Fórmula 1
Ferrari busca a una chica
La escudería italiana quiere fichar a una mujer para su cantera en la Academia de Pilotos
En época de expansión femenina en el deporte, la Fórmula 1 sigue anclada en el anacronismo. Ninguna mujer conduce un bólido de la máxima categoría y tampoco se espera en breve plazo, salvo que los flujos astrales transporten a la colombiana Tatiana Calderío a una de las escuderías. Han pasado 43 años desde que una fémina comenzó una carrera de Fórmula 1 con un coche oficial, la italiana Lella Lombardi en 1976. Desde Italia llega la última tentativa para compensar de alguna manera ese desequilibrio. Ferrari, la escudería con más peso en la historia de la F1, quiere incorporar a una mujer a su cantera de la Academia de Pilotos (FDA).
Cinco mujeres forman parte de las hemerotecas de la Fórmula 1 como integrantes activas ( Maria Teresa de Filipis, Lella Lombardi, Divina Galica, Desiree Wilson y Giovanna Amati), aunque en realidad solo las dos primeras disputaron y completaron grandes premios de F1. Las otras tres concursaron en las carreras y cayeron en la clasificación o sus patrocinios no llegaron a materializarse.
Sarah Fisher, Katherine Legge, Simona de Silvestro, Susie Wolff, Tatiana Calderón y las españolas María de Villota y Carmen Jordá se han vinculado a la Fórmula 1 como pilotos probadoras o de desarrollo. Pero hasta el momento no se ha vislumbrado la opción real de que alguna de ellas compita con los chicos en el mismo campeonato.
Desde el pasado mayo, la Federación Internacional (FIA) creó un campeonato femenino de monoplazas en el que han concursado veinte pilotos en las sesiones oficiales y otras tantas cayeron eliminadas en las evaluaciones. La española Marta García , que ganó la carrera de Norising (Alemania), terminó cuarta el campeonato que se adjudicó la británica Jamie Chadwick.
Pilotos célebres
En este contexto se pronunció esta semana el máximo responsable deportivo de la escudería Ferrari, Mattia Binotto . «Queremos aumentar el número de pilotos de la Ferrari Driver Academy el próximo año», apuntó de entrada en la fábrica de Maranello, sede de Ferrari, próxima a Modena donde el legendario equipo tutela la FDA con el circuito de Fiorano como banco de pruebas.
Por la Academia Ferrari han pasado pilotos de postín. Charles Leclerc, el monegasco sobre el que oscila el futuro de la estructura profesional de Ferrari, es la máxima expresión de este centro formativo captador de talentos y dinero. También se curtieron en Fiorano el mexicano Sergio Pérez, el canadiense Lance Stroll o el italiano Antonio Giovinazzi, actuales pilotos de Fórmula 1. «El mejor piloto al que me he enfrentado es Jules Bianchi », recuerda el español Roberto Merhi sobre el fallecido Bianchi, quien inauguró la célebre Academia en 2009 como primer pasajero.
«Se unirán algunos pilotos. Pero la Academia también busca mujeres en el futuro: deberían ser parte de la Ferrari Driver Academy. Estamos trabajando en ello para asegurarnos de que pueda suceder muy pronto», añadió Binotto.
En la cantera de Ferrari conviven y sueñan siete chicos. El alemán Mick Schumacher es el mediático, hijo del campeón alemán postrado ahora después del accidente de esquí. El brasileño Enzo Fittipaldi, nieto del bicampeón Emerson Fittipaldi. El ruso Robert Shwartzman, campeón de la Fórmula 3. El francés Giuliano Alesi, hijo del expiloto Jean Alesi. El neozelandés Marcus Armstrong, campeón de Italia de F4. El británico Callum Ilot. Y el brasileño Gianluca Petecof.
«El objetivo es encontrar el próximo talento para nuestra escudería», sentencia Binotto. Y no distingue entre chico o chica.
