Teodor Currentzis y MusicAeterna: los elegidos

Parece obvio que Teodor Currentzis y MusicAeterna se atienen a un minucioso plan de trabajo del que es parte esencial el interés que genera la novedad. Discográficamente transitaron por Purcell y Shostakovich , por las óperas de Mozart / Da Ponte antes de involucrar a Stravinski y Chaikovski . Llega ahora Mahler con un registro de la sexta sinfonía y varios conciertos alrededor de la cuarta con algunos lieder sobre «Des Knaben Wunderhorn». Con este programa acaban de actuar en el ciclo de Ibermúsica, una vez más dejando un rastro de desconcierto y admiración.

Porque tras el anzuelo mercantilista está la interpretación propuesta por quienes han decidido construir la música con un orden distinto. En un mundo en el que ya se habla de la hiperculturalidad este detalle señala que no se aplaude solo la excelencia de la interpretación, que es sencillamente apabullante por el trabajo de fondo y la calidad individual de todos los instrumentistas: lo que surge es la ambición de una lectura que niega cualquier principio general y solo se atiene a su propia existencia. Por supuesto, MusicAeterna es Currentzis en tanto , y así lo acaba de confirmar este concierto mahleriano, todo depende de su personalidad, gesto, mirada y original presencia. Pero esta coherente correlación de hechos, que cualquier justificaría como heterodoxia, en realidad revela que también desde Mahler se puede explorar con desconfianza la supuesta profundidad de esa gran mentira universal que se llama tradición.

Conviene desechar términos recurrentes como naturaleza, sentimiento y nostalgia . Incluso otros más protocolarios reconstruidos por MusicAeterna a partir de la colocación sobre el escenario en una disposición inaudita pero de interesantes consecuencias sonoras. Queda la pureza en las texturas (que incluso lleva a la no demasiado fértil asociación con un gran liederista de distancia corta como Florian Boesch ), la claridad del timbre (que la soprano Anna Lucia Richter alcanza a extender con perfilada finura) en combinación con el apoyo muy sustancial del registro grave… o, mejor aún, el temperamento de una narración que no camina sino que explora. Currentzis y MusicAeterna no proponen soluciones fáciles , simplemente explican, sin negociación posible, que el arte es en cada época diferente.