Andrés Roca Rey, en Manizales
Andrés Roca Rey, en Manizales - @MUNDOTORO

La magia de una gran faena y el indulto de un toro en Reyes

Roca Rey cuaja una magnífica actuación con «Incógnito», un ejemplar de Santa Bárbara al que perdonó la vida

MANIZALES Actualizado: Guardar
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Imparable Andrés Roca Rey. En vísperas del día de Reyes, entrada ya la noche de la festividad en España, la magia del toreo y la bravura apareció en el ruedo de Manizales ante unos tendidos casi llenos, un entradón en la primera corrida de la feria colombiana. Y con el mejor de los regalos: faenón del torero peruano, con madera de figura, e indulto de «Incógnito», un gran toro de Santa Bárbara.

Al finalizar la corrida, doce mil gargantas corearon al unísono: «¡Torero, torero!», mientras en hombros era paseado por el redondel Roca Rey, el nuevo fenómeno de la torería americana, camino a consagrarse este 2016 en España y encasillarse muy pronto en el escalafón de las figuras.

Lo ejecutado al sexto toro, de nombre «Incógnito», marcado con el 779, merecedor del perdón de la vida por petición general, fue todo un tratado de bien torear y auténtica demostración de valentía torera, según crónica de Loperita para Mundotoro.

Roca estuvo desde el inicio variadísimo con el capote, intercalando preciosos lances a la verónica de pies juntos con saltilleras, caleserinas y gaoneras que armaron el alboroto en los tendidos. Algo grande se presagiaba cuando brindó a un ganadero y al público que estupefacto vivió el inicio de estatuarios por la espalda tan ceñidos que en los pitones quedaron prendidos hilos de oro de su traje. El toro se fue arriba, bravo y encastado. El torero también. Las series de mano baja, arrastrando el engaño, fueron de locura por el temple y ligazón.

Comenzaron los pañuelos el flamear continuo y el pasodoble «Feria de Manizales», exclusivo para las grandes faenas, no paró de sonar hasta el momento culminante del simulacro, atendiendo así la orden presidencial del indulto. Faenón grande vivió ayer Manizales, de locura colectiva. Ojalá la superen las figuras por venir, será difícil.

Muy bien la actuación del colombiano Cristóbal Pardo, especialmente en su primero, otro gran toro del magnífico encierro traído por el ganadero Carlos Barbero. Este toro sardo y albardado desde la salida mostró su bravura, fijeza y calidad. Bien toreado con el capote y largamente ovacionado el torero en tres pares de banderillas con exposición. Muy completa la faena de muleta iniciada de hinojos, y rematada con series de mando, clase y calidad por los dos pitones. Efectiva la espada y merecido el premio de la primera oreja en la corrida. Lamentablemente su segundo. con defecto visual, le impidió acompañar en la salida a hombros a su alternante Roca Rey.

Abrió la corrida el rejoneador Willy Rodríguez, quien cumplió gran actuación en sus dos toros, ambos escasos de raza y con dificultades para el toreo a caballo. En su primero la petición de oreja fue mayoritaria, pero todo quedó en saludos.

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