LIBRO JORGE DECARLINI
«El Palmar de Troya tiene muchas capas, es historia, política, religión, drama y comedia»
El portuense Jorge Decarlini acaba de publicar '¡Milagro! Éxtasis y sombras en El Palmar de Troya' una obra exhaustiva sobre cómo surge y se desarrolla un fenómeno tan peculiar como el del Palmar de Troya
Papá, ¿que son esas torres que se ven ahí? Cientos de niños habrán hecho esa pregunta a sus padres cuando, al enfilar Utrera desde la nacional, pasaban por la imponente basílica del Palmar de Troya. Uno de esos niños fue el portuense Jorge Decarlini (1987), periodista que hizo de esa común curiosidad una original búsqueda de respuestas. Fruto de ésta es el libro que acaba de publicar Editorial del KO ‘ ¡Milagro! Éxtasis y sombras en El Palmar de Troya ’, un exhaustivo estudio del origen, expansión y decadencia de la iglesia palmariana.
La primera pregunta es obligada, ¿qué le llevó a interesarse por el Palmar de Troya?
Tenía el tema en mi radar desde hace tiempo. Como tantos que han pasado por delante de la basílica, me pregunté «¿esto qué es?» Empecé a tirar del hilo, a consultar información y fui descubriendo conexiones con aspectos que parecían que no tenían nada que ver con esta iglesia. Encontré un material impresionante para un tema que no se había tratado como se merecía y pensé que, si escribía el libro, igual conseguía que más gente se hiciera estas preguntas que trato de responder.
En el inicio del libro detalla la extrema pobreza del pueblo, ¿fue eso el caldo de cultivo para las primeras apariciones?
No lo diría exactamente así. El Palmar nació de represaliados de la Guerra Civil, no era un lugar muy religioso. De hecho, es curioso que este fenómeno surgiera en el último lugar que uno esperaría pero, por algún motivo, echó raíces allí. Pero hay que diferenciar entre el pueblo y lo que se desarrolló en él. El Palmar de Troya, como localidad, fue solo el escenario y sus habitantes, unos convidados de piedra que han podido beneficiarse del empleo que generaba el movimiento pero que, por lo general, nunca se lo tomaron en serio.
En los orígenes, la historia parece una competición de pícaros.
Al principio del suceso, en 1968, sí. Había una hilera de videntes que competían por quién tenía una visión más clara de la Virgen, quién entendía mejor el mensaje, quién tenía más estigmas... Había la sensación de que, una vez que llegaras, ya tenías que tener una visión divina.
Entre todos ellos, ¿por qué se llevan el gato al agua Manolo y Clemente (futuro papa palmariano Gregorio XVII)?
Ésa es una buena pregunta. Como videntes, por la espectacularidad de sus relatos. En las crónicas se relata que Clemente era una persona muy histriónica en sus visiones, además, de muy cercano, se hacía querer por los fieles. Como vidente, descolló y terminó haciéndose el jefe.
Su libro narra varias situaciones que, pese a su éxito, parecen ridículas.
En todo acto comunicativo hay un emisor y un receptor concretos. La gran mayoría de personas verían todo aquello como algo ridículo, o cómico, o imposible de creer. Ellos (Manolo y Clemente) supieron adaptarse a quienes les interesaban, no querían llegar a todo el mundo, sino a los suyos. Fueron a por quienes ya estaban sugestionados y les dijeron lo que querían escuchar en cada momento.
¿Por eso pasan de ser unos aparicionistas más a ser fieles ultraconservadores?
Eso marcó la diferencia entre haberse quedado en una anécdota más de la España de la época y todo lo que vino después. Este caso no tiene parangón. Se adhirieron al tradicionalismo católico que surgió como reacción al Concilio Vaticano II. Y consiguieron que les siguieran muchos de los que consideraban que la Iglesia ya no era lo que debía ser. Supieron conectar con miles y miles de comunidades tradicionalistas extranjeras. Sevilla, Andalucía e incluso España ya no eran importantes. Comenzaron a obtener fondos, por donaciones y herencias inmobiliarias, que los convirtieron en una organización poderosa.
«El Palmar de Troya, como localidad, fue solo el escenario y sus habitantes, unos convidados de piedra»
¿Qué queda de la iglesia palmariana?
Queda, queda todavía. Llevamos 30 años escuchando que están heridos de muerte, pero ahí siguen. Es verdad que han vendido casi todo su patrimonio urbanístico y que sus fieles ya no se cuentan por miles. Pero siguen pensando en el futuro, ¡si hasta en sus redes sociales les puedes hacer donaciones por Paypa! Eso sí, sus fieles tienen el acceso a internet prohibido
Ha habido muchas denuncias de opacidad económica y de abusos, ¿por qué no se interviene en el Palmar?
Tuvieron un encontronazo con Hacienda por su gestión, pero una sentencia pionera en España del Supremo les dio estatus de religión, lo que viene aparejado a una serie de prebendas fiscales que les deja seguir con sus actividades. Y por otra parte, las denuncias de abusos vienen por los familiares de los fieles que viven en la basílica. Cuando los agentes intervienen, el devoto les dice que está ahí por propia voluntad y los policías no pueden hacer nada.
Muchas veces se habla del oscurantismo del Palmar pero en su libro la información es sumamente prolija.
La mayor parte de mi información viene de la hemeroteca, de consultar la información que iba saliendo en prensa. En cuanto a libros, hubo un pequeño boom en los 70 de obras, aunque algunas de ellas fueron muy fantasiosas. Cuando se habla de ese oscurantismo es porque la última vez que un palmariano habló con la prensa fue hace 40 años.
¿Se ha encontrado con algún problema a la hora de realizar el libro?
Si se refiere a amenazas o presiones, no, en absoluto. El problema fue elegir el tipo de lenguaje que quería para la obra. Quería códigos periodísticos, ser riguroso pero a la vez entretenido. Quería contagiar mi apasionamiento por el tema, pero eludir los adjetivos, esos debe ponerlos el lector. Otra dificultad ha sido que no he podido hablar con los miembros activos de la iglesia.
A la hora de documentarse para el libro, ¿ha habido algo que le haya sorprendido especialmente?
La gran cantidad de capas y conexiones que tiene esta historia. Uno cree que son unas cuantas personas en un pueblo de Sevilla haciendo sus cosas y se encuentra con referencias y conexiones con medio mundo. El tema encierra un sinfín de historias y géneros: hay drama, hay crimen, hay historia, política, religión e, incluso, comedia.
