ARTE

La galería T20 sigue creciendo: ahora, con un museo en Murcia

La colección privada que sus responsables, Nacho Ruiz y Carolina Parra, han generado en estas últimas dos décadas se mostrará al público por un año y desde el mes de septiembre gracias a una ayuda del Ayuntamiento de Murcia

Interior del Cuartel de Murcia, nueva sede de la colección de la galería T20

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Ellos lo tienen claro: « Este es el momento de hacerlo –responden tajantes Nacho Ruiz y Carolina Parra , galeristas de T20 , cuando se les cuestiona si no es una locura poner ne marcha un museo con la que está cayendo–. Ahora es el momento de arriesgar, justo cuando la gente está más asustada». Es su forma de lanzar mensajes optimistas y ayudar a seguir animando de alguna manera el cotarro.

Tampoco se han vuelto completamente locos del todo . Si algo caracteriza a esta firma (además de un fino olfato para la promoción artística en la diversificación de sus estrategias) ha sido el trabajo a pico y pala en el sector del arte durante los últimos veinte años, justo desde cuando nace T20 en Murcia como galería para apoyar el talento local emergente; una premisa que, con el tiempo, se hizo más ambiciosa y se extendió a la promoción de la mejor plástica nacional. Y en estas dos décadas, decimos, desde que el negocio empezó a dar ciertos beneficios, ellos han ido desarrollando una interesante colección de arte, que, si nada se tuerce, podrá verse de forma pública desde el mes de septiembre en la ciudad natal de sus propietarios.

Un sueño que se adelanta

«En vez de hacer otra exposición o repetir algo ya hecho, decidimos anticipar algo que acabará pasando de forma definitiva y que nos entusiasma. Porque, en realidad, siempre pensamos que el museo sería nuestro último proyecto profesional, el que desarrollaríamos al final de nuestros días . Pero ahora ha surgido una buena oportunidad», confiesan.

Esa oportunidad llega en forma de ayuda por parte del Ayuntamiento de Murcia y su programa «Reactivos Culturales» (con un presupuesto de 700.000 euros y que supone la contratación inmediata de proyectos culturales), gracias al cual, los chicos de T20 se hacen con una no muy elevada dotación económica (unos 7.500 euros), pero, sobre todo, un espacio –el denominado Cuartel de Murcia , antiguo Pabellón de Artillería de la ciudad , justo enfrente del Centro Párraga , la otra gran sala de exhibición de arte en la capital–, con una buena infraestructura y un personal que queda en parte a su disposición.

Carolina Parra y Nacho Ruiz ABC

«La idea es ceder la colección durante un año , y luego, convencer al Ayuntamiento de la necesidad de que esto no se acabe pasado este tiempo». La primera duda razonable que asalta al que todo esto escucha es de qué conjunto estamos hablando: «Nuestra colección no pretende ser enciclopédica porque, como espectadores, no nos interesa todo. Por otro lado, tampoco ha habido una capacidad económica ilimitada , pero eso es interesante a la hora de entender cómo se crea un conjunto artístico. El nuestro está conformado en la actualidad por 350 obras , y cuenta con importantes nombres internacionales, como los de Jenny Holzer , Joseph Beuys, Joseph Kosuth o Andy Warhol . También, en este sentido, sobresalen autores como Sophie Calle , o una interesante dimensión de creadores portugueses, como Cabrita Reis . Pero lo más destacable es que, en dos décadas, hemos compilado un interesante conjunto de obras de artistas españoles de los últimos veinte años. Ese es uno de sus pilares fundamentales del total».

El museo, que nace de una colección provada, busca dejar un legado en la ciudad. «Es, qué duda cabe –señalan sus promotores–, un nuevo modelo, un experimento en toda regla»

Así, la colección incluye piezas de autores que, o bien comenzaron su andadura de la mano de T20 , o se iniciaron de forma paralela en el arte mientras lo hacía la galería. Es el caso de Marina Núñez o Santiago Ydáñez . «El conjunto cuenta por eso hoy con obras de premios como Alberto García-Alix o Luis Gordillo que ahora no podríamos permitirnos», señalan. En muchos casos, se ha intentado que esté representada toda la carrera del creador. Y en aquellos en los que el artista ha diversificado técnicas, como Enrique Marty , contar con representación de todas ellas. La nómina incluye desde vídeos de Kaoru Katayama , Patrick Jolley y Reinold Reynolds, a esculturas de Rita Sobral Campos , fotos de Alfredo Jaar, Juan Uslé , los Belinchón, Montserrat Soto o Mira Bernabeu , algún estrujado de Javier Arce o pinturas de Yann Leto , Sonia Navarro, Sandra Gamarra o Jose Maldonado .

«El Pabellón de Artillería no cuenta con programación –prosiguen en su explicación–, por eso nosotros lo llenaremos de contenido depositando allí la colección durante un año. Queremos desarrollar dos líneas de trabajo : de un lado, un conjunto que conformaría una especie de fondo permanente, tras una donación de entre 100 y 200 piezas. Hay una intención didáctica de explicar en una ciudad como Murcia, donde no existe un museo de arte contemporáneo, quiénes son autores como

Porque luego se desarrollará toda una línea de exposiciones temporales (se baraja que sean hasta seis en esta primera etapa ), «que complementen a la anterior, con artistas bien representados en el conjunto». El deseo es que todo se acerque al visitante de la forma «más natural posible, sin hacer grandes alardes» , sino, de hecho, apostando, por ejemplo, por acciones basadas en piezas puntuales.

Sin vocación comercial

Como no podía ser de otra manera, este proyecto, que se presentará de forma oficial hoy lunes, 6 de julio , y que podría materializarse en septiembre, después del verano, no tiene «intención comercial»: «Lo que queremos es dejar un legado en la ciudad. Es, qué duda cabe, un nuevo modelo, un experimento en toda regla». Funcionarán como catalizadores del mismo las compras que se hagan este año por parte de Parra y Ruiz, «que vendrán a complementar los vacíos más urgentes que podamos ver en el el conjunto», y un acuerdo que se quiere cerrar con la Universidad de Murcia para que los artistas que ahora se están formando tengan también su hueco en la nueva institución.

¿Y cómo se va a llamar la criatura? «Aún lo tenemos que decidir. No queremos que se asocie al nombre de la galería, porque esto es otra cosa, aunque, sin duda alguna, nace gracias a ella. Desde nuestros comienzos, todo lo que hemos ganado se ha invertido en otros proyectos. Tampoco queremos que en la identidad corporativa aparezcan nuestros propios nombres. Y mucho menos convertir esto en un nuevo batiburrillo de siglas . Tenemos que pensarlo aún, aunque no queda mucho tiempo».

«Ladies & Gentlemen» (1975), de andy Warhol

El aún «innombrable» nuevo museo se une a la larga lista de iniciativas que T20 ha puesto en marcha y que, sorprendentemente, siguen en activo. Ahí está, por ejemplo, T20 Proyectos , la filial que les permite desarrollar propuestas comisariadas para otras instituciones, como la todavía en cartel muestra sobre la España de Gutiérrez Solana en la también murciana Iglesia de San Esteban; o, al hilo precisamente de la puesta en marcha de esta exposición, la editorial Pombo , nacida hace pocos meses y que tiene por vocación desarrollar monografías de interesantes autores españoles, muchos de ellos olvidados. También T20 Satélite , la delegación pop up y en el extranjero de la galería.

La idea es ceder la colección durante un año, y luego, convencer al Ayuntamiento de la necesidad de que esto no se acabe pasado este tiempo

«T20 Satélite estaba ya muy bien asentada en Londres, donde este año no podrá resurgir debido a la pandemia . Tampoco podemos desarrollar el plan B, Brasil, por la misma razón», explican. Sin embargo, Ruiz y Parra no cejan en su empeño. De esta forma, su galería, como el resto de los españoles, veraneará este año en nuestro país : «Saltamos a Genalguacil, donde vamos a coincidir en agosto con sus Encuentros de Arte . Allí vamos a desarrollar un ambicioso proyecto específico con Miguel Fructuoso ».

Desde septiembre, Murcia abre una nueva ventana al arte. Ana Barriga, Francesc Torres o Dora García se reencuentran con la ciudad gracias al nuevo museo. «No se trata tanto de competir con las grandes colecciones como de dotar a esta de sentido en función de donde se ubica y generar así un debate necesario en un momento crítico en el que el desapego hacia el arte crece en una sociedad sobreestimulada»,sentencian Parra y Ruiz. «Creemos que la idea puede ser muy buena tanto para el Cuartel de Artillería como para la ciudad, y constituye una estrategia nueva de activación urbanística a través de la cultura», rematan estos responsables, que no niegan su propósito: «Queremos que el nuestro sea un espacio de investigación sobre el modelo de museo». La rueda de T20 sigue girando.

«Los ángeles» (1982), de Sophie Calle

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