La soprano Renée Fleming, durante la clase magistral que ofreció en Madrid
La soprano Renée Fleming, durante la clase magistral que ofreció en Madrid - Javier del Real

Renée Fleming: «El gran objetivo de un cantante es tocar el corazón del público»

La soprano estadounidense ofreció una clase magistral en la Escuela Superior de Canto la víspera de su recital en el Teatro Real

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El hermoso y recogido teatro de la Escuela Superior de Canto registró ayer un lleno histórico; la razón, la presencia en el noble caserón de la calle de San Bernardo de una de las más importantes cantantes de nuestros días: Renée Fleming. La soprano estadounidense, intérprete exquisita de Mozart o Richard Strauss, ofreció una clase magistral a cuatro alumnos, antes de reunirse con los medios de comunicación. Estos actos son prólogo del recital que ofrecerá hoy en el Teatro Real donde cantará, acompañada al piano por Hartmut Höll, arias de ópera de Mozart y Haendel, y canciones de Schumann, Donaudy, Boito, Leoncavallo, Tosti, Oscar Straus, Saint-Saëns y Massenet.

«Hay pocos cantantes de mujer madura para una soprano lírica como yo»

Los recitales ocupan la mayor parte de la actividad de Renée Fleming, que podría cerrar su carrera operística con las funciones de «El caballero de la Rosa», de Richard Strauss, que cantará en diciembre en Londres y en abril de 2017 en Nueva York. «Hay muy pocos papeles de mujeres maduras para mi voz, una soprano lírica. Es un buen momento para dejar la “escena tradicional”. Sin embargo, me encanta la nueva música, y voy a participar en el estreno de una obra sobre Georgia O’Keeffe. Quiero seguir cantando obras nuevas, espero que en el teatro y en giras, pero no “óperas tradicionales”. Mi ejemplo, al tomar esta decisión, es Leontyne Price; ella me contó que decidió dejar de cantar ópera, pero siguió después dieciséis años más cantando recitales. Yo espero hacer exactamente lo mismo».

Disfrutar

Tiene claro la soprano estadounidense, que acaba de cumplir 57 años, que su gran reto actual es poder disfrutar cantando. «He trabajado muy duro para llegar hasta aquí. Cuando estudiaba no tenía paciencia, y ahora quiero disfrutar. Adoro cantar, me produce un gran placer, especialmente programas como el de esta noche, en los que creo que el público puede disfrutar».

«Uno de mis ídolos ha sido Victoria de los Ángeles; tenía una luz solar en su voz, siempre sonriente y brillante»

Distinguida intérprete del repertorio francés, idioma en el que se siente muy a gusto, lamenta sin embargo no haber aprendido español. «Mi hija sí lo habla, ojalá me hubiera acompañado en este viaje para ayudarme. «Pero he estudiado a menudo música española. Uno de mis ídolos en mi juventud era Victoria de los Ángeles; todavía, cuando hoy en día me preguntan a qué cantantes he admirado, digo que a ella y a Leontyne Price. Victoria de los Ángeles tenía una luz solar en su voz, siempre sonriente y brillante. Y era una voz tan hermosa... Escucho con frecuencia sus discos; ella grabó mucho repertorio español. Cuando era estudiante, esta música supuso para mí una inspiración; canté canciones españolas hace unos años en un recital en Barcelona, pero no tuve mucho éxito. Así que decidí que no era el repertorio más adecuado para mí, porque no hablo el idioma».

«Aprender a cantar es un milagro. La voz está en nuestros cuerpos, cada instrumento es diferente porque cada cuerpo es diferente»

Le gusta a la soprano el trabajo con los jóvenes, a los que trata de explicar su experiencia. «Aprender a cantar es un milagro. La voz está en nuestros cuerpos, cada instrumento es diferente porque cada cuerpo es diferente. Y depende de músculos que se mueven de manera involuntaria y que difícilmente podemos controlar. Tampoco podemos escuchar cómo sonamos exactamente; los demás oyen nuestra voz de manera diferente a nosotros. Aparte de eso, un cantante de ópera debe conocer varios idiomas, saber estar en escena, manejar el vestuario, actuar mientras cantas. Es un esfuerzo muy exigente. A mis alumnos les he aconsejado que trabajen duro en todos estos elementos para alcanzar el mayor nivel porque, además, el mundo de la ópera es extremadamente competitivo y, cada vez más, global. Muchos de los próximos grandes cantantes vendrán de Asia. Pero todo ese esfuerzo y toda esa preparación tiene un objetivo: comunicar y emocionar. Han de lograr tocar el corazón de quienes les escuchen. Esa es la meta».

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