Ramón Loureiro, el novelista que vive entre los muertos
El narrador gallego, el Cunqueiro del siglo XXI, despliega su mundo mágico en una conversación en Madrid
-k2iE--1248x698@abc.jpg)
Una presentación de un libro puede ser casi una rutina. Son tantas, tan parejas, muchas veces tan soporíferas y engoladas... Pero el grupo de privilegiados que renunciando al Madrid-Barça se fueron el miércoles a asistir a la presentación en la Casa de Galicia de Madrid de la nueva novela de Ramón Loureiro (Fene, 1965) vivieron una experiencia distinta, casi única en el universo actual de la literatura española.
Loureiro es un escritor diferente, que cultiva un realismo nebuloso, tal vez mágico, hoy insólito en una narrativa española donde mandan la novela negra, el costumbrismo bestselleriano y la novela histórica. Para el escritor ferrolano no hay linde entre la vida y la muerte. En su obra dialoga con los que se han ido, en un presente perpetuo escrito con una prosa excelsa, que es simplemente alta poesía.
Para muchos Ramón Loureiro es el Cunqueiro del siglo XXI, comparación que él, con su probaba bonhomía y su escudo de modestia, rechazaría raudo. Además, Loureiro hace una salvedad: «Cunqueiro vivía en la esperanza. Era un optimista. Yo vivo en la desesperanza y la derrota, porque la vida me ha dado demasiados golpes y he visto la cara verdadera de la condición humana».
Loureiro presentó el miércoles en Madrid su nueva novela, «Al rey de los ángeles» (Hércules Ediciones) donde se atreve a volver a contar el viaje de los Reyes Magos , que en su pluma es eso y también muchas otras cosas. Lo acompañaron otros dos gallegos letraheridos, César Antonio Molina y Ramón Pernas, y aquello se convirtió en una velada de brumas y cuentos, que trajo el fresco difuso del Norte a un Madrid de luz eterna, lluvia cero y atmósfera cargada. Caía la noche y Ramón, ensimismado en su mundo, contaba a la audiencia las visitas del diablo a la casa familiar de Sillobre de sus bisabuelos, o sus viejas historias de atleta juvenil que ganó un récord de mundo (falso, o no, como todo su mundo). El público escuchaba hipnotizado, transportado a un universo de antaño que ya solo vive en este raro y fascinante escritor. Apéense un rato del tiempo presente y lean a Loureiro. Ganarán el día .
