Calderón de la Barca, el torero que desató las iras por su apodo

El Bala, Cacheta, Marismeño, El Africano, Rayito, El Lince, El Ciclón o El Otro. Cientos de apodos guardan las enciclopedias taurinas . Para todos los gustos. Incluso hubo un bautismo que desató las críticas de un cronista taurino: Calderón de la Barca . No, no era el famoso autor de «La vida es sueño», sino un novillero que nada tenía que ver con la figura del Siglo de Oro.

Así se relata la historia en el anecdotario del Cossío , con un Calderón de la Barca que nada tenía que ver con el genial dramaturgo:

«Hace años hubo un novillero que se anunciaba en los carteles como Calderón de la Barca. Así apareció como sobresaliente en una corrida de rejones junto al portugués Simao da Veiga , lo que provocó las iras de un crítico, quien se quejaba en la crónica correspondiente de su petulancia. ¡Nada menos que Calderón de la Barca!

A los pocos días, dicho crítico recibía una carta del al parecer grandilocuente torerillo en estos términos:

-Siento mucho que usted se enfade. Seré bueno o mal torero. Pero lo que no puedo evitar es llamarme como me llamo: sepa que mis apellidos son Calderón de la Barca y Mas».