El fin de la caza planea sobre la perdiz roja

Comienza la campaña de censos «Toda Perdiz Cuenta» para que cazadores y gestores de toda España cambien el destino de la conservación y caza de la patirroja

La perdiz, emblema de la caza menor española ABC

Carlos Sánchez García-Abad

Es posible que a más de uno le haya sorprendido el titular que precede a estas líneas, pero la cruda realidad es que la perdiz se enfrenta a un futuro de gran incertidumbre, en el que su aprovechamiento cinegético se puede ver comprometido. En 2021, nuestra perdiz roja (Alectoris rufa) fue catalogada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como especie «Casi Amenazada». Esto quiere decir que se dan las circunstancias para que, en un futuro próximo (apenas 3-4 años), la perdiz pueda considerarse como «Vulnerable», con riesgo de desaparecer a menos que se pongan medidas para frenar su declive.

¿Cómo hemos llegado a esta situación? Existe un consenso entre cazadores, científicos, gestores y la Administración de que la pérdida y transformación de los paisajes agrícolas han perjudicado enormemente a la patirroja, siendo el principal factor que explica su declive. Pero también hay otros que la han afectado enormemente, como los depredadores oportunistas (caso del zorro, jabalí y la urraca), la falta de gestión cinegética en muchos cotos, el mal uso de las sueltas de perdiz de granja y el bajón generalizado de las poblaciones de conejo de monte .

Ante este panorama, desde varios grupos ecologistas se pide, entre otras cosas, que la perdiz roja deje de ser especie cinegética y que se implante una moratoria de la caza en toda España . En nuestra opinión, esta propuesta es errónea porque perjudicaría a muchos cotos que siguen apostando por la perdiz roja silvestre y que aún cuentan con importantes poblaciones, precisamente porque sus socios tienen la oportunidad de cazarlas. Además, muchos de estos cotos no figuran en las ‘estadísticas oficiales’, que reflejan el declive de la perdiz durante las últimas décadas pero no la existencia de poblaciones de perdices en buenas densidades en muchos territorios.

¿Cómo podemos ayudar a la perdiz roja? Para muchas personas, es imposible recuperar la especie, porque no podemos actuar sobre la agricultura, existen muchas trabas para controlar los depredadores, no siempre se cuenta con recursos económicos para hacer gestión (siembras, comederos, bebederos, etcétera); además, en un coto social es difícil sacar adelante decisiones como ajustar la caza en función de las perdices que hay. En otras palabras, los cazadores y gestores ‘tienen las manos atadas’. Pero, ¿realmente es así?

No hay duda de que es tarea complicada, incluso cuando se cuenta con recursos económicos, y que va a ser muy difícil llegar a las poblaciones que había en los años 1960-1970, cuando el campo era un vergel y las especies depredadoras se perseguían sistemáticamente (lo cual abocó a muchas de ellas a estar en peligro de extinción). Pero sí podemos aspirar a detener el declive y recuperar poblaciones de perdiz , quizás hasta los niveles que teníamos en los años 1980-1990. En primer lugar, es necesario pensar a nivel local («lo que yo podría hacer en mi coto») y a nivel global («lo que puedo hacer para beneficiar a la perdiz fuera de mi coto»). En este artículo nos centramos en actuar en las dos escalas a través del Observatorio Cinegético .

En España existen proyectos de ‘voluntariado’ en los que personas de forma desinteresada hacen censos de aves, mamíferos y otras especies para de esta forma conocer cuál es su situación, siendo especialmente interesante saber la ‘tendencia’; esto es, conocer la evolución de las poblaciones a lo largo del tiempo. Este tipo de proyectos, en los que personas sin formación científica recogen datos que posteriormente son utilizados para hacer estudios, es lo que conocemos como «ciencia ciudadana». En las especies de caza se han venido utilizando los datos de capturas para calcular la tendencia, pero es necesario dar un paso más y tener datos de censos, dado que para algunas especies los datos de caza no permiten extraer conclusiones sólidas. Por ello, la realización de censos a través del Observatorio Cinegético (OC) debe ser el primer paso en la gestión cinegética, tanto de la perdiz como de otras especies.

1. ¿En qué consiste el OC?

El OC es un sistema gratuito para registrar censos de especies cinegéticas que hacemos en nuestros cotos. Para ello, consta de una aplicación de móvil, Censdata, y una página web, a la cual se envían los datos que cada uno va recogiendo, siendo la información confidencial, ya que a ella solo tiene acceso la persona que los recoge y los investigadores de Fundación Artemisan.

2 ¿Cómo me hago censador?

Un teléfono móvil, acceso a internet y un poquito de tiempo y ganas para salir al campo. Es posible que salgas en coche en tu coto con frecuencia para ver «cómo van las cosas»: lo que te proponemos es aprovechar el OC para ir registrando especies cinegéticas.

3. ¿Qué tengo que hacer antes de comenzar?

Lo primero, tienes que registrarte en la página web www.observatoriocinegetico.org para darte de alta como censador. Las personas que trabajamos en Fundación Artemisan te iremos guiando en todo el proceso y te ayudaremos para que puedas manejar la aplicación Censdata, que requiere de un breve proceso de aprendizaje para sacarle el máximo partido.

Además, es necesario escoger un recorrido de censo en tu coto, que tiene que ser representativo de los distintos paisajes y pueda ser repetido a lo largo de los años, preferiblemente por las mismas personas. De nuevo, el personal de Artemisan está para ayudarte.

4. ¿Cuándo hago los censos de perdices?

Tenemos dos épocas principales para censar perdices; en invierno-primavera, cuando tenemos parejas reproductoras, y en verano-otoño, tras la reproducción de la perdiz y cuando podemos observar las polladas (adultos acompañados de jóvenes). Por lo tanto, ahora nos encontramos en un momento clave para el censo de la perdiz, y la campaña de censos se extiende desde el 1 de febrero hasta el 30 de abril. Cada coto tendrá que adaptarse a las fechas que mejor le vengan porque, como es sabido, las perdices se emparejan antes en el sur que en el norte de la península ibérica.

5. ¿Cómo hago los censos?

Planteamos hacer recorridos de censo en coche, que tengan una longitud entre 8 y 10 kilómetros; y si no pueden hacerse a pie, entre 4 y 6. No tenemos que censar todo el coto, dado que es suficiente censar una parte representativa, pero en cotos que sean muy grandes sí puede plantearse hacer más de un recorrido. Idealmente, hay que repetir el recorrido dos veces, y es importante solo contar las perdices que estamos seguros de haber visto, porque así ganamos precisión.

Los censos deben realizarse en las primeras dos o tres horas tras el amanecer, o en las 2-3 últimas horas del día, momentos en los que las perdices suelen encontrarse más activas. Hay que evitar hacer los censos en días de lluvia, fuerte viento o niebla, ya que pueden dificultar la visibilidad e influir en el comportamiento de las perdices.

Es preferible (pero no imprescindible) utilizar prismáticos para que podamos observar bien todas las perdices que veamos.

6. ¿Cómo veo la información en los censos?

Toda la información queda almacenada en la página web del Observatorio, dentro del espacio personal de cada censador. Insistimos en que a esta información solo tienen acceso el propio censador y los investigadores de Artemisan.

7. ¿Qué se hace con la información?

Si juntamos la información de muchos cotos, esto permite a los investigadores de Artemisan hacer estudios para conocer a nivel global cómo están las poblaciones de perdiz. Por ello, cuantos más cotos se unan al Observatorio, mejor y más representativa será la información.

8. ¿Qué recibe el censador a cambio?

La información queda registrada en mapas que permiten al censador ver fácilmente dónde se han producido las observaciones. Según se vayan generando datos, la página va generando gráficos sencillos sobre los censos que se han hecho cada año y las especies y número de animales avistados. Esto ayuda mucho en la toma de decisiones de gestión en los cotos, dado que así podemos utilizar datos concretos para saber dónde hay que hacer más gestión, si las poblaciones de perdiz suben o bajan, o si se puede o no cazar la perdiz.

Además, Fundación Artemisan proporcionará un resumen anual sobre los censos e información y actividades sobre gestión, conservación y caza de perdiz roja que puedan ser de interés.

En ocasiones se dice que proyectos como el Observatorio son difíciles de tener en cuenta por las Administraciones porque «los datos son cogidos por los cazadores». Esto tiene poco sentido, porque pocas personas conocen el campo tan bien como los cazadores, y pocos están tan interesados como ellos en la conservación de las especies.

Tenemos ejemplos de proyectos de censos realizados por cazadores en especies emblemáticas (b ecada, perdiz pardilla, acuáticas , por citar algunas) que han posibilitado que hoy estas especies se puedan seguir cazando. ¡La caza, sin complejos!

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