Fútbol
Estilo español para el fútbol chino
La Asociación de Futbolistas Españoles implanta sus técnicas en la academia Winner de Cantón, con 300 alumnos
El fútbol español ya no solo exporta jugadores, entrenadores y camisetas de sus mejores clubes al mundo entero, sino hasta sus métodos de formación de la cantera . En China, una escuela de fútbol infantil empieza a aplicar este mes las técnicas de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) . A partir del día 13, dos entrenadores de esta organización se encargarán de formar a los 300 niños de entre 8 y 15 años que estudian en la academia Winner , que lleva abierta desde 2015 en la rica ciudad sureña de Cantón (Guangdong). Tras las escuelas que la AFE gestiona en Madrid y Córdoba, será la primera vez que su método se aplique en otro país, donde los monitores de la academia Winner podrán conocerlo para implantarlo entre sus alumnos.
«A diferencia de los clubes que tienen escuelas en China, van a venir entrenadores propios con títulos UEFA Pro y UEFA A, que son los técnicos más cualificados de la escala», anuncia a ABC Manu Lorenzo , quien lleva desde 2011 desarrollando proyectos futbolísticos y turísticos en este país con la empresa Lomgroup . Tal y como cuenta, esta última iniciativa nació durante el pasado Mundial de fútbol en Rusia, donde se pusieron de acuerdo los socios chinos, rusos y españoles que forman parte del proyecto. El mes pasado, el vicepresidente de la AFE y responsable de sus escuelas, Jesús Barbadilla Cervilla , firmó con ambos en Cantón este convenio internacional de colaboración.
La elección de China como primer destino de la salida al exterior de la AFE se debe a la fiebre que se ha desatado en este país por el fútbol. «Ha habido una eclosión, pero este fenómeno se está desvirtuando porque se ha convertido en un negocio muy grande del que algunos se aprovechan con cursos de formación sin rigor», analiza Lorenzo, quien promete «una enseñanza de calidad con el método AFE».
Incluido como asignatura obligatoria en los colegios desde septiembre de 2015, el fútbol está experimentando un auge espectacular en China. Solo en la provincia de Cantón (Guangzhou) , una de las más desarrolladas e industrializadas del país porque fue la primera en abrirse al capitalismo hace ya cuatro décadas, Lorenzo calcula que hay tres millones de niños de entre 8 y 15 años aprendiendo a jugar al fútbol en 300 academias oficiales, que son las que además imparten las clases de este deporte en las escuelas. Por unos precios que alcanzan los 9.000 euros por curso, las grandes academias de los clubes extranjeros ya han entrado en este descomunal mercado que no solo les ofrece pingües beneficios y promoción, sino también la posibilidad de descubrir y formar a futuras estrellas.
«Esta academia pretende sacar a los jugadores más cualificados para llevarlos a las academias de la AFE en España y también formarse en un centro de alto rendimiento que el socio ruso tiene en Sochi, donde se celebraron los Juegos de Invierno de 2014», detalla Manu Lorenzo.
Se busca una estrella china
Impulsado por el crecimiento económico de las últimas décadas, el fútbol es la nueva moda deportiva en China . Aunque el país no tiene tradición futbolística y su selección nacional solo ha podido clasificarse para un Mundial, el celebrado en Japón y Corea del Sur en 2002, sus clubes y academias están haciendo fuertes inversiones para fichar a figuras internacionales y mejorar el rendimiento de su plantillas. Entre otros factores, todo esto debe a que el presidente de China, Xi Jinping , es un reconocido forofo y se ha marcado el éxito del fútbol como una cuestión de Estado. Dentro de unos años, su objetivo es que China llegue a organizar un Mundial, pero antes debe contar con un plantel de jugadores que le aseguren un puesto digno, y no el ridículo con el que se han saldado hasta ahora sus participaciones internacionales. En este régimen autoritario, donde la palabra de sus dirigentes es sagrada, a nadie se le escapa que los éxitos futbolísticos servirán para fortalecer el orgullo nacional y congraciarse con el poder. Más allá de estas cuestiones políticas y empresariales, el método de la AFE promete formar no solo jugadores, sino también personas. El mundo todavía espera un as chino del balón.
