan que su ejemplo deje de ser una excepción y se convierta por fin en una regla: ellas, en los banquillos.

«Hay un déficit muy grande a nivel nacional. Solo somos dos este año y no ha habido muchas más en los anteriores. Hay mujeres muy bien formadas, pero si los clubes no ofrecen las mismas oportunidades no se cambiará nada», señala Pry, en su quinta temporada de verdiblanca, primera en la máxima categoría. «También las exjugadoras estamos dando el salto a sacarnos los títulos. Antes debías compaginarlo con un trabajo y al final era un hobby al que debías dedicar muchas horas si querías progresar con tu equipo. Estoy convencida de que en unos años veremos a muchas más mujeres en los banquillos. Si ahora están comenzando a ser profesionales, la cadena seguirá», añade Martínez, tres campañas con el primer equipo, después de haber dirigido al filial.

A ellas y a ellos

Las dos cambiaron las zapatillas de tacos por las pizarras de un modo natural, lo llevaban dentro, pero no por eso dejaron de formarse para ser las mejoras entrenadoras posibles. De chicas o de chicos. «No me dan un temario diferente en la clase si hay hombres y mujeres. Creo que debe ser así para educarnos en igualdad. La experiencia después en el campo ya te indica que puede haber matices diferentes entre ellas y ellos, pero como de un vestuario a otro», explica Pry. «En técnica y en táctica un equipo femenino no tiene nada que envidiar a uno masculino. En el aspecto físico sí, claro, pero en cambio ellas suelen ser bastante más solidarias con el balón. Nosotras hacemos muchas actividades de grupo porque vienen mujeres al equipo que deben compartir piso con otras a las que no conocen. Esa unión se fomenta fuera, pero repercute mucho dentro del campo», subraya Martínez. «En el aspecto emocional también puedes notar algo diferente, pero es un trabajo de los psicólogos que no afecta al rendimiento ni a la calidad. Y creo que ellas pelean más. Las mujeres que practican fútbol lo hacen por pasión, casi contra lo establecido, y su devoción es mayor. Los hombres lo tienen como algo más natural, e incluso lo pueden ver como una vida de futuro. Nosotras sabemos que tenemos que seguir peleando y mantener la ilusión para seguir creciendo», completa Pry.

Tienen todavía muchos techos de cristal que romper, pero a través del vidrio ven un futuro halagüeño. «Antes esto del fútbol era como ir al gimnasio, una afición para hacer un poco de deporte. Ahora tenemos nuestros contratos y contamos con todos los recursos para ser lo más profesionales posible», explica Martínez. «En el Betis nos tratan con el respeto digno de la categoría. Yo aspiro a que el día de mañana haya muchas jugadoras que vean que el camino de María Pry les ha dejado una huella, que vean que la evolución es posible y que te hace mejor persona y mejor futbolista». Las pizarras también son suyas.

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