ARTE

Julia Huete: «Exploro la relación entre artes plásticas y lenguaje»

La quinta edición del Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente ha recaído en la finalista más joven, Julia Huete, gracias a un proyecto basado en los tapices nazaríes

Julia Huete, posando con su obra ganadora Guillermo Navarro

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La quinta edición del Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente ha terminado cayendo del lado de Julia Huete (Orense, 1990) gracias a ‘De dos cuerpos vengo’, un proyecto inspirado en las ‘lampás’ nazaríes, los tapices que servían en La Alhambra para decorar y dividir estancias. Un paso más allá en la carrera de una prometedora artista que fue becaria de la Real Academia de España en Roma durante el curso 2018/2019.

En la entrevista que le hicimos hace unas semanas por ser finalista, nos dijo que esto lo veía como un gran reconocimiento. ¿Cómo se siente, entonces, al haber ganado?

Es tremendo, no contaba con ello, entre otras cosas, porque los otros artistas que han participado son gente que admiro mucho.

‘De dos cuerpos vengo’, la obra galardonada, continúa otras anteriores en las que ya había trabajado con telas. ¿Qué le llevó a este material?

Una especie de intuición. Me pareció un material con muchísimas posibilidades, con el que puede hacer de todo y que siempre ha estado ahí, porque está detrás de la pintura. Con las telas puedes hacer imagen, puedes hacer objeto, puedes trabajar con una superficie rígida, suelta, puedes trabajar estructura...

En anteriores trabajos usaba como técnica el bordado, pero en este ha pasado al telar. ¿Cree que es algo que pueda tener continuidad, un nuevo camino que se le abre?

Quizás sí. Y también me gustó mucho trabajar la madera con el carpintero Cayetano Salvia Vicos, que fue quien hizo los bastidores de la pieza. Verle trabajar me despertó el gusanillo y a raíz de eso estuve haciendo tallas. Nunca se sabe.

«Es importante estar a merced de lo que te dan las cosas, tener el ojo dispuesto»

El bordado siempre ha estado ligado a lo femenino. ¿Cree que en su trabajo hay perspectiva de género?

Hay una tradición detrás, es cierto, y para nada pretendo negarla ni eliminar eso. Pero creo que es un medio en el que a veces está demasiado presente la tradición, lo cual se come otros posibles discursos. Y que lo mejor que le puede pasar es integrarse un poco, leerlo de la misma forma que leemos otras cosas, sin perder de vista toda la tradición, de dónde viene y quién lo trabaja como oficio. Es un tema que no menciono en mi ‘statement’, porque pesa demasiado y tengo derecho a hablar de estos materiales en un sentido más técnico.

Destacó de este proyecto su dualidad, el hecho de que cobre sentido plenamente cuando crea dos espacios, cuando hay dos personas viéndola. Es algo que no estaba tan presente en obras suyas anteriores ¿Es un concepto en el que esté empezando a indagar?

Estoy empezando a explorar muy lentamente, con mucho tiento, el objeto, la cuestión del volumen. Este es el primer paso, darle dos caras a algo. Para verla, puede ser un cuerpo dos veces, o dos cuerpos una vez. Cada vez doy un pasito más: esta obra ya es algo que se puede rodear, aunque sigue siendo bidimensional.

El que las telas estén delimitadas también las hace más objetuales.

Me siento muy cómoda con que las telas estén en bastidor, porque están más encuadradas. Me interesa la cuestión del límite. Mientras estaba en la Real Academia de España en Roma realicé unas cajitas encuadernadas cuyos marcos eran de diferentes colores, confundiendo un poco el marco y la imagen, un recurso que ya había usado en algún 'fanzine' con Óscar Raña .

Ha mencionado antes la intuición, y parece que su trabajo está con un pie en ella y con otro en un análisis y una preparación muy profundos. ¿Cómo equilibra ambas cosas?

Creo que lo primero es trabajar con intuición. Pero hay que explicar el trabajo y conocerlo para dar pasos más adelante, así que siempre se necesita una fase de análisis en la que encuentras cosas que te dan pie a seguir en nuevas direcciones. Por ejemplo, tras empezar trabajando con bordados, pasar a trabajar con telas en volumen y analizarlo me lleva a la labor siguiente, a ver que me interesa, por ejemplo, el que tengan límite, el que sean un cuadrito, un objeto que puedo coger, transportar, ponerlo de distintas maneras. Ese tipo de pequeños hallazgos a nivel personal –que son muy obvios, pensar la pieza de manera verbal– permiten llegar a nuevos lugares.

Justamente pensaba preguntarle por la importancia en su obra de esa conexión entre lo visual y lo lingüístico.

Es algo que me interesa mucho, porque me gusta leer poesía. De hacer las obras a pensarlas te das cuenta de que –a veces– se pueden interpretar de manera verbal. Hay una analogía entre lo que puede suceder entre la poesía y el lenguaje y lo que puede suceder entre artes plásticas y lenguaje: no es exactamente que las cosas signifiquen nada, sino el modo en que son. Más que una relación, hay un interés paralelo por investigar ambas cuestiones y comparar cómo suceden cosas en una y en otra, en la lírica y en la plástica. Cómo las palabras en un poema pasan de significar por separado a significar en conjunto, cómo un término se puede estirar según lo que tenga alrededor, cómo se condicionan los elementos unos a otros generando un entendimiento diferente. Es algo complejo de explicar, pero viene principalmente de una voluntad de tratar de entender qué sucede en la poesía.

¿Qué importancia tienen los materiales en su obra? ¿Influyen en la parte creativa?

Supongo que sí tienen importancia. Por ejemplo, ahora al trabajar con el carpintero, al ver todas las herramientas, cómo trabaja, las posibilidades que tiene, me entra el gusanillo de la madera. Y, según la voy descubriendo, voy pensando sobre lo que me da, lo que me quita, lo que implica. Al final, el público, sea del nivel que sea, hace una lectura, convierte la pieza en una serie de frases ordenadas: «esto es…». Y, cuando haces una descripción física sobre lo que es algo, aunque no lo transcribas, hallas algo. Cosas como «mira qué sombra se crea aquí», o «mira este agujero de la madera», «mira esta textura». Te percatas de detalles. Es estar a la merced de lo que te dan las cosas y cómo tienes el ojo de dispuesto, en qué dirección mira.

«La tela tiene muchas posibilidades: puedes hacer imagen, objeto, estructura»

Su obra parte de fuentes muy diversas, conecta muchas disciplinas: artes plásticas, bordado, lírica, cómic, una vertiente más escultórica, de objeto... ¿Qué le lleva a eso?

Creo que lo que une todo es la abstracción. Aunque he hecho también, al principio, cosas más narrativas y más figurativas, está ese juego de espacios, de tiempos, de ritmos, de imágenes, de caracteres lingüísticos…

Ha estado ligada al cómic, concretamente a la vanguardia del cómic experimental en España. ¿Qué le atrajo de esta disciplina?

He estado rodeada de gente maravillosa: Begoña García-Alén , Cynthia Alfonso , Óscar Raña… Por ejemplo, Begoña trabaja mucho la imagen, la abstracción. Y yo siempre estaba haciendo ambas cosas, artes plásticas y cómic, empecé ambos a la vez. La exposición que hice recientemente en la Galería Nordés, que se titulaba ‘Como un verde libro verde’ , venía de mi estancia en la Real Academia de España en Roma, donde quise volver atrás, pensar en cómic, pensar en un libro como objeto, pero también como imagen. Es un nexo entre eso que hacía y esto que hago. Y tengo muchas ganas de volver a dibujar. No sé si el punto en el que estoy ahora me permitirá volver muy atrás, pero quiero volver a jugar con eso.

Parece que cada vez hay menos diferencia entre el cómic (al menos cierto tipo de cómic de vanguardia) y el arte ‘de galería’.

Sí, gracias a gente como Ana Galvañ , José Ja Ja Ja (José Quintanar)… Era raro que el cómic tardase más en llegar ahí que otras disciplinas. Por ejemplo, el cine lleva mucho tiempo ya en esta tangente. Sé que nadie inventó el cómic experimental, no es algo que sea nuevo, pero en los últimos años hay mucha gente de cómic con formación de Bellas Artes, muy conceptual. Y unas cosas beben de las otras. Aunque tampoco me atrevo a teorizar ahora sobre cómic, porque no me siento con todo el derecho. Pero tengo muchas ganas de volver a hacer algo con mis compañeros, con Óscar y Cynthia. El cómic es una de las cosas que me ha permitido pensar el lenguaje: cómo guías la vista, cómo construyes una página, cómo hablas del ritmo. Cosas que son bastante abstractas. Y, a la vez, utilizas mucho signo lingüístico, palabras.

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