El Pescao: «Twitter es el sitio preferido para decir “vete a la mierda” a los “haters”»

Como la mayoría de los famosos, David Otero tiene detractores de su música –o, como él los llama, «haters»– que se manifiestan en las redes sociales, sobre todo en Twitter, el mejor lugar para decirles «vete a la mierda». Pero, en lugar de despacharlos con mayor o menor elegancia, él se lo toma diferente: «Me parece un desafío ser capaz de convertir a un “hater” en un “lover”. Me dedico muchísimo y tengo un porcentaje de éxito importante».

Entre risas y en un ambiente joven y multicultural, el excomponente del grupo El Canto del Loco mantuvo este miércoles 20 de julio un diálogo con los asistentes a «Americanosfera. Gestión cultural sin fronteras gracias a la colaboración digital», curso que acoge estos días la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander.

Su visita se debe a que, afirma, la mitad de su público es de Latinoamérica.

Otero reconoce que tiene más «haters» masculinos, a los que trata de convertir en seguidores: «Hoy me he encontrado un tuit que decía: “Me da vergüenza que me guste una canción de David Otero”. Y yo le he contestado: “Me encanta que te dé vergüenza que al final te guste mi música”. Al momento, el tío me ha dado las gracias y ha comenzado a seguirme. He pensado, ¡bien! “Hater”, en “lover”».

Allí, con las olas del mar de fondo, esas en las que asegura que tanto le gusta surfear, El Pescao se ha mostrado cercano con el público para compartir la forma de vivir su trabajo y de comunicarse con sus fans. Sobre todo, ha incidido en su voluntad de mantener el contacto humano, de «traspasar la barrera de lo digital y llevarlo al mundo tangible».

Por este motivo, Otero siempre «lía alguna» en la calle. Se llama «street marketing», y su última salida fue la de hace poco más de un mes, cuando reunió a más de 600 personas alrededor del Templo de Debod en Madrid para cantar con él una de sus canciones acompañados de una «marching band».

WhatsApp, una conexión «íntima» con los fans

El madrileño ha aprovechado la ocasión para explicar la última estrategia que él, junto a su equipo, está emprendiendo. Se trata de una vía de comunicación por WhatsApp llamada «fun phone», una línea que le mantiene en contacto con los amantes de su música de forma más personal. «Más o menos estoy una hora contestando mensajes a la gente, y me comparte cosas mucho más íntimas que no harían a través de las redes sociales».

«Hay una chica que va a quimioterapia. Y, cada quince días o así, me escribe antes del tratamiento. Me paso un rato chateando con ella… La gratificación que te da eso es mucho mayor que en cualquier red social». El cantante ha querido compartir las primeras historias que está viviendo través de esta nueva iniciativa, que comenzó hace un mes y que nace con la necesidad de congregar a sus seguidores que, explica, «estaban muy dispersos en las redes sociales».