El teatro como experiencia peligrosa

Ha pasado entre nosotros una de las últimas propuestas de Peter Brook y Marie-Hélène Estienne. «Why?» es un homenaje al teatro, una poética y un manifiesto. Pero sobre todo es una pregunta formulada desde el corazón mismo de la experiencia teatral en cualquiera de nuestros tiempos menesterosos: ¿por qué seguir escribiendo teatro? O, lo que es lo mismo, ¿qué es el teatro y cuál es la función que debe tener? La respuesta está en la búsqueda que implica esa pregunta. Una búsqueda que ha sido una de las señas de identidad de Peter Brook. «Why?» es la narración intensa de esa búsqueda, la narración intensa de tres actores que interpelan constantemente al espectador, en una primera parte muy teórica, para hacerle reflexionar sobre la esencia de este arte y, a la vez, para advertirle de los fantasmas que recorren gran parte de la escena contemporánea: la grandilocuencia, el aburrimiento, el continuismo. Frente a ellos Peter Brook opone la sencillez, la desnudez y la apertura como formas de convertir el teatro en una experiencia peligrosa.

«Why?» es además el recorrido intenso o, si se prefiere, la aventura espiritual de ese puñado de almas que indagaron en las posibilidades del teatro de nuestro tiempo: Artaud, Graig, Dullin, Zeami, el maestro japonés del teatro Noh, Stanislavski y, sobre todo, Meyerhold. El revolucionario de 1917 que acabó con un tiro en la nuca porque siguió la vía, el camino que debe seguir cualquier autor o director de teatro verdadero: reflejar la complejidad de la experiencia con las palabras y las formas liberadas. Meyerhold siguió siendo un revolucionario cuando los demás se habían convertido en burócratas de sí mismos, es decir, cuando los demás se habían fosilizado en sus ideologías comunistas y desde sus poltronas levantaban en las cárceles y en los campos de concentración los muros llenos de sangre de la URSS. Por eso, otro de los fantasmas del que nos advierte Brook es la connivencia ideológica con el poder, aunque éste vaya a veces vestido con la piel de cordero de lo revolucionario. El poder enquistado en sí mismo, nos advierte, está en contra de la vida.

De las cenizas del legado de Meyerhold se levanta la llama del teatro de este judío de orígenes familiares rusos al que conocemos como Peter Brook. De las cenizas de la biografía y el asesinato de Meyerhold se levanta «Why?», una obra absolutamente apasionante, un viaje hacia esa Ítaca a la que llamamos teatro. Las interpretaciones, tan solventes y llenas de recursos como maravillosas, se alían al humor, a la tragedia, a la reflexión para conseguir esta pequeña gran obra. Lástima que el público solo haya tenido tan pocos días para verla.