Dibujo que recrea a Don Quijote con un lector sentado a sus espaldas
Dibujo que recrea a Don Quijote con un lector sentado a sus espaldas - JOSË MARÏA NIETO

¿Quiénes son Alonso Quijano y Aldonza Lorenzo?

Una editorial sevillana publica una antología del Quijote enfocada a estudiantes de Secundaria

SEVILLA Actualizado: Guardar
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No hay duda de que El Quijote está de moda. Editorial Alegoría se suma a las propuestas que están proliferando para acercar el mundo del ingenioso hidalgo a la multitud de reacios a abordar una lectura que muchos prejuzgan como tediosa.

Esta editorial sevillana, especializada en la divulgación de la alta cultura y en educación, acaba de sacar una antología de Don Quijote con la que pretende acercar nuestro clásico más clásico (en una obra, además, que supone el nacimiento de la novela moderna) a la mayoría que aún no lo ha leído. Francisco Martínez Cuadrado, catedrático de Lengua y Literatura y doctor en Filología, experto en Cervantes, es el autor de esta antología.

Precisamente, un barómetro de CIS, que arrojaba datos sobre el desconocimiento de la novela de Miguel de Cervantes, avala esta iniciativa de divulgación, que se suma a las que han concebido Andrés Trapiello o Arturo Pérez Reverte.

Este sondeo, que incluía preguntas relativas a la lectura del Quijote, desveló que un 21,9% de los encuestados respondía haber leído íntegro Don Quijote, dato que parece muy optimista si lo contrastamos con otros de la misma encuesta: solo el 16,6% sabe que Don Quijote se llamaba en realidad Alonso Quijano; no llegan al 10% los que reconocen a Aldonza Lorenzo detrás de Dulcinea del Toboso y, lo que es más llamativo, un escasísimo 2,6% recuerda a los Duques, personajes que ocupan 30 capítulos de la novela, casi la mitad de su segunda parte.

«Estamos muy satisfechos con el resultado de este Quijote. A diferencia de las últimas adaptaciones-traducciones, en ésta no se abandona en ningún momento la inspirada palabra cervantina.Francisco Martínez convierte la obra en algo amable, seductor y accesible para todos los públicos. ¿Quién dijo que nuestros alumnos de Secundaria no podían con el Quijote?», explica el editor, Carlos Estacio.

Una encuesta del CIS reveló que solo uno de cada diez encuestados conoce el verdadero nombre de Dulcinea del Toboso

Esta antología no surge como una alternativa a la lectura íntegra de Don Quijote, sino precisamente a su no lectura. «Es un hecho que la dificultad de la obra cervantina, por los cambios en la lengua y en el contexto social y estético lleva a muchos lectores y estudiantes a abandonar su lectura sin concluirla».

Puesto que la lectura íntegra de una obra como Don Quijote tropieza con las dificultades señaladas, en esta antología se ha pretendido salvar al menos una parte importante de la novela cervantina y facilitar su lectura. Frente a otras opciones, como la versión o la adaptación, Editorial Alegoría ha optado por la selección de textos, de manera que el estudiante y el lector tengan acceso a la verdadera lengua de Cervantes y no a la de un adaptador. Solo se ha modernizado la ortografía y algún arcaísmo fonético, como suele hacerse en los textos del Siglo de Oro.

 ¿Quién duda de que un poco de Cervantes (ironía amable, mirada humana, ausencia de dogmatismo, tolerancia, humor, ternura...) haría mucho bien a nuestros males de hoy? Esta obra viene a completar aquella otra que el profesor Martínez Cuadrado publicó hace cinco años: su versión de Rinconete y Cortadillo. Seguido de un paseo por la Sevilla cervantina, en la que, además de anotar y explicar el texto, lo acompaña de una guía didáctica y de un paseo literario por la Sevilla de Cervantes, ilustrado con planos y fotografías, para comprender la novela a través de la ciudad y conocer la ciudad a través de la novela.

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