Los petrodólares de Doha se imponen a la experiencia de Barcelona para el Mundial 2019

La ciudad de Doha será la sede del Mundial de Atletismo de 2019, según la decisión adoptada hoy en Montecarlo por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF). El veredicto se hizo esperar en la decisiva reunión en la que cada candidatura defendió, durante una exposición de media hora, su suerte ante el consejo de la IAAF. La vencedora se impuso a Barcelona y Eugene (Estados Unidos). La candidatura catarí ofreció a la IAAF 37 millones de dólares en concepto de patrocinio durante los próximos cinco años.

La candidatura de Doha se impuso por 15 votos frente a los 12 de Eugene (Estados Unidos), mientras que Barcelona cayó en la primera ronda. Para ser elegida en la primera votación una candidatura necesitaba el apoyo de la mayoría absoluta del consejo: 14 de los 27 miembros.

En el primer turno Doha recibió 12 votos, Eugene 9 y Barcelona 6. En la votación definitiva bastaba con la mayoría simple, y Doha se impuso por 15-12 a la ciudad estadounidense.

A Qatar le sobran los petrodólares y eso ha terminado por convencer a la IAAF por encima de cualquier inconveniente. Igual que se ha planteado con el Mundial de fútbol del 2022 el evento no podrá celebrarse en fechas veraniegas, pues el calor y la humedad son insoportables. La delegación catarí propuso septiembre como fecha aceptable.

Por su parte, la pequeña ciudad de Eugene, Oregón, con poco más de 150.000 habitantes, posee una gran tradición en el mundo del atletismo (ha organizado este año el Mundial júnior) y contaba con el aval de una de las grandes superpotencias del atletismo, Estados Unidos, aunque sus infraestructuras, empezando por el estadio, pequeño y anticuado, no podían competir con las de Barcelona o Doha.

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, encabezó la delegación de la candidatura española, integrada por el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal; el secretario general de Deporte de la Generalitat, Ivan Tibau; la teniente de alcalde y responsable de deportes, Maite Fandos; el presidente de la Federación Española de Atletismo, José María Odriozola, y representantes de los grupos municipales. Barcelona basó su propuesta en su capacidad para atraer innovación y tecnología, así como para lanzar retos a nivel internacional para mejorar el atletismo desde el punto de vista de la salud, la alimentación y la calidad de vida. No convenció.