Gene García, el 'Howlin' Wolf' extremeño que burló a la muerte

Tras superar un ictus, un trasplante de riñón y dos infartos, uno de los referentes vocales del jazz nacional vuelve con fuerzas renovadas publicando el estupendo 'GeneSis'

Nacho Serrano

El cantante y armonicista Gene García emergió en la escena de blues hace ya treinta años, militando en bandas como Los Inlavables o The Reverendoes, y compartiendo escenario con formaciones y artistas de tanto peso como The Blues Brothers, The Pogues, Mick Taylor o Los Lobos. García, una de las pocas voces masculinas del jazz en la península, con un marcado estilo Crooner, pasó por una etapa terrible de salud pero ahora vuelve con fuerzas renovadas para publicar 'GeneSis' , un soberbio trabajo arropado por magníficos músicos lisboetas donde convergen de manera culminante el jazz, el blues y el soul. Consta de ocho canciones originales y tres versiones revisadas como la canción 'Isn't It A Pity' de George Harrison, que cuenta con la participación de la Orquesta Sinfónica de Extremadura, el tema 'Just The Way You Are' de Billy Joel y 'Soul to Soul' del cubano Tito Gómez.

¿Cómo fue la grabación de este álbum tan portentoso? ¿En el estudio hubo buenas esas buenas vibraciones que transmiten los temas?

La grabación del álbum ha sido realmente fantástica por muchas razones. El trabajo ha sido duro pero la experiencia y el resultado final muy reconfortante y satisfactorio para mí, pues llevo mucho tiempo pensando en ello, en la elección de los músicos. Quería un trío de jazz con un par de temas con la OEX ( Orquesta de Extremadura). Las canciones también han salido como yo pensaba, en definitiva como decía George Peppard en el Equipo A, 'me encanta que los planes salgan bien', jajaja... En este caso la frase viene como anillo al dedo, así ha sido todo el proceso. Y con respecto al estudio, siempre ha habido una conexión magnífica con los músicos. Antonio Vega, el otro productor. hizo un gran trabajo también. Las canciones fueron preparadas en un proceso fácil, pues el director musical Víctor Zamora es un tremendo arreglista, músico y compositor que captó perfectamente todas mis intenciones y a su vez se las transmitió a Cicero y Joel, que son también excepcionales músicos. Entendieron de una manera sencilla todo lo que hemos plasmado en el álbum. Hubo grandes vibraciones y máxima conexión a la hora de interpretarlos, pues son gente con un gran gusto musical y las cosas suelen salir así cuando todos estos elementos confluyen a hora de producir un trabajo como este.

¿'Genesis' alude a una intención de establecer un punto de partida para algo con este disco?

Quizás esa sea la intención del nombre, una época de mi vida en el filo de la navaja y superado con 'cum laude' obtenido en el grado académico de la vida, pero eso da para otra historia. Y también, como bien dices, el establecer un punto de partida en mi camino artístico y profesional. Realmente retomo el testigo que dejé antes de comenzar ese viaje personal a lo 'desconocido'. Ya intenté emprender el camino en solitario, pero no pudo ser en aquellos momentos tan duros.

¿Por qué eligió versiones de George Harrison, Billy Joel y Tito Gómez?

La verdad es que no estoy seguro si te soy sincero, todo ha sido un poco 'mágico'. Para mí, George Harrison siempre me pareció el tipo más interesante de los Beatles aunque no sea un fanático de los chicos de Liverpool. Pero en un momento dado de ese viaje que te comenté con anterioridad, empecé a descubrir su extenso trabajo realizado después de pertenecer a los Beatles, sus trabajos en solitario, aquellos excelentes Travelling Wilburys, que me encantaban, incluso como productor cinematográfico; pero lo que más me llamó la atención era su faceta espiritual plasmada en sus letras, esa teosofía hindú de la vida que me ayudó mucho en mi viaje. Hizo que me fijara en su 'genesis', o sea su primer álbum en solitario 'All Things Must Pass'. En él viene ese tema que tanto me impactó y que reviso en mi álbum, 'Isn't it a pity'. No ha sido nada premeditado en absoluto, pero el concepto de el amor que nos dan y después se nos olvida devolverlo me sacudió espiritualmente, y decidí incluirlo. Incluso te confieso que las letras de los temas escritos por mí tienen mucho que ver con esa enseñanza casual, o no, de incluirlo en el álbum. Con Billy Joel es algo más un encontronazo con el track. Tenía una banda de standard de jazz, The Moochers, y yo me encargaba la mayoría de las veces de elegir los repertorios. Y me gustaba meter temas no demasiado conocidos para el estilo en cuestión. Soy muy fan, entre otros, del gran Joe Williams, le escuché cantar 'Just The Way You Are', y me fascinó y la incluí en los set list del quinteto. La hacíamos a nuestro estilo; con las versiones, a mí me gusta aportar algo nuevo a la hora de interpretarlas y en este caso tuve ese encontronazo con Billy al saber que era suya, y además la letra es muy sugerente, entraba en el concepto lírico del álbum. Y con Tito Puente la culpa la tiene Víctor Zamora, el es cubano y tenía esa idea revoloteando pues intentó ofrecérsela a diferentes artistas con los que trabaja, entre ellos Salvador Sobral, y no la incluyeron en su repertorio. Cuando me la ofreció,la escuché y me pareció un auténtico caramelo dulce y sabroso, le hicimos unos cambios y el resultado final me parece genial pues refresca el álbum dándole más color y amplitud al trabajo.

¿Había trabajado antes con orquesta? ¿cómo fue la experiencia?

Sí, con la OEX antes de la grabación, en Köln, Alemania, como crooner hace tres años, y hace años en varias ocasiones en el Teatro Romano de Merida. La que recuerdo con mas cariño fue un espectáculo el Día De Extremadura dedicado a Victor Jara donde interpreté 'El derecho de vivir en Paz', y 'A desalambrar' con Enrique Morente, George Moustaki, Ismael Serrano, Tontxu y algunos mas que no recuerdo. Eso fue en 1999. Después en 2018 (no se pudo realizar en fecha pues yo estaba 'out'), con mi banda de blues de toda la vida, Inlavables, montamos un espectáculo estelar después de mi viaje con la OEX llamado 'If i can dream'. Fue un homenaje por los 40 años de la muerte de Elvis Presley, con arreglos originales del maestro César Guerrero, un show digno del Rey, creo que no se revolvió en su tumba,....jajajajja. Caló profundamente en el público extremeño y portugués, pues también lo internacionalizamos. Con la llegada de la pandemia se han quedado colgado algunos espectáculos que intentaremos retomar en cuanto sea posible. Imagínatelo, una banda de blues con una orquesta sinfónica de 60 músicos, en directo, ¡buf!… no hay palabras para describir esa sensación de acompañar a una sinfónica. Las vibraciones que se producen son indescriptibles en el alma de un músico que experimenta algo así. Y ahora por último, la grabación del álbum, también arreglada por el maestro Ceésar Guerrero, que a parte de la relación estrecha que tengo con él de forma profesional también lo considero un gran amigo, y la persona perfecta para poner su talento en estos dos temas del álbum. Es un tipo muy valorado, Coque Malla, Raphael, Concha Buika, y otros grandes artistas del país le quieren en sus shows. Creo que el motivo es que el maestro ha sido cocinero antes que fraile, jajajaja. O sea, ha sido músico antes que director de orquesta, haciendo que la relación entre músico y director sea muy fluida y amena, a parte, vuelvo a repetir, de su extraordinario talento.

Es muy chirriante cuando un vocalista canta jazz en inglés 'imperfecto', por decirlo suavemente. Pero no es su caso ni muchísimo menos, ¿cómo ha llegado a un nivel tan alto con el idioma?

Me agrada que me hagas esa pregunta, para así tener la oportunidad de aclararlo. Hay gente que cree que soy americano o he estado viviendo allí, incluso cuando entro en conversación. Pero no, soy español, aunque desde el punto de vista promocional viene muy bien… jajajaja…. Llevo toda mi vida escuchando música americana, todo tipo de blues, soul, jazz, funk, rock and roll, folk blanco, negro... Desde que tenía 14 años siempre ha sido mi pasión, estudiaba a los cantantes, su dicción, el acento de diferentes zonas de EE.UU., siempre he tenido una relación estrecha con el mundo anglosajón, gente que me ha ayudado, amigos que han vivido allí. Sigo viendo mucho cine en inglés, hay un trabajo detrás importante pues siempre me he preocupado de entender, aprender y sentir lo que estoy cantando e interpretando, ya que es una parte esencial de mi trabajo, a parte de hacerlo con mi propia personalidad. La música no es otra cosa que una forma de comunicación no solo verbal, sino que entra en cuestiones de transmitir sensaciones, sentimientos, amor, melancolía, alegría, etc… Son muchos años aprendiendo y poniendo mis papilas auditivas… jajajaja… en pos de la perfección. Así he intentado llegar a este nivel, como dices. Otro dato es que este trabajo también está destinado a países angloparlantes. Las cosas no solo deben de serlas sino parecerlas. Y en mi trabajo, con el tiempo y dedicación creo que las voy consiguiendo. Uno siempre esta dispuesto a aprender continuamente de los que me aportan cosas, en este ámbito y en cualquier otro de mi trabajo y en la vida, por supuesto. Uno siempre hace lo que puede.

¿Qué música sonaba en su infancia? ¿Y en su adolescencia?

Nací en una ciudad muy flamenca, Badajoz, los tangos y jaleos son palos muy importantes en el mundo del flamenco. Mi padre también era un apasionado del flamenco, se crió en La Plaza Alta de Badajoz. Escuchaba mucha música en casa, al Porrina, Manolo Caracol, El Indio Gitano, Chocolate, El Lebrijano, cante gitano puro, los grandes. Vengo también de una familia de clase trabajadora, typical spanish, en los años setenta, católica. Mi padre fue torero sin suerte, y todo este ambiente lleva al sentimiento que he entendido mucho más tarde. Cuando tenía diez y once años iba al estudio de pintura de un pintor excepcional franco-español que vivía en mi barrio, Angel Luis Perez Espacio, me sentaba allí, oliendo a esencia trementina, me encantaba, y me quedaba absorto observando. Y claro, aguantaba un rato largo, pero mi inquietud me hacía de vez en cuando fisgonear y descubrí una colección de vinilos de rock and roll. Se los pedía prestados y con el tiempo, de colección en colección de discos, en casa de amigos con hermanos mayores, fui descubriendo todo tipo de músicas. Mis dos pasiones, la música y la pintura. Ya con 16 años sabía quien era Muddy Waters, Howlin' Wolf, la Creedence, los Rollins, Eric Clapton, Hank Williams, Wilson Picket, Sly and the Family Stone, James Brown, Sam Cooke, John Lee Hooker, Miles Davis, Etta Jones, Billie Holliday, Ella, Louis Armstrong, Joe Turner, Lena Horn, Doctor Longhair, Ray Charles, Doctor John... ¡buf! Era demasiada información para un adolescente friky y rebelde como yo, pero era muy feliz escuchando todo eso, que estaba fuera totalmente de lo que había en casa. Eso era lo que escuchaba en mi adolescencia. ¿Cómo es posible? te preguntarás, no tengo ni idea, pero así fue.

Si tuviera que elegir tres discos de jazz/blues/soul que le marcaron la vida, ¿cuáles serían y por qué?

Me pones en una posición un tanto delicada, jajajaja…. pues tengo muchos discos favoritos y cada vez que escucho o re-escucho hacen que me cambie un poquito la vida, siempre aprendo cosas nuevas. Me pasa igual con las pelis, pero vamos allá. Hay un disco magnifico de Archie Sheep que siempre me cautivo y últimamente lo escucho mucho. Se llama 'Attica Blues', de 1972, y otro que escucho mucho últimamente es la banda sonora original de 'Ascensor hacia el cadalso', película francesa de 1958, del director Louis Malle y a la que puso música Miles Davis. Lo maravilloso del disco y la peli es el sonido de Miles ilustrando las imágenes y como lo grabó, improvisando durante el visionado del film escena por escena. Eso es puro jazz negro, sofisticado y genial. De soul me quedo con el sonido Memphis de Hi Records, en la época de Willie Mitchell como productor, Al Green, Syl Johnson, O.V. Wrigth, etc. y un disco de Motown (Gordy Gordy Gordy) de The Temptations, de 1970 llamado 'Psychedelic Shack'. Perdón por no nombrar a Stax, otros de mis sellos de Memphis, Staples Singers de mis favoritos con Pop's y Mavies Staple. And many others,.. De blues sorprendente ha sido para mi que ya hace tiempo que salió, un disco de R.L. Burnside, llamado 'A Bothered Mind', modernizando al máximo el sonido añejo de blues sureño muy interesante. Y me permito la licencia de poner otro de Inlavables del 2009 llamado 'River Blues', un disco que mis chicos y yo pretendimos hacer eléctrico. El blues del sur con un sonido añejo, pero estaba hecho en ese año, con una versión del 'Still haven't found what i'm lookin' for' de U2, de una manera un tanto especial… jajajaja…. disculpa mi atrevimiento.

¿Cómo es la vida de un músico de jazz en Extremadura? ¿Había circuito antes de la pandemia? ¿cómo ha afectado esta crisis a ese circuito, y a usted en particular?

La vida de un músico de jazz y para los músicos en general en Extremadura no ha sido mala del todo, pues antes en las ciudades principales había locales variados. Badajoz, Caceres, Merida. En Almendralejo, donde hay una escuela de jazz, podías pasar la frontera y también existían locales en diferentes ciudades como Évora, donde a parte de tener un festival de jazz importante en el país vecino, también tienen un Conservatorio con posibilidad de estudiar la rama Jazz, y Lisboa a un par de horas de coche. He actuado en eventos variados, amenizaciones, yo incluso tocaba en el Casino de Badajoz mientras la gente jugaba, todo eso hace un tiempo. Ha habido un auge en los últimos siete años en los cuales a la gente joven le ha empezado a interesar este tipo de música, y surgen buenas canteras de músicos jóvenes interesantes. En Badajoz hay un Conservatorio superior de música que ayuda a que alumnos con otras inquietudes pues prueben otras cosas. También, en la ciudad de Badajoz, hay en la actualidad un Festival de Jazz que ya va cogiendo solera con apoyo institucional y privado- En Cáceres llevan ya dos ediciones, y empezaron a surgir locales específicos que programaban este tipo de música. Las instituciones también lo han apoyado bastante con circuitos como la Diputación de Badajoz, La Junta de Extremadura con su Consejería de Cultura, ayuntamientos... en comparación con otros lugares del país no se está mal. Pero en la pandemia como en todos los lugares de Europa, en este caso, el sector ha sido mermado bastante, como en todos los ámbitos de la sociedad. Entre repunte y repunte pues parece que se hacen cosas, pero luego volvemos al punto de partida. Se sigue programando con aforos limitados y el apoyo privado se resiente al estar viviendo una situación de incertidumbre, pues está a merced de los vaivenes de la pandemia. En concreto, para mí ha sido brutal pues he suspendido espectáculos, aplazados sin fecha. Un desastre, aparentemente uno sigue trabajando como la realización de este álbum pero ya he suspendido la presentación en varias ocasiones, conciertos, festivales y estamos a la espera de poder realizarlo en mayo en todas las ciudades importantes de la región. Incluso mi intención es presentarlo en Lisboa, Madrid, Barcelona, Festivales importantes en España y Portugal, sin renunciar a nada. Aparte de la incertidumbre, mi equipo y yo seguimos trabajando como si no pasara nada. Confiemos en que todo esto se apacigüe de alguna manera o nos podamos adaptar a la nueva situación, que no es nada fácil.

¿Qué hay de otra de sus grandes pasiones, la pintura? ¿cómo surgió, cómo ha evolucionado y en qué punto está ahora mismo?

Cuando miro las cosas con perspectiva me doy cuenta que la pintura me llevó a la música y hace cinco años la música me llevo de nuevo a la pintura. En el 2016 estrené una colección de cuadros que eran retratos a acuarela de grandes artistas, cantantes y músicos afroamericanos de jazz, que tuvieron mucho que ver con la represión blanca en EE.UU., la famosa Ley Jim Crow, y se llamaba 'Black Portrait'. Tenían 29 obras, se estrenó en Badajoz en el Edificio Siglo XXI, con apoyo privado, con mucho éxito también en Lisboa, más concretamente en el Instituto Cervantes, y luego fue expuesta en diferentes salas de exposiciones, donde también daba conciertos. Pinto desde niño como te comenté. A principio de los 90 también decoraba bares, haciendo murales con otros dos amigos, trabajos que me satisfacían y divertían a parte de sacar algo de dinero. En esa época no había prácticamente nada de conciertos y salíamos más fuera de la región que aquí mismo. Publiqué cómics en fanzines regionales, pero no era mi prioridad en aquellos momentos. Pero tengo que confesarte que tanto en la pintura como en la música me muevo por impulsos, o sea manda mi corazón, no mi cabeza. Un ejemplo de ello es que desde que apareció la pandemia no he podido coger un pincel, estoy muy condicionado en mi ánimo y esta situación actual me ata de pies y manos. En 2019 volví con otra colección, esta vez sobre el flamenco y la reivindicación del cante jondo como autóctono del pueblo gitano, también perseguido y ninguneado en nuestra sociedad al igual que el afroamericano en USA. La colección se llamaba 'Cante Gitano El Pellizco0, con 22 obras hechas con acrílico y en blanco y negro. Tuvo mucho éxito en la Sala Poblador de Badajoz, donde en un mes y medio asistieron más de 4.000 personas, algo inaudito en esa sala. Yo también estaba sorprendido.

¿Los procesos creativos al pintar se interrelacionan con los de la música de alguna forma?

Totalmente, sobre todo en las dos últimas colecciones. Y añado que no solo con la música y la pintura, sino que también hay una parte de protesta y reivindicación. No me gusta hablar demasiado de mis opiniones, intento no posicionarme en cualquier ámbito de la vida de manera pública, sólo lo hago a través de mi música y pinturas. En mi vida privada también lo intento pero hay veces que no lo hago, lo reconozco. Para mí es el ejercicio de la observación sin ideas preconcebidas de los conflictos, de las cosas que pasan a tu al rededor, polémicas u otro tipo de enfrentamiento entre dos partes. Intento siempre hacer el puro acto de la observación y comprender las dos partes. Pero mis propias ideas y mensajes los reflejo en la pintura y la música, siempre están ahí. Quien tenga ojos que vea y quien tenga oídos que oiga.

Otra de sus pasiones es la radio, ¿sigue con ella a tope?

Oh sí, me encanta la radio desde joven, desde adolescente, participé en el boom de las radios piratas de los 80, con mis vinilos de black music a 40 grados a la sombra en Radio Pardaleras, el barrio de la ciudad donde estaba ubicada, con una bolsa de vinilos a punto de derretirse por el calor. Jajajaja... guardo con cariño esos recuerdos. Y en 2006 entré en Canal Extremadura Radio con un programa de música blues, soul, funk y rock americano que con el tiempo ha ido evolucionando hasta la actualidad. Se emiten en parrilla los domingos de 23pm a 01am. Se llama 'El Club Privado Del Doctor G', e intento recrear un local donde la música es en directo, interrelacionándome con personajes imaginarios y creando un ambiente singular. Solo black music de todos los estilos, todos los sonidos black old school como se dice ahora, jajaja, me lo paso muy bien y espero seguir pasándolo genial. Supongo que el lector de este artículo pensará que estoy metiendo unas trolas infumables... jajaja... pero todo es real. Yo no me lo creería, .... jajaja...como diría Groucho Marx....jajajaja...

Ha pasado por épocas muy delicadas de salud, ¿qué aprendió de todo ello, y cómo se encuentra ahora?

Sí, es el viaje del que llevo hablando desde el principio. Bueno, en 2003 comencé a tener problemas con la diabetes, ya muy avanzada y bueno, quedé ciego dos veces hasta que arreglaron el problema con mucha suerte para mí. Desprendimiento de retina, y por consiguiente después fallaron los riñones, con muchos problemas vasculares, después entré en diálisis durante diez años hasta que me trasplantaron en Barcelona, pues era un auténtico caso de estudio, y recién trasplantado tuve un ictus y después dos infartos en cuestión de días. Los médicos no daban esperanzas. Quedé en UCI no sé cuánto tiempo, ni si quiera lo he preguntado, pero parece ser que empecé a recuperarme contra todo pronóstico y aquí sigo. Con algunos daños colaterales, pero ahora soy un buen paciente y sigo todo a rajatabla, para minimizar esos daños. El aprendizaje ha sido esencial a la hora de crear el álbum, primero aceptar todo lo ocurrido en más de una década, pues se truncaron muchos proyectos, deseos e ilusiones que estaban a punto de realizarse. Pero he salido más fuerte aún mentalmente del viaje. Lo llamo así, viaje, pues al verlo con perspectiva no ha sido más que un viaje iniciático de aprendizaje vital y espiritual. Ahora sé quien soy, para que estoy aquí: para hacer feliz a los demás con mi música y mis pinturas, la radio y cualquier forma de expresión artística aunque no la haya probado aún, pues soy un tipo atrevido. Antes del viaje no era el mismo con el que estás hablando. No hay miedo para enfrentarse a las cosas, lo que hay son excusas que uno fabrica para no hacerlas. Quizás sean demasiado pretenciosas mis palabras, ¿no? Realmente son palabras y hechos, por lo tanto puedo decirlo. Los superhéroes están en los cómics, los reales están a nuestro alrededor, somos todos, hay una fuerza en cada uno de nosotros inmensa e incomprensible que hay que utilizar y en lo profundo de nuestro ser sabemos cómo hacerlo.

¿Qué le parece que los Premios Odeón no tengan categoría de jazz?

¡Ahí amigo!… con la iglesia hemos topado ,como se suele decir en estos casos. Me parece algo lógico y normal ya que todos los artistas ganadores y nominados este 2021 y en otras ediciones anteriores, tiene detrás las grandes discográficas y programas de televisión al servicio de esas mismas multinacionales. Estas, controlan el negocio de la música, la «rentabilidad» y apuestan por lo que se le ofrece a los oyentes, con respecto a estilos, visualización y lo que deben de escuchar la masa de este país. Estas empresas crean tendencias y formas de ver y escuchar la música de una manera determinada. Por su puesto, ya entra en la ecuación del dinero, lógico, pues son empresas y están hechas para ganarlo. Por otro lado, sobre lo que se ofrece al oyente va muy ligado a la cultura generalizada en nuestra sociedad actual, que es básicamente como la música que ofrecen, música de «usar y tirar», no es mas que otra forma de controlar su propio negocio de ventas, es el sentido final de los grandes conglomerados del entretenimiento. Y entraríamos en otros temas de debate que nunca se debaten y que ahora no lo vamos a hacer. Esto expuesto no tiene absolutamente nada que ver con la música pues la convierte en un producto de consumo como, la ropa ,la comida y cualquier otra producto que pertenezca al «usar y tirar». La música es una de las artes, es mucho mas amplia que todo eso, es mucho mas rica culturalmente, mas diversa de lo que se le ofrece a la gente, el arte hay que disfrutarlo pues implica emociones y eso no se puede controlar pues es algo individual e intrínseco en el ser humano. En este caso el jazz nunca podrá estar en ese tipo de premios en este país pues es una música con un un público minoritario, que como dije antes está aumentando. En cambio el flamenco que también es arte como el jazz. si esta, ¿por qué? Pues por su gran publico en este país. Todo se reduce a lo mismo. Por lo tanto desde el punto de vista del negocio, el jazz, no es música de «usar y tirar»,no se puede consumir como naranjas o melones de las grandes superficies. Todo lo que se expone en esos premios de la música llamados Odeón es un escaparate para que ellos mismos se miren su propio ombligo y sigan vendiendo sus propios productos, pero no enriquece en absoluto, la cultura y diversidad de un país. Los creadores que no entramos en esa ecuación y que aun así, sufrimos la falta de visualización, medios de comunicacion, etc… para llegar a las masas, somos auténticos salmones a contra corriente que desovan en el nacimiento del río, para que luego se te coma el oso, o no.

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