Cumbre de Enrique Ponce por una España unida

El valenciano sale a hombros, Ginés logra un trofeo y Cayetano levanta un clamor por las banderillas con la bandera nacional

Enrique Ponce sale a hombros Efe

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Crónica

El día grande de la Semana, vivimos una emocionante corrida, con pasiones taurinas y patrióticas. Enrique Ponce logra una faena cumbre, premiada con las orejas y sale a hombros. A costa de un varetazo, Ginés Marín corta un trofeo. Asiste Don Juan Carlos , con la Infanta Elena, y es ovacionado mayoritariamente: los tres espadas le brindan su primer toro. Cayetano se presenta dignamente y culmina el gesto (que Ferrera dejó a medias, el domingo) de dar a sus banderilleros los palos, con la bandera nacional: levanta un clamor, aunque unos pocos no se lo perdonan. Los toros de Victoriano del Río tienen más casta que fuerza: en general, manejables; parado, el primero; complicados, los dos últimos.

Brinda Ponce su primero a Don Juan Carlos , en un palco, muy aplaudido, con el tendido en pie y algunos pitos rabiosos: «Por una España unida». Con maestría, a media altura, va alargando la corta embestida. Cuando el toro se le para, en el pecho, hace alardes de valor sereno, como si fuera un debutante. ¡Vaya marmolillo! Ni siquiera Ponce, con toda su sabiduría, puede lucirse, con un toro de Guisando. Sale blandeando el cuarto. Por bajo, le enseña a embestir; aunque protesta, dibuja excelentes muletazos. (Se oye una voz: «¡El número uno!»). Con maestría y valor, le saca lo que el toro, muy irregular de embestidas, parecía no tener. Unir, así, el mando con la suavidad es privilegio de muy pocos. Con la gente puesta de pie, prolonga mucho, como suele, en una demostración de magisterio inapelable. Tira al toro patas arriba con una gran estocada: faena clara de dos orejas, que se conceden.

Sustituyendo a Manzanares, debuta en Bilbao como matador Cayetano . El segundo es manejable, flojea. Cayetano le da los palos con la bandera española, entre una fuerte división, a Iván García , que lo borda, en dos grandes pares. (Ya Paquirri lo hizo, en esta Plaza). La fuerte ovación acalla algunos pitos. También brinda a Don Juan Carlos: «Por una ciudad que ha sufrido mucho el dolor y el miedo del terrorismo». Oigo un clamor y algún grito de «¡Viva el Rey!» De rodillas, con majeza, liga una serie emocionante. Se muestra reposado y valiente, cuando el toro se apaga. Mata con entrega, después de pinchar en hueso, y la petición no cuaja: debió dar la vuelta al ruedo.

Recibe con una larga cambiada al quinto, que también flaquea. Brinda al público: algunos, contumaces, pitan, recordando las banderillas, pero son muy pocos. El toro protesta, echa la cara arriba al final de los muletazos. Cayetano demuestra su casta , no se aflige: ya es bastante. Con el toro rajado, en tablas, mata a la segunda. Ha estado más que digno, conjugando el arrojo con la estética, los dos genes de la casa. Y acertadísimo, en el gesto de las banderillas.

Se parte el pitón en el burladero el tercero, es devuelto. Se corre turno. Flojea pero desmonta al picador, el padre del torero. Ginés Marín, con un feo vestido de banderillero, brinda también a Don Juan Carlos. El toro es «Pudoroso», oculta su fuerza… o no la tiene pero sí nobleza. Ginés muletea con cabeza clara, gran facilidad, desparpajo y buen estilo; liga naturales lentos y remata con torería. Ha visto claro al toro pero falla, al matar (su punto flaco). En el último, complicado, tiene el gesto de brindárselo a Ponce. Tragando mucho, logra buenos naturales. Después de varios sustos, es arrollado, sufre un varetazo en la cara. Mata bien, esta vez: justa oreja. Ha mostrado sus evidentes cualidades y su ambición.

Ponce sale triunfalmente a hombros, continúa en la cumbre: su sabiduría es magistral y torea cada vez con más gusto. Cumbre, también, ha sido su brindis: «Por una España unida».

Posdata. De tabaco y oro ha vestido Cayetano, en su presentación, en Bilbao. «Tabaco y oro» era el seudónimo taurino de un buen poeta bilbaíno, Javier de Bengoechea. Recuerdo unos versos suyos: «Digo tu nombre, España… / corazón en la boca, / nombre en desuso, bello / como una caracola. / España, resonancia / terca, maravillosa. / España, España, España, / y otra vez, y otra, y otra, / toquemos a rebato / para que Dios nos oiga». Siguen siendo actuales.

Directo

Sexto toro

Va a salir el último, que es un sobrero de la ganadería titular, que Ginés Marín brinda a Enrique Ponce. Le cuesta coger el ritmo al informal toro, pero la joven revelación hace un esfuerzo, con enorme disposición, hasta llevarse un tremendo susto, con un volteretón horrible. Espadazo que hace que asomen los pañuelos. Oreja.

Quinto toro

Sale el quinto, Dulce, número 15, negro mulato listón, de 572 kilos. Cayetano lo saluda con una larga cambiada de rodillas, unida a lucidas verónicas y una bonita media. Valentísimo y ajutadísimo el quite con el capote a la espalda de Cayetano, que se la juega de verdad desde que lo inicia con un larga en pie, con el toro con la cabeza por las nubes. El menor de los Rivera Ordóñez brinda a los espectadores, pero el toro desarrolla mucho genio. El torero se muestra dispuesto. Pinchazo y estocada corta. Palmas.

Cuarto toro

Ya está el cuarto de la tarde en la arena. Se llama Ebanista y pesa 585 kilos. El toro no anda sobrado de fuerzas. Enrique Ponce brinda al público. Torería desde el inicio frente a un animal que no es fácil para el lucimiento. Dándole tiempo y su sitio, le va robando muletazos de mucho mérito. El toro, que tiende a meterse por dentro, se viene arriba en las manos del maestro de Chiva, en una faena in crescendo que hace que suene la música. En el último tramo se abandona en un par de derechazos. Se adorna con un molinete y firma un muletazo de categoría. Sabia la faena, de naturalidad y valor, con un arrimón final y el público puesto en pie. Mata de un espadazo en todo lo alto. Sin puntilla cae el toro. ¡Dos orejas! Puerta grande para Ponce, la sexta de su carrera en Bilbao.

Tercer toro

Sale el tercero, que se parte el pitón al rematar en el burladero. Ginés Marín corre turno y sale el previsto en sexto lugar, Pudoroso, número 93, de 577 kilos. Ginés también brinda al Rey: «Señor, es un honor brindarle la muerte de este toro y que esté presenciando esta corrida hoy. ¡Viva España!». Buen toro y faena con altibajos, pero con pasajes clásicos, toreros y templados, especialmente a izquierdas, el mejor pitón de un Pudoroso que se ha movido y con el que cierra por manoletinas. Pincha el extremeño y tiene que descabellar. Saludos.

Segundo toro

Sale el segundo, Gorrión, número 103, castaño, de 558 kilos. Turno de Cayetano Rivera, dispuesto desde el saludo. Quita por chicuelinas Ginés y deja una buena media. El toro apunta buena condición. División de opiniones cuando Iván GArcía coloca banderillas con los colores de la bandera de España. Soberbios los pares y la mayoría de la plaza se rinde al torero, que saluda una gran ovación. Cayetano brinda a Don Juan Carlos: «Majestad, este brindis va por España y por una ciudad que ha sufrido mucho el dolor y el miedo del terrorismo. Va por usted y por España». Ovación de gala para el matador, que comienza de hinojos con el noble toro. Cayetano, con la raza Rivera, logra destacados momentos al natural, oxigenándolo mucho. Muy entregado el madrileño, con algún desplante rodilla en tierra. Descalzo, se perfila para matar y, pese a su regularidad con la espada, pincha en todo lo alto. Entierra luego un estoconazo hasta la empuñadura. Saludos tras petición de oreja. Buena actuación de Cayetano, torero dentro y fuera de la arena.

Primer toro

Sale el primero, Endiosado, número 128, de 569 kilos. Enrique Ponce brinda su faena a Don Juan Carlos, acompañado por la Infanta Elena: «Por una España unida». Labor para aficionados la del maestro, con técnica y sapiencia con un animal deslucido y desfondado. Media estocada tendida y descabello. Silencio.

Paseíllo

Con alrededor de tres cuartos de entrada, hacen el paseíllo Ponce, de marfil y oro; Cayetano, de tabaco y oro, y Ginés, de turquesa y azabache.

Sorteo

Esta mañana se sortearon los toros que van a saltar al ruedo en unos minutos. Los pesos oscilan entre los 558 y los 585 kilos.

Cartel

¡Buenas tardes! Bienvenidos a la séptima de las Corridas Generales de Bilbao. Se anuncia un encierro de Victoriano del Río para Enrique Ponce, Cayetano Rivera Ordóñez y Ginés Marín.

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