El público regresa a las salas de Sevilla con varios llenos esta temporada

La temporada de los teatros sevillanos se está saldando con una recuperación de público, que se está dejando notar, especialmente, en algunos escenarios, como los teatros Lope de Vega y Central, y el Auditorio de Fibes, que están viendo incrementadas sus cifras de ocupación media. Otros, como el Teatro de la Maestranza (1.800 localidades), mantienen una ocupación del 92%, que no ha bajado durante la crisis, registrando llenos en óperas como «El barbero de Sevilla» y «Otello», en todas sus representaciones, pero también en recitales como el de Ainhoa Arteta.

Pero estos no han sido los únicos llenos de la temporada en Sevilla, donde se pueden citar también en el Lope de Vega (750 espectadores) todas las funciones de «El alcalde de Zalamea», de la Compañía Nacional de Teatro Clásico; y «Muñeca de porcelana», con José Sacristán, por solo poner dos ejemplos.

Unos «sold-outs» que también ha vivido el Teatro Central (450 localidades) con «Medea», con Aitana Sánchez Gijón; «El público», de Álex Rigola; y el que vivirá la próxima semana con el estreno en España de «Mount Olympus» de Jan Fabre, cuyas entradas llevan semanas agotadas y hay lista de espera para entrar en este espectáculo de veinticuatro horas.

Junto a los espacios gestionados desde lo público, las salas privadas también han conocido un cambio de tendencia y se ha detenido la sangría de espectadores que tenían desde el inicio de la crisis. «Hemos dejado de perder público», señala el director de Escenarios Sevilla y del feSt, José María Roca, gestor también del Teatro Duque-La Imperdible, quien señala, además, el predominio de la comedia sobre el resto de géneros. El feSt, el festival que organizan las salas privadas, cerró su décima edición con 12.500 asistentes, el 52% más que el año anterior.Las salas privadas de la ciudad agrupadas en Escenarios Sevilla son Centro TNT (320 localidades), Teatro Duque-La Imperdible (180), Sala Cero (175) y La Fundición (139).

La crisis está detrás del abandono de las salas por parte del público desde 2008. Desde ese año hasta 2014 y solo en artes escénicas, en Andalucía descendió un 41,7% en número de representaciones y un 32% la asistencia, según el reciente «Anuario de la SGAE de 2015». Al menos, este informe de la SGAE planteaba que en 2014 se había producido un punto de inflexión hacia un ligero crecimiento.

A ello ha ayudado una política de mantenimiento de precios, tanto en salas públicas como privadas, no repercutiendo al espectador el aumento al 21% del IVA cultural, y favoreciendo una política de abonos, tanto para la programación general, como para los diferentes ciclos que ofrecen, como puede ser el caso del Central y el Lope.

Ese crecimiento apuntado en 2014 parece haberse consolidado esta temporada, atendiendo a los datos que aportan distintos espacios escénicos. de la ciudad De entrada, el Auditorio de Fibes (3.550 espectadores) ha registrado un aumento de público desde septiembre a febrero de entre el 14 y el 16% respecto a años anteriores, según datos aportados por Contursa.

En el Teatro Central también se ha producido este año un incremento del 10% de la ocupación media, pasando del 70 al 80%, señala el director de este espacio Manuel Llanes. Un porcentaje de espectadores importante para el teatro que presenta en la ciudad las propuestas más vanguardistas en teatro y danza, además de incluir ciclos de jazz, flamenco y música contemporánea que siguen encontrando el respaldo de un público fiel.

Otro teatro que no ha perdido público durante la crisis es el Maestranza, que tiene una ocupación media del 92% y que roza el cien por cien en sus títulos de ópera.

En el Lope de Vega su director, Juan Víctor Rodríguez Yagüe, reconoce que al principio de la crisis sí se notó bastante la bajada público, que se ha recuperado en estas últimas temporadas. «La gente ha perdido el miedo de no gastar por no saber lo que va a pasar y ha vuelto al teatro», explica Rodríguez Yagüe.