Celebración del Sevilla trasel gol de Iborra
Celebración del Sevilla trasel gol de Iborra - afp
Sevilla-Barcelona

Hubo piernas y no cerebro

El Barcelona cae en el Pizjuán ante un Sevilla muy combativo. Marcaron Krohn-Dehli e Iborra y Neymar puso la emoción en los minutos finales (2-1)

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Sevilla2901Barcelona

Estos son los sábados en que no puede uno almorzar tranquilo. Jugar a las cuatro tiene algo de precipitado, de gente que quiere aprovechar la tarde. La derecha es una sobremesa y estos horarios parecen barricadas. A las cuatro se piden los whiskys. Y ahora resulta que juega el Barça. (Así hemos narrado el Sevilla-Barcelona)

El Sánchez Pizjuán afrontó los 27,5 grados de temperatura con los cánticos encendidos de las grandes ocasiones; el Barça deambulaba al principio como las lluvias bailarinas, aunque poco a poco fue presionando al rival en sus salidas. En el minuto seis, detalle de calidad de Sergi Roberto en la conducción, pero remató sin precisión. Otra recuperación de Mascherano dio pie a una interesante combinación de Suárez con Neymar, aunque igualmente infructuosa.

Pitos para Piqué, en otra demostración de la irrefrenable pasión que los de uno y otro lado parecen sentir por hurgar en la herida y agrandarla.

En el minuto diez, Gameiro remató de cabeza el primer córner del partido, pero Bravo, brillante, pudo detenerlo. Un Sevilla valiente y estructurado presionaba al Barcelona y le ponía en apuros. Pero la jugada del partido la firmó Neymar, que se fue de cuatro en carrera sensacional para ponerle una perita en dulce a Suárez que el uruguayo no aprovechó. En el 17, Mathieu evitó un remate de Iborra a bocajarro. Krychowiak vio la tarjeta amarilla en el 18 por frenar con falta un prometedor contraataque de Rakitic. Bravo, estupendo durante todo el partido, cubrió bien a Gameiro mandando a córner lo que pudo ser el primer gol.

Suárez marcó en claro fuera de juego pero el árbitro señaló una falta previa, que Neymar mandó al palo y Piqué no supo rematar sobre la mismísima línea de gol. El brasileño asumía la responsabilidad de cubrir la baja de Messi y Suárez volvió a fallar lo infallable, esta vez a pase de Rakitic.

El partido empezaba a parecer una república bananera, sin clase media, todo el rato de arriba para abajo sin ningún criterio. En el 37, Suárez mandó a la parte alta del travesaño un disparo que en principio parecía un centro, y tal vez lo fuera.

Se jugaba el 55% en el campo del Barça, que sólo creaba peligro en sus transiciones rápidas, siendo incapaz de desplazar el juego cerca del área del Sevilla. Los andaluces lucían más músculo que técnica, pero eso les bastaba para tener controlado un partido que estaba siendo más físico que inteligente. Terminó sin añadiduras la primera parte. Buen espectáculo.

Durante la segunda mitad, el juego continuó siendo físico y el Barça no conseguía imponer ninguna de sus buenas ideas sobre qué es el fútbol y cómo tiene que jugarse. Escenario propicio para el Sevilla, más fuerte y resistente que los azulgrana. Mathieu, que a veces tiene distracciones extrañísimas, estaba teniendo una tarde de gran concentración y eficacia, pero la única vez en que Gameiro le superó, en el 51, supuso el primer gol del partido, obra de Krohn-Delhi.

En el 57, tras una brillante jugada colectiva, Iborra remató de cabeza para marcar el segundo gol del Sevilla. Sin solución de continuidad, Luis Enrique cambió a Mathieu por Alves y a Sandro por Munir. En el 62, Sergio Rico puso una mano prodigiosa para atajar un disparo de Neymar, que acabó en córner. A la salida del córner, Sergio Rico bloqueó con el cuerpo otro chut de Neymar, y hasta un tercer cañonazo desde fuera del área del mismo delantero, después de unos cuantos rechaces de la defensa.

En el minuto 73, el Barça regresaba al partido con un muy riguroso penalti por brazo de Tremoulinas, que Neymar transformó.

Suárez estrelló en el 78 su segundo disparo -el tercero del equipo- al palo. La suerte le fue esquiva al Barcelona, pero este equipo tiene nivel para jugar mucho mejor al fútbol, como quedó demostrado con su racha ofensiva tras el segundo gol local.

Al Sevilla no le temblaron las piernas y el Barça no jugó con cerebro. Y cuando tienes talento, la mediocridad es un crimen y sueles perder si lo fías todo a la fortuna.

Ver los comentarios