Empacho de carcajadas
Probablemente, «La función que sale mal» tenga, y si no estará muy cerca de él, el récord de carcajadas por minuto en una obra de teatro. Y es que desde que se levanta el telón hasta que cae definitivamente el escenario es una contínua cascada de gags y situaciones descacharrantes que provocan continuadas risotadas en los espectadores, incluso los más circunspectos.
«La función que sale mal» nació en un lugar singular y encantador de Londres, The Old Red Lion Theatre, un minúsculo teatro situado en el interior de un pub;desde allí creció y se ha convertido en un auténtico éxito internacional. Cuenta la función las vicisitudes de una compañía de teatro aficionado al intentar montar una obra de misterio;todo se pone en contra de ellos y si algo puede salir mal, sale rematadamente mal, mientras ellos intentan mantener el tipo.
El resultado es una función frenética –incluso demasiado;llega un momento en que tanta abundancia de gags llega a indigestar–, con el metrónomo disparado, donde los actores han de ser al tiempo prácticamente atletas –los ocho intérpretes, más los tres swings que intervienen, merecen una sincera ovación–, escandalosamente divertida... Aunque provoque un empacho de carcajadas en el espectador.
