Vicente Amigo: Treinta años no es nada

El guitarrista sevillano actúo el martes en el Festival Internacional del Cante de las Minas en la Unión, donde triunfó en 1988

Vicente Amigo en el Festival Internacional del Cante de las Minas Pablo Sánchez / AGM

Patricio Peñalver

Volver a escuchar a Vicente Amigo en La Unión siempre es un lujo, una experiencia sensorial que no se olvida. No en vano, es uno de los mejores guitarristas de nuestro tiempo. Y eso ocurrió el pasado martes con su gran actuación que cerraba el ciclo de galas del Festival Internacional del Cante de las Minas , para dar paso a los concursos.

Se presentó solo, en mitad del escenario cantando con las primas y los bordones de su guitarra. Con un rotundo toque por tarantas comenzó « Callejón de la luna », que remató con las palmas de tres músicos que acababan de salir al escenario. Después, con Paquito González a la percusión, Ewen Vernal al bajo, Añil Fernández a la guitarra y Rafael de Utrera al cante. Prosiguió con los « Tangos del arco », en un repaso por su discografía, hasta llegar a las bulerías por soleá : « Autorretrato », que grabó con Enrique Morente , en las que sobresalió el metal de la garganta del cantaor Rafael de Utrera . Se lució con un toque por zapateado, con la percusión de Paquito González, con sus rítmicas falsetas; para pasar a unas poderosas siguiriyas.

Con la parte festera llegaban las rumbas de « Amoralí » de su último disco, « La memoria de los sentidos », que embriagaba y contagiaba con su ritmo a un publico que se divertía viviendo el momento, ya en una pura sinergia. Hasta llegar por bulerías a un momento de alto voltaje con el baile de « El Choro ». El guitarrista, después de presentar a sus músicos, no se olvidó de aquella noche de agosto de 1988, en la que ganó el máximo galardón de guitarra, el Bordón Minero, que le dio el espaldarazo definitivo a su brillante carrera.

Su invitado de honor fue el cantaor Pedro El Granaíno , que colabora en el disco «Memoria de los sentidos», bulerías dedicadas al torero Alejandro Talavante que elevaron la temperatura de la velada. El momento cumbre llegó con el « Réquiem », dedicado a Paco de Lucía , con letra del propio Amigo, que comienza con un toque de campanas, en las que volvieron a brillar de nuevo las voces de Pedro «El Granaíno» y Rafael de Utrera.

El concierto duró dos horas y los asistentes no se cansaban de escuchar a Vicente Amigo. El bis llegó de la mano « Roma », haciendo honor a la Catedral del Cante. A la que el Gran Chano, con su característica guasa gaditana, dijo que más que catedral era el Vaticano.

Y con el calor de los aplausos de la multitud el guitarrista abandonó el escenario dejando un aroma flamenco por todo lo alto.

Como el agua

Decía Heráclito que «nadie puede bañarse dos veces en un mismo río, porque aunque aparentemente el río es el mismo, sus elementos, su cauce, el agua que corre por él, han cambiado siguiendo el compas del tiempo». Y eso es lo que ocurre con las actuaciones de Vicente Amigo en La Unión : que siempre son diferentes.

Lo mismo sorprende al que se acerque a verlo por primera vez o al que ya lo haya visto varias veces. La guitarra de Vicente Amigo maneja con maestría el tiempo, el fraseo y el volumen. Con Vicente Amigo no solo disfrutan sus músicos, a los que les da protagonismo, sino también el público y los cantaores como Arcángel o Pedro Cintas, que lo felicitaron después del concierto. Con su creatividad y su evolución, que crece y no se agosta, podemos afirmar que treinta años es nada.

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