Polémica

Un lío de pelotas en Segunda B y Tercera división

Pinchados, rotos o deformados. El fútbol modesto denuncia la mala calidad de las pelotas elegidas por la RFEF este curso

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Entrenadores, jugadores, utilleros, presidentes... Nunca un balón ha provocado tantas quejas en el fútbol de Segunda B y Tercera división como el elegido por la Federación Española (RFEF) para este curso. El deterioro de las pelotas puede resultar normal a lo largo de la competición, pero la alarma con el Adidas Errejota comenzó con los entrenamientos de pretemporada. Con el inicio de la Liga se ha disparado. Solo tres jornadas y numerosas interrupciones ya en mitad de partidos para cambiar balones pinchados o deformados por los golpeos. «Son una ruina. Hacen una trayectoria muy rara y los porteros se quejan de cómo se mueve. Son muy ligeros y parecen un balón de playa. Además son de mala calidad».

Explicaciones y quejas como las de Mehdi Nafti a ABC se suceden mientras la RFEF habla de «partidas deterioradas» o «intereses comerciales». En su primera experiencia en un banquillo, el técnico del Marbella, exjugador de Primera en clubes como Racing de Santander o Real Valladolid, confirma la enorme distancia que existe entre la élite y la categorías inferiores del fútbol español.

[Existen intereses ocultos, la Federación Española se defiende]

Las críticas de Nafti son idénticas a las que se pueden escuchar a muchos otros técnicos de Segunda B, categoría en la que, al igual que en Tercera, el uso del balón escogido por la Federación es de obligado cumplimiento. Las plantillas tampoco se sienten cómodas con una pelota que hace extraños y resulta difícil de controlar. «Ahora estamos mal, pero aún puede ser peor. Estamos esperando a que lleguen los días de viento. En campos abiertos, sin tribunas que protejan del aire, el control puede resultar casi imposible», advierte David Rodríguez «Joya» a este periódico. El Navalcarnero daba el salto a final del pasado curso a la división de bronce, en la que el capitán del equipo madrileño y el resto del plantel han comprobado que no todo es tan bonito como esperaban.

Balón de prestigio

El Adidas Errejota se ha convertido este año en el balón oficial de competiciones del prestigio del Mundial de Clubes y de los Juegos Olímpicos. Su uso en Segunda B y Tercera división, sin embargo, ha pinchado. Muchos clubes de ambas categorías, que han solicitado su retirada, achacan el problema a que no se está utilizando la pelota original. «Es una réplica, como se puede ver en los paneles, y eso se nota», confirma Ismael Flores «Chico», el histórico capitán de la Balompédica Linense. La diferencia entre uno y otro radica en el precio. Mientras la versión empleada en la élite cuesta alrededor de 120 euros, la de bajo precio se reduce a 35 euros. Un desembolso que asume la Federación Española porque a principio de campaña reparte 30 balones por equipo. «La diferencia entre pagar uno u otro suponen muchos euros de diferencia», enfatiza a ABC un presidente que prefiere que no figure su nombre.

No es el único que evita pisar terreno pantanoso. La temporada es muy larga y varios clubes declinan amablemente la invitación de este periódico a dar su opinión sobre este tema. Reconocen que no quieren entrar en conflictos con la Federación. Otros afirman que no han sufrido problemas. Daniel Martín, máximo dirigente del Mérida, pide reflexión: «No se debe ser tan inmóvil e impasible ante tanta queja generalizada, deben depurarse errores ya que claramente va en contra del espectáculo. La marca es de la suficiente solvencia y prestigio como para entender que en este proceso de fabricación hay algo que se les escapa ya que este mismo balón en otras competiciones no ha dado estos problemas».

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