«No salís vivos de aquí. Te voy a degollar»

Alejandro Medina Martín, árbitro gaditano que el domingo suspendía en el descanso el partido entre el Ceuta y el Gerena, correspondiente al Grupo X de Tercera división, recogía en el acta que él y sus dos asistentes fueron amenazados de muerte y recibieron graves insultos en el estadio Alfonso Murube, por lo que adoptaba esa drástica medida al ver «peligrar» la «integridad física» del trío arbitral y del resto de participantes. «Os voy a matar a los tres. Os voy a esperar fuera para mataros» o «te voy a degollar»,fueron algunas de las amenazas que, según afirma, llegaba a escuchar.

El presidente del conjunto ceutí, José Gil, mostraba este lunes su enfado por la decisión del colegiado y advertía de que su equipo «estudiará poner una demanda porque pensamos que ha jugado con la afición».

El dirigente fue más allá en sus consideraciones al asegurar que existe una «persecución» por parte de determinados árbitros de Andalucía hacia su entidad. En este sentido, anunciaba quedenunciará este hecho ante la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Real Federación Andaluza de Fútbol (RFAF).

Escoltados hasta el puerto

En su escrito, el árbitro del Ceuta-Gerena explica que, al no garantizarle la Policía Nacional su presencia permanente en el campo durante todo el partido, se vio obligado a decretar la suspensión, tras lo que él y sus auxiliares tuvieron quevolver al puerto ceutí escoltados. «No es lógica la actuación de este colegiado y estudiaremos poner una demanda porque pensamos que ha jugado con la afición del Ceuta, a la que tuvo más de una hora esperando para después decidir suspender el partido», censuraba el presidente del conjunto ceutí.

Según el acta del Ceuta-Gerena, facilitada por la web Sindicato de Árbitros, cuando Medina Martín iba a entrar al vestuario después de decretar el final de la primera parte, observó a «uno o dos espectadores dentro del terreno de juego, pertenecientes al club local», y a los que pudo «identificar por sus cánticos y comentarios durante la primera parte». Uno de ellos, añade, se dirigió a uno de sus asistentes diciendo «No salís vivos de aquí, te voy a degollar el cuello» y, al observar la llegada de todo el equipo arbitral, se dirigió a ellos en los siguientes términos: «Os voy a matar a los tres. Os voy a esperar fuera para mataros, hijos de puta».

Unas amenazas que para el dirigente del cuadro ceutí no eran un motivo suficiente para decretar la suspensión del partido. «Jamás he visto en ningún campo que un partido se suspenda por eso, si es que realmente pasó así», afirmaba Gil, poniendo en entredicho la veracidad del acta arbitral.

El árbitro, que elaboró el acta ya en su domicilio, también relata los problemas que tuvo con algunos miembros del club ceutí, entre los que cita al ayudante sanitario, al asegurar que se dirigió a él con palabras como «sois unos sinvergüenzas, hijos de puta». Agrega que, «antes de poder acceder al vestuario», vio «cómo el entrenador local» hizo «un gesto con las manos simulando que se encuentra esposado» dirigiéndose al público, además de que un grupo de personas golpeó la puerta del vestuario arbitral e impidió que se cerrase, hasta que pudieron hacerlo con la ayuda del delegado local.

Ante estos hechos, el colegiado explica que llamó al teléfono de Emergencias 112 y que cincuenta minutos después se personaron en el estadio dos parejas de la Policía Nacional, que le indicaron que no podrían estar todo el partido en el estadio. «Viendo peligrar nuestra integridad física, así como la de los participantes, realizando todos los oficios de mi buena voluntad, me vi obligado a suspender el encuentro de manera definitiva, agotando todos los medios disponibles a mi alcance», según el acta.

También señala que, al salir del estadio, «un grupo de aficionados locales» se dirigió a ellos «profiriendo toda clase de insultos y amenazas, prueba de los peligros anteriormente mencionados», por lo que fueron escoltados hasta el puerto.

El presidente del Ceuta, en declaraciones realizadas este lunes a los periodistas, censuraba al árbitro. «Vino con la intención de mermar los intereses de Ceuta, lo hemos visto cada domingo y cada vez lo tenemos más asumido, ya que somos el equipo con más tarjetas del grupo. Hemos alcanzado las cien cuando todavía no hemos llegado al final de la primera vuelta, y es algo inaudito», se lamentaba Gil. Además, mostraba su enfado por el hecho de que Medina Martín «se negara» a redactar el acta en el estadio Alfonso Murube. «Dijo que prefería hacerla tranquilamente en su casa», explicaba Gil, que advertía de que si el colegiado «miente» en el documento, llegarán «hasta el final».