Beitia y Torrijos, al asalto de las medallas

Resuena todavía el logro de Pablo Torrijos en el pasado campeonato de España cuando superó en triple salto la barrera de los diecisiete metros. El castellonense, ya se sabe, hizo historia (17,03). Ningún triplista nacional lo había conseguido antes. En la jornada de viernes, en la calificación para la final del Europeo en pista cubierta, que se celebra en Praga, los participantes no alcanzaron esa marca. Ni siquiera Torrijos, al que le bastaron los 16,51 metros de su tercer intento para meterse en la lucha por las medallas del sábado.

Este estudiante de Criminología, de 22 años, presentó en todo caso sus credenciales con una buena adaptación en su primer contacto, en competición, con una pista flotante. Sus cálculos -«si cojo un salto perfecto», decía en una entrevista a ABC- le llevan hacia los 17,20 o 17,30.

Su principal rival sigue siendo el portugués Nelson Évora.

Incontestable es la solvencia de Ruth Beitia. Totalmente enamorada del atletismo, reincorporada después de aquel adiós tras los Juegos Olímpicos de Londres 2012 que luego acabó siendo un paréntesis, la capitana de la selección española sigue en un estado formidable. Tampoco había dudas al respecto de la dominadora de la altura.

En Praga, está para hacer medalla. Se metió en la final sin problemas (1,94 metros). Brincos limpios. «Me he visto bien durante la prueba a pesar de que ha sido muy larga la calificación», dijo Beitia. La saltadora, que trabaja a las órdenes de Ramón Torralbo, ya ganó el oro continental el pasado año. Fue en Zurich. Al aire libre -ya fue campeona también en Helsinki’12-. En 2013, se vistió de oro Goteborg en pista cubierta.

Quien rozó las medallas fue el malagueño Borja Vivas. El lanzador de peso se encaramó en su quinto intento al escalón del bronce con una marca de 20,59 metros. Al vigente subcampeón continental al aire libre, se le escurrió el metal cuando el serbio Kolasinac se fue a los 20,90, dejándolo fuera del podio. «Ahora mismo duele esa cuarta plaza, sobre todo porque el año pasado dejé el listón muy alto», defendió Vivas.

Mechaal y España

En la final de longitud masculina, Jean Marie Okutu finalizó en quinta posición con un mejor brinco de 7,93. El gallego se quedó a trece centímetros del tercer escalón del podio que logró el sueco Andreas otterling (8,03).

La jornada dio para que varios de los atletas de la selección española, como estaba previsto, se metiesen en las finales de sus respectivas disciplinas. A las clasificaciones para la lucha por las medallas de Pablo Torrijos y Ruth Beitia se sumó Indira Terrero. La hispano-cubana del «Valencia Terra i Mar» con un excelente carrera en su serie de semifinales de 400 con un tiempo de 53.19. La corredora hizo un notable fin de carrera, adelantando en los metros finales a la danesa Sara Petersen. Aauri Lorena Bokesa no pudo clasificarse para las semifinales con su marca de 53,80. En la prueba masculina, Samuel García, vigente campeón de España, sí alcanzó las semifinlaes, pero no pudo clasificarse para la final. Pau Fradera no superó el primer corte.

En el 3.000 masculino, Adel Mechaal brilló en su serie con un segundo puesto y un tiempo de 7:46.92. Jesús España también se metió en la final con al parar el crono en 7:51.56. Sin embargo, Carlos Alonso no logró superar el corte.

En los 800 metros, Kevin López, inteligente siempre en sus estrategias, superó con solvencia su serie de calificación para las semifinales con un tiempo de 1:49.38. Le acompañará en la lucha por meterse en la final David Palacio, tercero en su serie pero con el tercer mejor tiempo (1:48.33) de los clasificados. No logró completar el tridente Luis Alberto Marco. En la prueba femenina, Victoria Sauleda cayó eliminada siendo última en su serie.

En la prueba femenina de 60 metros vallas, Josephine Onyia pasó el corte clasificatorio, pero no superó luego las semifinales con un tiempo de 8.04, rozando la final. Caridad Jerez cayó en la primera ronda.