Liga de Campeones

Champions, un impacto de 50 millones de euros para Lisboa

La capital de Portugal puede compensar las pérdidas por la ausencia de turismo debido al coronavirus

Dos aficionados en los exteriores del estadio lisboeta de La Luz AFP
Francisco Chacón

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La Champions League más atípica de la historia ha desembarcado en Lisboa con una fase final inédita que es testigo de la llegada de dos equipos españoles ( Atlético de Madrid y Barcelona ), dos franceses (París Saint-Germain y Olympique de Lyon), dos alemanes (Bayern Múnich y Leipzig), uno inglés (Manchester City) y otro italiano (Atalanta de Bérgamo).

El Instituto Portugués de Administración y Márketing (IPAM) calcula un impacto económico de 50 millones de euros , a pesar de que los enfrentamientos eliminatorios se celebran sin público. Hoteles, casas de alojamiento local, restaurantes y taxis son ya los grandes beneficiados desde el punto de vista de las ganancias, es decir, un sector que puede compensar de esta forma la ausencia de flujo turístico registrada en las semanas de confinamiento y de cierre de fronteras. El estudio del organismo oficial establece en un 49% los ingresos en la restauración, mientras que la estancia representa un 13%, los viajes un 9%, las iniciativas turísticas un 5% y el resto se desglosa en actos, compras, actividades comerciales y publicitarias.

Los encuentros de cuartos de final se disputan entre el Estadio da Luz (sede habitual del Benfica) y el de Alvalade (feudo del Sporting), a razón de uno por día y siempre a las 21.00 horas. PSG y Atalanta inauguraron ayer la ronda, mientras que hoy saltan al césped el Atlético y el Leipzig, el viernes le llega el turno al Barcelona contra el Bayern y el sábado le tocará al City ante el Lyon.

Toda una galería de estrellas se da cita, por tanto, en la capital portuguesa: Messi, Luis Suárez, Neymar, Mbappé , Icardi, Lewandowski, Bernardo Silva, De Bruyne o Dani Olmo dan brillo al desenlace de la competición más importante del planeta fútbol a nivel internacional, que ha optado por esta fórmula y por jugar a partido único para minimizar la posibilidad de contagios a causa del coronavirus.

Aficionados

A pesar de que los aficionados no pueden acceder al campo, la ciudad aguarda unos 16.000 seguidores de los ocho equipos , muchos de los cuales permanecerán en Lisboa para las semifinales los días 18 y 19, unas fechas en las que pueden llegar más personas para vivir el ambiente en las calles y en los bares. La final se celebrará en Da Luz el domingo 23 y atraerá, probablemente, a unos 3.300 fans solo para la ocasión.

Ha sido una gran decepción para los portugueses no poder ver a Cristiano Ronaldo , al haber quedado eliminada la Juventus, al igual que el Real Madrid. El principal reclamo en el corazón de los locales será, en consecuencia, Joao Félix en su retorno a casa, de donde saltó al Atlético de Simeone.

Los 50 millones previstos de volumen financiero se hacen eco de la onda expansiva inmediata, pero el efecto mediático durará más tiempo porque, del 12 al 23 de agosto, Lisboa se convierte en capital mundial del fútbol. Ya que el público no puede entrar en los modernos estadios, la policía adapta su dispositivo a las nuevas medidas de protección. Su foco se centrará en el aeropuerto, en los hoteles, en los campos de entrenamiento, en los palcos de los estadios, en el exterior de los mismos, en los pasillos y, cómo no, en las principales vías de la ciudad.

Vigilancia

Tampoco hay que olvidar que los cuerpos especiales de la policía garantizan la seguridad de los componentes de los ocho equipos, de los cuatro que se clasifiquen para semifinales y de los dos que se planten en la final del día 23 . Portugal ha vuelto a recuperar el buen pulso en la gestión de la nueva enfermedad tras los rebrotes detectados hace unas semanas en los alrededores de Lisboa, por lo que se comporta bastante mejor que los tres países europeos con peores estadísticas: España, Luxemburgo y Rumanía. De hecho, la cifra oficial de muertos en territorio luso está por debajo de los 1.800. En cualquier caso, la UEFA , después de muchas reuniones y analizar al detalle la situación, ha establecido un protocolo muy estricto con muchísimas medidas de seguridad con el fin de proteger a los jugadores, árbitros y demás miembros implicados en la organización para garantizar el buen desarrollo de la competición.

La ciudad mantiene vigente las 20.00 horas como tope para que echen la persiana los bares y cafeterías. Además, a partir de ese momento es imposible adquirir alcohol en los supermercados y gasolineras. En cuanto a los establecimientos que sirven cenas, tienen permiso para abrir hasta las 23.00 horas, pero nada más.

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