Guadalupe Plata: «Creíamos que el underground nos había cogido manía»

Ir a un concierto del combo formado por Pedro de Dios (voz y guitarra), Paco Martos (barreño y bajo) y Carlos Jimena (batería) es como descender a un inframundo por donde pululan los espíritus de Junior Kimbrough, Skip James, R. L. Burnside, Hound Dog Taylor, T-Model Ford, Fred McDowell... Guadalupe Plata representa el lado más oscuro, lúbrico y primitivo del blues cantado en castellano, y su tercer disco (epónimo, como los dos anteriores) ha confirmado que son la mejor apuesta de presente y futuro para el género en nuestro país. De hecho, sus recientes directos han demostrado que están más en forma que nunca.

—Han contado varias veces la anécdota de cuando visitasteis la tumba de T-Model Ford en Greenville, Mississippi: sufrieron una pequeña maldición… de repente, de la tierra empezaron a salir cientos de hormigas que les picaron por todas partes, y la escena ha pasado a ser la portada del disco.

Esas hormigas les inoculó algo, porque la última gira está siendo espectacular.

—(Carlos Jimena, batería) ¡Jajaja! Pues va ser que sí. Últimamente al bajar del escenario estamos muy a gusto, lo hemos comentado. No sé si tiene que ver con el engrase que ya tenemos por los años juntos o qué… porque no ha pasado nada especial. Pero sí estamos notando una conexión entre los tres que se nota más a flor de piel. Va a ser el veneno de las hormigas de T-Model Ford.

—El de la sala But con Los Wallas, el del festival Fuzzville… fueron conciertos impresionantes. ¿Cuáles recuerdan como los mejores de esta gira?

—Nos encantó el Fuzzville, porque fue como reencontrarnos con el público underground, el más rocanrolero. Con esto de ir a tantos festivales indies, los festivales más roqueros, un poco más cerradillos, pues ya no cuentan tanto con nosotros. El Fuzzville fue como una reconciliación, y el ambiente que había era una locura. El concierto de Zamora también fue increíble.

—¿Quiere decir que hay cierto resquemor del underground por el éxito que han tenido?

—Pues no lo sé, yo a veces lo percibo de esa manera. A lo mejor es una impresión mía. Pero sí es cierto que cuando suenas más en según qué circuitos, otras puertas se cierran porque te toman por alguien que es… como menos del gremio.

—Puede que simplemente os vean algo menos accesibles para la contratación.

—Pues igual es eso… pero nosotros no nos movemos solo por la pasta. Si la fiesta nos mola, y creemos que puede ser divertido y genuino, nos encanta ir. De hecho, ha habido algunos festivales a los que hemos querido ir y no hemos podido. Pero lo mismo llevas tú razón, y es por eso y no porque nos hayan cogido manía.

—¿Cómo van de cansancio? ¿Los años pesan?

—Pues la verdad es que no estamos nada cansados. Bueno, cuando vas a México o a otros países de Sudamérica, te pegas una paliza y vuelves hecho polvo. Pero cuando giramos los fines de semana por España, entre semana volvemos a casa y descansamos bien. Y el gustazo que es poder dedicarse a esto… vamos… ya tienes que estar pasándolo mal para quejarte.

—¿Qué tal fuera de España?

—Genial, estamos notando un subidón importante de interés en México, los fans son muy locos y siempre tenemos bastante público. Se ponen a hacer corros, repartiendo leches a lo punky mientras tocamos. Y ahora en enero lanzamos el disco a nivel europeo. Vamos a ir a tocar a Londres en diciembre, y luego viajaremos a algún que otro país.

—El concierto de Etnosur, que tuvo un montaje especial con músicos flamencos, ¿salió bien?

—Sí, era un reto bastante importante, sobre todo por tener que adaptarnos a unos patrones. Para Pedro eso fue complicado, dar unas vueltas determinadas a las canciones, improvisar menos, eso fue duro. Pero como experiencia, increíble. Ahora la idea es repetir algo parecido, con más tiempo, porque al ver las grabaciones hemos visto cosillas mejorables.

—¿Han empezado a componer el nuevo disco? ¿Repetirían con el estudio de Londres donde grabaron el último?

—Sí, Pedro ya me ha enviado el audio de una canción nueva por el teléfono, y en Almería estuvimos viéndolo en una prueba de sonido. Ya la estamos tocando en directo. No sé si repetiríamos lo de Londres. No hemos repetido con ningún estudio, pero no por ninguna manía, sino porque se han presentado opciones nuevas que nos han llamado la atención. Dependerá de las opciones que se presenten, pero siempre tendrá que ser un estudio que tenga su «pringuecilla», ya sabes a lo que me refiero, y con un productor que esté de la cabeza más o menos como nosotros.

—¿Tienen algún otro proyecto entre manos, con otras bandas, etcétera?

—Yo ahora estoy retomando una banda que se separó hace años, Las Letizias. Estamos ensayando, vamos a sacar una reedición y dar algunos conciertos. Pedro sigue con Pelomono. Pero estar con otros grupos es un poco lío, porque si te centras en uno, condenas al otro a no hacer nada. Es complicado, pero siempre que hay un huequecillo, se intenta.